América
«Por primera vez en la historia, de los únicos tiros de los que hablaba la FARC, eran de los tiros al arco»
Del otro lado de la línea, Félix Mora Ortiz suena conmovido y motivado. Apenas unas pocas horas separan a nuestro país de la cronología colombiana. Abogado y gestor de paz, es una de las mentes principales de Fútbol & Paz, el proyecto que busca fomentar y construir la reconciliación de Colombia divida, mediante la pasión y el compañerismo que emana la redonda. Tal impulso logró lo que partió de una idea trabajada entre pares y familia que hizo eco en el gobierno colombiano y tuvo su rol significativo en el acuerdo de paz entre las FARC y el presidente Juan Manuel Santos, el cual tomó lugar en La Habana, Cuba, a fin de 2016.
Adoptando el fútbol como elemento para alejar la discordia y atraer el diálogo, uno de los puntos claves de esta movilizante iniciativa fue el crear el equipo La Paz F.C., el cual actualmente ansía la aprobación profesional para pertenecer de manera oficial a la matriz deportiva colombiana. Mientras tanto, en sus filas hermana a miembros de la sociedad, ex guerrilleros en proceso a la vida civil y víctimas de diferentes sucesos en torno a la guerrilla que consensúan diferencias mediante partidos, goles y aliento. El desarrollo de estas inéditas iniciativas son señal de esperanza en un país que busca cerrar de forma pacífica un difícil y sufrido capítulo de su historia.
El contexto sociopolítico colombiano, la perspectiva continental, el acuerdo de La Habana y las experiencias que circulan en torno a este suceso, en palabras de Mora Ortiz, entrevistado por primera vez en un medio argentino. Contemporáneo a tiempos violentos que encuentran calma en fines pacíficos, es la premisa que moviliza a él y su proyecto el tornar a las armas de guerra en pelotas de fútbol.
– En el plano social, político, deportivo de Colombia, ¿qué significa el fútbol, y qué significa la paz?
– Para los colombianos, el fútbol, fuera de ser el deporte rey y universal, es aquel elemento que difunde un mensaje de integración y patriotismo. Es uno de nuestros símbolos patrios. Para mi concepto, el fútbol es aquel referente que hace aflorar nuestra pasión por la patria. Un concepto con el cual muchos colombianos nos identificamos. La paz es tranquilidad. Es un momento de encontrar ese perdón, esa reconciliación. Esa es la etapa que estamos viviendo en Colombia. Solucionar los conflictos por la vía pacífica, a través del diálogo. Uniendo las dos cosas, al fútbol -esa pasión y ese patriotismo- podemos tenerlo como un motor que nos permita solucionar los problemas de forma pacífica.
– ¿En qué etapa de la historia crees que se encuentra la resolución de conflictos armados en Colombia?
– Colombia está en una polarización, transitando el camino del proceso de paz con las guerrillas de las FARC. Ahora hay dos Colombias. Una que está a favor del proceso de paz, y otra que pone en duda que se lleve a cabo y se haga realidad ese proceso. A esas dos Colombias hay que unirlas mediante una etapa ya no de construcción de paz, que es lo que ya cumplimos. Ya tuvimos el momento histórico de llegar al punto de la paz. Ahora tenemos que llegar a la reconciliación. Eso es gracias al acuerdo que se firmó en el Teatro Colón en el mes de diciembre, pese haber perdido el plebiscito del acuerdo de paz hecho en La Habana. En un mar de muchos matices a nivel de discordia e intolerancia que se viene reflejando en redes sociales y medios, esos conflictos no solo sociales están en una esfera en donde el fútbol es el único lenguaje que nos puede unir en esa polarización tan tremenda.
«Hay dos Colombias. Una que está a favor del proceso de paz y otra que pone en duda que se lleve a cabo. Hay que unirlas mediante una etapa ya no de construcción de paz, sino de llegar a la reconciliación». Mora Ortiz.
– Eso los ha llevado a armar el equipo de La Paz. ¿Cómo se compone el mismo? He leído que concilian familiares de victimas con gente involucrada en aquellos momentos.
– Colombia sin duda ha tenido dos momentos muy relevantes. Y viene un tercero en los últimos 50 años. Primero, haber firmado un acuerdo de paz con las guerrillas, rubricado en La Habana y reafirmado en el Teatro Colón. Y segundo, el desarme del día martes 27 de junio. Momento histórico, cuestionado o no. Ya son más de 7.000 armas menos, además de toneladas de munición que ya no están a disposición de las insurgencias de nuestro país. Y un tercer momento es la visita del Santo Padre ahora, en el mes de septiembre. Esos tres momentos marcan la historia de nuestro país. En el fútbol, ese lenguaje que nos une, logramos que algunos ex combatientes que se encuentran en tránsito a la vida civil, aquellas personas víctimas de desplazamiento forzoso por la guerra, aquellas víctimas de las FARC o el paramilitarismo u otros grupos al margen de la ley, y la sociedad civil en sí, podamos reunirnos en torno al fútbol, en un punto de reconciliación y perdón. El trabajo en equipo, la tolerancia, el respeto… Esos elementos componen una sociedad. Y están en el fútbol. A través de Fútbol y Paz queremos aportar nuestro grano de arena.
– ¿Cómo se ha dado la construcción de este proyecto?
– Esta es una iniciativa construida desde la orilla de la sociedad civil al ciento por ciento, en la cual aportamos un grano de arena actores de la misma sociedad civil. Yo la arranqué con un amigo que es de una región del llano, zona azotada por la guerra. Empezamos a construir un documento para plasmar ese clamor de paz, haciendo una pedagogía de sensibilización, pero a través del deporte. Una serie de personas empezaron a unirse. Comenzamos a trabajar en familia. Ese documento que realizamos se lo presentamos al señor presidente de la República, Juan Manuel Santos. Él tuvo a bien de escucharnos. Por algo será el Premio Nobel de Paz. Nos dio la oportunidad de poner en marcha esta iniciativa, y posterior a ello fue remitida a la mesa de negociación en La Habana. Allí hicimos parte del punto 3 del programa, para fin del conflicto. Ya quedamos en un momento de la historia de nuestro país estando incluidos en ese acuerdo y estando en la mesa de negociación. En la implementación, afloró ese descontento de parte del pueblo colombiano respecto a lo que fue la construcción del acuerdo de paz. Fue uno de los grandes problemas que tuvimos, que la gente no identificara que en esto no hay interés político, no queremos votos ni seguidores. Lo que estamos buscando es un liderazgo de los jóvenes, que ellos se tornaran gestores de paz. Ya está aflorando que la gente descubre que esta es una herramienta que incluso a nivel internacional está marcando la historia de nuestro país, y es un orgullo que una idea de la sociedad civil esté en un punto tan alto. Nos da mucha gratitud. En una reunión de cuatro horas con los comandantes de la guerrilla que tuvimos hace meses, por primera vez en la historia de nuestro país de los únicos tiros de los que hablaba la FARC eran de los tiros al arco, y de las alineaciones que hablaba la FARC eran las alineaciones de un equipo del fútbol. Los cañonazos, eran disparos al arco. Esa es la gran satisfacción.
– Desde los lados de la sociedad que resisten a la causa, ¿crées que hay resentimiento o más bien desconocimiento?
– La paz se construye. Para llegar a los caminos del perdón y la reconciliación, necesitamos tolerancia. Y a ella la construimos en esta nueva Colombia. Respetar y aceptar las diferencias. Asumir responsabilidades. Emprender camino al perdón para una reconciliación conjunta. Eso es lo más complicado. Esto no será de un año para otro. Llevará mucho tiempo tomar consciencia de lo valioso que tenemos en esta etapa. Aceptar las diferencias de ideas, que es lo que queremos nosotros.
– Desde la matriz continental, hemos visto conflictos en Brasil, en Venezuela, en México… ¿creés que es un modelo que se podría exportar hacia otros países?
– Sin duda. Yo soy un convencido de que todo el mundo sabe lo que está haciendo Colombia, lo que estamos haciendo los colombianos. Y nosotros no dimensionamos quizá lo importante que es este momento para todo el mundo. Sin dudas, una Colombia en paz será una Colombia que va a generar un desarrollo para la región que será impresionante; ya nos están mirando con otros ojos. Estamos apostando a una imagen internacional en replicar estas metodologías en construcción de paz. Recordamos que Guatemala también está en tránsito en el proceso de reflexión para la paz. El continente no solo gana, también es el referente que será motor para que los demás países se fijen en América Latina. El proceso de paz no solo traerá proyección económica, sino también será un ejemplo de desarrollo social. Cambiará las balas y los fusiles por las palabras. No será necesaria la guerra para hacernos oír y retumbar a nivel social. El paso que está dando Colombia es importantísimo. Ahora viene la etapa de reconciliarnos de corazón.
«El proceso de paz no solo traerá proyección económica, sino también será un ejemplo de desarrollo social. Cambiará las balas y los fusiles por las palabras. No será necesaria la guerra para hacernos oír y retumbar a nivel social». Mora Ortiz
Todo lo referido a Fútbol & Paz pasa por el blog personal de Félix, que sigue sumergiéndose en el proyecto reconociendo que, en lo que es el partido por la reconciliación, Colombia está jugando los minutos más importantes de su trayectoria.
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- AUTOR
- Esteban Chiacchio
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