Copas selecciones
Recordando la Eurocopa 2008
En tiempos en los que la pandemia del Coronavirus hizo que múltiples competencias deportivas anunciadas para 2020 se suspendieran, es común mirar para atrás y revisitar partidos históricos de aquellos torneos. Entre junio y julio de este año debió haberse disputado una edición de la Eurocopa poco habitual: la Euro multisede, con encuentros en doce ciudades de doce países diferentes.
Desde Bélgica/Holanda 2000 -primera en la que dos naciones compartieron localía-, ya no es novedad que una Eurocopa se juegue en más de un país (Austria/Suiza 2008 y Polonia/Ucrania 2012 son ejemplos de ello). Sin embargo, nunca había pasado que se viera acción de la fase final de un torneo de selecciones en una docena de países. Esta fue una idea que tuvo Michel Platini en 2012, cuando aún era el presidente de la UEFA. Según él, era una manera romántica de festejar el sexagésimo aniversario de la primera edición, jugada en Francia en 1960 con título de la Unión Soviética. A pesar de su postergación por un año, se confirmó que se conservará el nombre de Eurocopa 2020 y tendrá las mismas sedes previamente asignadas.
En este artículo se recordará en orden cronológico lo acontecido en Austria y Suiza durante el verano boreal de 2008. La Copa en la que España inició el ciclo más exitoso de su historia futbolística, Rusia y Turquía llegaron a semifinales de manera inesperada, ambos locales se quedaron afuera en fase de grupos y jugadores como Luka Modric, Arda Turan y Andréi Arshavin se dieron a conocer ante el Viejo Continente.
Derrota suiza en la inauguración
El primer partido de la Euro fue disputado por Suiza y República Checa en el St. Jakob-Park de Basilea el sábado 7 de junio. Los hinchas locales estaban ilusionados con ver a su país hacer un buen papel, luego de haber alcanzado los octavos de final en el Mundial de Alemania dos años antes. En frente estaban los checos de Karel Brückner, quien había anunciado previo al torneo que se retiraría de la dirección técnica cuando su participación terminara. También era el final de una generación de futbolistas que había sido semifinalista en Portugal 2004 y que había superado 3-0 a Alemania de visitante en las eliminatorias, con el agregado de un par de finalistas (derrota ante Argentina) en el Mundial sub-20 de Canadá 2007.
La gran esperanza de Suiza era su capitán Alexander Frei, quien llegaba de marcar seis tantos en los últimos ocho cotejos de la Bundesliga con la camiseta de Borussia Dortmund. Los helvéticos tomaron la iniciativa e hicieron los méritos para ponerse en ventaja, pero no pudieron con el arquero Petr Cech. Igualmente, lo peor llegó cuando el primer tiempo estaba por terminar: Frei chocó con Zdenek Grygera y sufrió la rotura parcial del ligamento interno de su rodilla izquierda. Aguantó hasta el entretiempo, pero su Eurocopa duró apenas 45’ y debió ver el complemento en muletas y entre lágrimas al costado de la cancha.
Cuando parecía que el 0-0 sería definitivo, Vaclav Sverkos definió con la tibia y le dio el triunfo por la mínima a República Checa en su único tiro al arco. El delantero había entrado por el grandote Jan Koller y se había ganado la convocatoria tras ser el máximo goleador del torneo local 2007/2008 defendiendo la camiseta de Baník Ostrava.
En esa jornada inaugural, y también por el Grupo A, Portugal le ganó 2-0 a Turquía.
El penal más rápido del torneo
En el segundo día de acción, hizo su debut el otro anfitrión en el Ernst-Happel de Viena. Austria nunca había jugado una Eurocopa previamente y la organización de esta edición le llegó en el peor momento posible. La selección se encontraba en el 105° puesto del Ranking FIFA (su peor ubicación histórica) y desde el Mundial 1998 que no participaba en un certamen internacional. Enfrente tenía a Croacia, que llegaba de eliminar a Inglaterra en la última jornada de las eliminatorias con un histórico triunfo por 3-2 en Wembley.
A los 4 minutos del primer tiempo, el mediocampista austríaco René Aufhauser derribó a Ivica Olic en el área y el holandés Pieter Vink cobró el que fue -hasta 2016- el penal más rápido de la historia de la Eurocopa. Luka Modric lo cambió por gol y eso le sirvió a los croatas para conformarse con el resultado, manejar la pelota y ganar el partido.
Mucho se esperaba del actual mediocampista de Real Madrid en la previa. Con 22 años, venía mostrando un gran nivel en Dínamo Zagreb y se sabía que le quedaba muy poco en el fútbol balcánico. Cumplió con las expectativas y fue el mejor jugador de su selección, siendo el único croata elegido en el plantel ideal del torneo. Una vez que dejó Austria, fue contratado por Tottenham.
A los locales les sobró amor propio, pero futbolísticamente se lo notó como un equipo muy limitado (no solo en este partido). Además, Niko Kovac y Modric se encargaron de neutralizar a Andreas Ivanschitz, el futbolista más habilidoso de los austríacos.
Posteriormente, Alemania venció 2-0 a Polonia con un doblete de Lukas Podolski, polaco de nacimiento.
Goleada al campeón del mundo
Dos años después de consagrarse en Alemania, la Azzurra buscaba ganar su segunda Eurocopa (la anterior data de 1968). El C era considerado el “Grupo de la Muerte” y tenía que enfrentarse a Holanda, Rumania y Francia. La presentación era contra la Oranje en la noche del lunes 9 de junio en Berna.
Los dirigidos por Marco van Basten arrancaron presionando en todos los sectores de la cancha y Orlando Engelaar, un mediocampista que nadie suponía que sería titular, estuvo siempre encima de Andrea Pirlo, sin dejarlo jugar. A los 26′ del primer tiempo, Ruud van Nisterlooy en posición adelantada adelantó a los neerlandeses y, cinco minutos más tarde, Wesley Sneijder -elegido figura del partido- anotó el segundo. Cuando faltaban diez, Giovanni van Bronckhorst puso el 3-0 definitivo y, con esta contundencia, Holanda superó a Italia por primera vez en 30 años (el 2-1 en el Mundial 1978 había sido la última).
Ese mismo día, franceses y rumanos empataron 0-0 en Zürich.
La noche del Guaje
En España había muchas expectativas puestas en el equipo de Luis Aragonés. Sabían que esos futbolistas eran los indicados para superar la barrera de cuartos de final, esa instancia que era a la que más lejos llegaron en sus mejores torneos posteriores a la final de la Euro 1984.
El primer partido fue contra Rusia en la noche de Innsbruck, Austria. Desde el inicio, España controló la posesión de la pelota contra un rival que solo jugó a defenderse. Cuando David Villa convirtió tras ser asistido por Fernando Torres a los 20 minutos y abrió el marcador, a los rusos no les quedó otra que adelantar sus líneas. Los ibéricos aprovecharon esto para seguir generando ocasiones de gol, sabiéndose superiores. Antes de terminar el primer tiempo, el asturiano metió su segundo gol. En el complemento salieron David Silva, Andrés Iniesta y Torres (todos de gran rendimiento) para darle lugar a Santi Cazorla, Xabi Alonso y Cesc Fàbregas. España cedió el protagonismo, pero en un contraataque el Guaje metió el tercero de su cuenta personal. El cotejo terminó 4-1, debido a que Roman Pavlyuchenko descontó para Rusia y Fàbregas amplió para la Roja. Los de Aragonés, junto a Holanda, fueron los que mejores sensaciones dejaron culminada la primera fecha.
En este Grupo D, Suecia debutó venciendo 2-0 a la Grecia de Otto Rehhagel.
Primer organizador eliminado
Después de la victoria por 3-1 de Portugal sobre República Checa, a la coanfitriona Suiza no le quedaba otra que ganarle a Turquía para seguir en carrera. Los euroasiáticos arrancaron mejor, aprovechando la ansiedad de un rival que ya no contaba con Alexander Frei; pero promediando el primer tiempo, la lluvia pasó a ser la gran protagonista de la jornada en Basilea y los suizos estuvieron más cerca de convertir con sendos disparos de media distancia de Valon Behrami y Tranquillo Barnetta. Hakan Yakin -conocido de este lado del mundo por un pase caído a Boca a principios de 2005- adelantó a los helvéticos empujando abajo del arco una pelota que se había frenado en un charco tras una habilitación de Eren Derdiyok, en una combinación entre dos futbolistas basilienses de padres turcos.
En el complemento, el estado del campo de juego no permitía que se jugara por abajo y Suiza no pasaba sobresaltos. Hasta que Semih Sentürk, quien había ingresado en el entretiempo, ganó de cabeza entre los centrales suizos y empató cuando Turquía menos lo merecía. Suiza pudo recuperar la ventaja a los 38 minutos, aunque una doble atajada de Volkan Demirel (primero a Yakin y luego a Ricardo Cabanas) lo evitó. En tiempo de descuento, Arda Turan enganchó para la derecha, pateó y, ayudado por un desvío en el central Patrick Müller, metió el gol con el que Turquía dio vuelta el encuentro.
Suiza fue el primer eliminado del torneo y el segundo local que no superó la primera ronda desde que la Eurocopa se juega de esta manera, emulando lo hecho por Bélgica en 2000.
Un candidato sorprendido, un nacionalizado a las apuradas y un goleador longevo
El jueves 12 de junio fue el segundo día de acción para las naciones participantes en el Grupo B. En primer lugar, Croacia dio la nota al superar a Alemania por 2-1. Con respecto a los que habían enfrentado a Austria, Slaven Bilic puso de titular a un joven Ivan Rakitic en vez del delantero Mladen Petric, parando un 4-1-4-1 con la intención de que Michael Ballack y Torsten Frings no pudieran generar el fútbol del seleccionado teutón.
Con este planteo, Modric volvió a ser la figura de la cancha y Alemania jugó su peor partido del campeonato. Más allá del descuento de Podolski -quien metió tres goles en dos encuentros-, la única clara que tuvo fue un cabezazo del central Christoph Metzelder tras un tiro de esquina en el primer tiempo. Darijo Srna e Ivica Olic fueron los autores de los goles de una Croacia que fue un justo vencedor en la tarde de Klagenfurt y avanzó a la siguiente ronda.
A la noche, Austria no tenía que perder contra Polonia para no copiar lo hecho por Suiza el día anterior y seguir con chances de clasificar. Los visitantes monopolizaban la posesión, pero los austríacos salían rápido de contraataque y tuvieron cuatro situaciones nítidas para ponerse en ventaja en los primeros 20’. Hasta que, a la media hora de juego, el centroatacante Marek Saganowski controló con el pecho un pelotazo largo, se sacó de encima a Emanuel Pogatetz y asistió a Roger Guerreiro, quien lo único que tuvo que hacer fue empujar la pelota a la red (un gol muy parecido al de Yakin a Turquía). Se había generado mucha polémica en torno a la convocatoria del anotador. El volante creativo brasileño llevaba dos años jugando en Legia Varsovia cuando consiguió la nacionalidad polaca en tiempo récord para poder ir a la Eurocopa. Ese día fue elegido mejor jugador del partido y, hasta 2012, fue el único futbolista de Polonia en convertir un gol en una Eurocopa.
A pesar de la ventaja polaca, el primer tiempo siguió igual, con Austria fallando en los metros finales y con la defensa de Polonia mostrando un nivel bajísimo. En la segunda mitad cambió todo. En las tribunas se notaba el desánimo y en la cancha Polonia hacía méritos para liquidar el encuentro. Sin embargo, el inglés Howard Webb vio un agarrón en el área en tiempo de descuento y cobró penal para Austria.
El encargado de ejecutarlo fue Ivica Vastic. Nacido en Croacia, desarrolló gran parte de su carrera en la liga austríaca (con promedio de un gol cada dos partidos en ocho años en Sturm Graz, entre otros clubes). El llamado a la Eurocopa lo tomó por sorpresa, porque no actuaba en el seleccionado desde 2005 y estaba transitando sus últimos meses como profesional. Días antes había entrado en la derrota contra su país de nacimiento y, contra Polonia, metió el primer gol de Austria en su historia por esta competición. Pero este no fue el único récord que alcanzó ese día, ya que con 38 años y 257 días se convirtió en el goleador más longevo en una Euro (aún conserva esa estadística) y en el único austríaco en anotar tanto en este certamen como en un Mundial (también en tiempo de descuento, le empató 1-1 a Chile en Francia 1998).
La igualdad dejó con pocas chances de clasificar a los dos equipos, aunque para Austria supuso seguir con vida cuatro días más. La curiosidad fue que los tantos los convirtieron dos futbolistas que originalmente no estaban en los planes para jugar el torneo, que no nacieron en los países a los que representaban futbolísticamente y que fueron el primero (y único para Guerreiro hasta 2012 y para Vastic hasta 2016) de cada selección en una Eurocopa. En la última fecha, ambos perdieron 1 a 0 ante Alemania y Croacia respectivamente y quedaron eliminados.
Rápida despedida del último campeón
Grecia llegó a Austria como defensor del título. Cuatro años habían pasado de la hazaña helénica en tierras portuguesas, en la que un equipo ultradefensivo se coronó campeón europeo superando al local tanto en el partido inaugural como en la final. Con el mismo entrenador -Otto Rehhagel- y gran parte del plantel de 2004, los griegos querían demostrar que su logro no había sido casualidad y llegar lejos en la nueva edición.
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Sin embargo, las cosas no salieron como lo esperaban. Tras caer ante Suecia, el sábado 14 de junio en Salzburgo se enfrentaron a Rusia en un juego definitorio: el que perdía, afuera. 22 de los 23 jugadores rusos convocados por Guus Hiddink actuaban, en ese momento, en la liga local; y Andréi Arshavin -ausente en los primeros dos partidos por suspensión-, Konstantin Zyryanov, Roman Shirokov y Aleksandr Anyukov buscaban seguir de racha en competiciones europeas un mes después de ganar la Copa UEFA con Zenit.
Los griegos no pudieron resistir a los ataques de su rival, que se puso en ventaja a los 33 minutos con gol del mencionado Zyryanov y dominó el trámite en la totalidad del encuentro. Grecia apenas intentó en el segundo tiempo, aunque la victoria rusa nunca estuvo en duda. El campeón se volvió a casa rápidamente con 0 puntos, mientras que el combinado de la Federación Rusa igualó en la tabla de posiciones a Suecia (había caído horas antes frente a España por 2-1 con un gol de Villa en tiempo de descuento), mas la diferencia de gol los obligaba a ganarles a los escandinavos. Para ello, ya podría contar con Arshavin.
Remontada y clasificación
Al igual que Grecia, otra selección que había hecho una gran Eurocopa en 2004 pero que no superó la primera ronda en 2008 fue República Checa. Por lo que había en juego y por cómo se definió, se puede decir que el partido entre checos y turcos fue el más emotivo de la fase de grupos.
A diferencia de lo que habían mostrado en sus enfrentamientos ante Suiza, en este caso fue República Checa el que tomó la iniciativa y Turquía esperó en su campo. Si bien los ataques checos se repetían buscando la cabeza de Jan Koller con los desbordes de Libor Sionko por derecha, los turcos eran víctimas de su propio nerviosismo y muy temprano se cargaron de amarillas. Fue justamente Koller quien adelantó a los de Brückner y quien pudo haber metido el segundo antes de terminar el primer tiempo.
Para el complemento, salió el delantero Semih Sentürk e ingresó el volante Sabri Sarioglu, adelantando a los carrileros Tuncay Sanli y Arda Turan para jugar más cerca de Nihat Kahveci. Turquía salió decididamente a buscar el empate y Petr Cech empezó a salvar a su selección. Recién a los 16 minutos reaccionó República Checa, cuando Koller se vio beneficiado por un error defensivo turco y estuvo a nada de sellar el triunfo. Un minuto después sí llegaría el 2-0, obra de Jaroslav Plasil.
Los de Fatih Terim se desesperaron y los checos de contra estaban más cerca del tercero que su rival de descontar. Hasta que Arda Turan descontó a los 30 minutos y volvió a meter a su equipo en partido en su peor momento. República Checa se metió atrás y a los 42′, tras un centro de Hamit Altintop -de gran torneo- que no parecía llevar peligro, Cech cometió un error impropio en un arquero como él. Se le escapó la pelota de las manos y allí estaba un oportunista Nihat para igualar las cosas. El delantero de Villarreal creyó que podían darlo vuelta y fue a buscar la pelota para que se reanudara rápidamente la acción.
Si hubiera terminado 2-2, se habría dado un hecho inédito. Con un triunfo, un empate, una derrota, cuatro goles a favor y cinco en contra, Turquía y República Checa estaban a tres minutos más el adicionado de definir un cotejo de fase de grupos por penales. Sin embargo, a los 44′ los centrales checos tiraron el achique y Marek Jankulovski, lateral izquierdo de Milan, quedó enganchado habilitando a Nihat. Poco había hecho el capitán antes del empate, pero recibió de Altintop, se acomodó para la derecha y anotó el tanto de la remontada. Se formó una montaña humana entre los jugadores y los hinchas que habían viajado de Turquía a Ginebra celebraban la clasificación. Pero aún faltaba algo, y se dio en tiempo de descuento: Volkan Demirel empujó a Koller antes de un saque de arco y el árbitro sueco Peter Fröjdfeldt lo expulsó. Terim ya había agotado las variantes, por lo que Tuncay Sanli terminó jugando de arquero. Acabó siendo solo una anécdota, porque se puso el buzo, repuso el juego y terminó el partido.
Por errores propios, los checos se despidieron en fase de grupos en un encuentro que tuvieron controlado. Al año siguiente, no pudieron clasificar al Mundial de Sudáfrica y gran parte de los futbolistas que habían marcado una época entrenados por Karel Brückner decidieron ponerle fin a su paso por el seleccionado.
Jugadores como Mehmet Aurélio, Sentürk, Ugur Boral, Tümer Metin, Colin Kazim-Richards y Volkan Demirel repitieron lo que habían logrado dos meses y medio antes a nivel clubes, cuando con Fenerbahçe llegaron a cuartos de final de la Champions League.
En simultáneo, dos goles de Hakan Yakin sirvieron para que Suiza se despidiera con una victoria por 2-0 sobre la ya clasificada Portugal.
La final del Mundial reeditada
Ni Francia ni Italia dependían de sí mismos en la última jornada. Les Bleus venían de perder por 4-1 ante Holanda, mientras que la Azzurra había empatado en uno contra Rumania. En caso de que los rumanos superaran a un equipo alternativo neerlandés, los finalistas del Mundial de Alemania se quedarían en el camino cualquiera fuera el resultado entre sí
Italianos y franceses también se habían enfrentado en las eliminatorias de la Euro, con victoria local de 3-1 en el Stade de France dos meses después de la final y empate 0-0 en Milán.
Poco había pasado en Zürich cuando Franck Ribéry se lesionó a los 10 minutos y Raymond Domenech puso a Samir Nasri en su lugar. Tampoco había pasado demasiado cuando, a los 24’, Eric Abidal -central ese día en lugar de Lilian Thuram- derribó a Luca Toni en área gala. Penal y expulsión. Pirlo lo cambió por gol y los de Andrea Donadoni se pusieron en ventaja. Francia rearmó la defensa con el ingreso de Jean-Alain Boumsoung por ¡Samir Nasri! Efectivamente, el volante que pasó de Marsella al Arsenal después de la Eurocopa estuvo apenas un cuarto de hora en cancha.
Italia aprovechó el resultado a favor para jugar con tranquilidad ante una Francia que, en el primer tiempo, solo tuvo un remate desviado de Thierry Henry. La mala fue la amarilla para Pirlo por una falta sobre Karim Benzema, que dejó al bresciano afuera de los cuartos de final. Y también de ese partido, ya que con pocos minutos disputados en el segundo tiempo salió para darle ingreso a Massimo Ambrosini. Ya sin Pirlo, Daniele De Rossi -llamativamente con la 10 en la espalda- ejecutó un tiro libre que se desvió en Henry y dejó sin reacción a Grégory Coupet.
Con uno menos y dos goles abajo, los franceses dejaron de buscar y los italianos manejaron la pelota esperando que pasara el tiempo y que Rumania no ganara. Klaas-Jan Huntelaar y Robin van Persie metieron los goles con los que Holanda le ganó 2-0 a los Tricolorii en Berna, pasando a cuartos de final con puntaje ideal y dándole una mano a Italia.
Noche rusa
Rusia tenía que vencer a Suecia en Innsbruck para avanzar a la fase de eliminación directa de un torneo de selecciones por primera vez desde la caída de la Unión Soviética.
Esa noche sería la del debut del “Zar” Arshavin en el torneo, debido a que le habían dado dos fechas por agredir a un jugador de Andorra en la última jornada de las eliminatorias. Hiddink lo alineó junto a Pavlyuchenko, en la que se transformaría en una delantera de culto.
La Suecia de Lars Lagerbäck salió a especular con el empate, que le servía para meterse entre los ocho mejores por diferencia de gol. Tal es así que apenas pasaron 10’ cuando el arquero Andreas Isaksson vio la amarilla por hacer tiempo. Arshavin y Yuri Zhirkov, con sendas ocasiones que hicieron intervenir al mencionado Isaksson, avisaron temprano que Rusia había salido decidida a llevarse los tres puntos. A los 24 minutos, Pavlyuchenko adelantó a la “Sbornaya” con un derechazo raso y obligó a los nórdicos a salir del fondo. Henrik Larsson estrelló un cabezazo en el palo a la jugada siguiente, y mismo destino tuvo un remate del autor del gol antes de terminar el primer tiempo. A los 5’ de la segunda mitad, Arshavin definió un contraataque ruso que liquidó el partido. Suecia acumuló gente en ataque, pero lejos estuvo que hacer protagonista a Igor Akinfeev. Rusia ganó con justicia para verse las caras con Holanda en la siguiente instancia.
Mientras tanto, un once suplente de España se repuso al gol de Angelos Charisteas -el héroe griego de Lisboa- y ganó 2-1. En esa jornada anotó Rubén de la Red, volante central cuyo pase pertenecía a Real Madrid y que había sido fundamental en el Getafe que alcanzó los cuartos de final de la Copa UEFA 2007/2008. Fue su tercer y último partido en la selección, ya que en octubre de ese año sufriría un síncope en la visita de Real Madrid a Real Unión de Irún por la Copa del Rey que lo obligaría a retirarse del fútbol con 23 años.
Cuartos de final
Turquía se vio las caras con Croacia en Viena. A pesar de no ser los favoritos para llevarse el triunfo, se plantaron en campo rival y con dos remates de Hamit Altintop y uno de Tuncay Sanli pudieron haberse puesto en ventaja en el primer cuarto de hora. No fue un buen primer tiempo de Modric, pero los balcánicos emparejaron el encuentro con las apariciones en el área rival de Rakitic -esa noche jugó de volante por izquierda- y del lateral por el mismo sector Danijel Pranjic. El empate después de 45 minutos no era injusto, aunque por situaciones ambos equipos habían hecho méritos como para salir del cero.
En el complemento se notó el cansancio de los otomanos, que venían de dar vuelta dos partidos sobre la hora en la semana anterior para clasificar a cuartos. Croacia, que había terminado puntera del Grupo B con puntaje ideal, estuvo cerca de ganarlo en los 90, pero ni Ivica Olic ni Niko Kranjcar pudieron con el experimentado Rüstü Reçber.
Turquía resistió y llevó a los croatas al alargue. Allí tuvieron dos chances de gol claras en los pies de Sabri Sarioglu y de Tuncay, su jugador más peligroso de esa noche. Todo indicaba que irían a los penales, hasta que a los 14 del segundo tiempo extra Modric rescató una pelota que se estaba yendo por la línea de fondo, giró, sacó el centro de zurda e Ivan Klasnic -el primer futbolista en participar de una Eurocopa con un riñón trasplantado- metió el gol de cabeza.
Todo era desazón para el seleccionado turco, que había aguantado el empate 119 minutos. Sin embargo, si algo habían demostrado previamente los dirigidos por Fatih Terim era que no había que darlos por perdedores hasta que el partido no terminara. En el único minuto que adicionó el italiano Roberto Rosetti, Turquía tuvo un tiro libre en campo propio por un off-side de Petric. Del lado de afuera de la línea de cal, Slaven Bilic estaba desesperado para hacer ingresar a un jugador a defender el pelotazo de Rüstü y, además, perder tiempo. Rosetti no lo escuchó, el ex arquero de Barcelona apuró, el central Josip Simunic saltó para rechazar de cabeza, con la mala suerte de que la pelota le rebotó en la espalda. Quien sí tuvo mucha fortuna fue Semih Sentürk, quien sin dudarlo sacó un potente derechazo alto que sirvió para empatar.
En los penales, el semblante de los croatas dejaba en claro que ya se sentían perdedores. Así como Modric y Rakitic desviaron sus remates, los tres primeros pateadores de Turquía convirtieron. Reçber se quedó con el tiro de Mladen Petric y metió a su país entre los cuatro mejores contra todo pronóstico. El arquero era uno de los pocos sobrevivientes del plantel que había finalizado tercero en el Mundial 2002 y fue el héroe de la jornada. En semifinales debían enfrentar a Alemania, que el día anterior había superado a Portugal por 3-2.
Croacia no fue el único seleccionado que ganó los tres partidos de su grupo y cayó en cuartos de final. El sábado 21 de junio en Basilea, la Holanda de van Basten hizo las valijas al verse sorprendida por Rusia. El equipo de Hiddink no les dejó a los neerlandeses mostrar el juego vistoso que los había llevado a esta ronda e incluso dominó en el primer tiempo. En el entretiempo ingresó van Persie en lugar de Dirk Kuyt y en el inicio del complemento se vio una Naranja más incisiva, hasta que Pavlyuchenko anticipó a Joris Mathijsen y, de zurda, adelantó a la “Sbornaya”. Rusia generaba más y estaba cerca de liquidar a Holanda, pero a los 40 minutos Sneijder pateó un tiro libre que van Nistelrooy remató de cabeza, para empatar y llevar el encuentro a la prórroga.
Los holandeses salieron a jugar el primer cuarto de hora extra envalentonados por el empate, pero Rusia avisó, con un derechazo de Pavlyuchenko al travesaño primero y con un débil remate de Arshavin a las manos de Edwin van der Sar posteriormente, lo que se vendría en la segunda parte. Con tantos del ingresado Dmitri Torbinski y de Arshavin -la gran figura de la noche-, Rusia ganó 3-1 en el que fue su mejor partido de Eurocopa desde que se disolvió la URSS.
En el cuarto de final restante, España le ganó por penales a Italia. Ninguna selección pudo abrir el marcador en 120 minutos, pero Iker Casillas se convirtió en el gran héroe de Viena atajando los penales de De Rossi y de Antonio Di Natale; Fàbregas metió el quinto de la Roja para meterse entre los cuatro mejores. Para los de Aragonés, esto significó sacarse tres estigmas de encima: ganarle a Italia un partido oficial por primera vez desde los Juegos Olímpicos de Amberes 1920, meterse entre los cuatro mejores de un torneo internacional por primera vez desde la Eurocopa 1984 y ganar una definición por penales después de las eliminaciones por esa vía en los cuartos de final de los Mundiales de 1986 y 2002 y de la Euro 1996.
Semifinales
La de Turquía contra Croacia fue una victoria pírrica. Tuncay, Arda Turan y Emre Asik alcanzaron el límite de amarillas y Nihat y Servet Cetin se lesionaron. Además, Volkan Demirel aún debía una fecha por la expulsión ante República Checa y Emre Belözöglu y Emre Güngör, lesionados durante todo el torneo, no estaban en condiciones para enfrentar a Alemania. Con quince de los veintitrés convocados a disposición, en la previa Fatih Terim llegó a especular con que Tolga Zengin (el tercer arquero) ingresara para jugar de ‘9’ en caso de ser necesario, porque en las inferiores de Trabzonspor había sido delantero.
Alemania sintió la presión de ser la favorita para meterse en la final y Turquía, que salió a presionar en campo rival, tuvo la primera ocasión de gol del partido cuando Colin Kazim-Richards, un extremo inglés de madre turcochipriota (lo que le permitía representar a los otomanos), sacó un derechazo que pegó en el travesaño. Un par de minutos más tarde, otro remate de Kazim dio en el mismo lugar, pero Ugur Boral estaba en el lugar indicado para tomar el rebote y adelantar merecidamente a los euroasiáticos.
Poco les duró la alegría, debido a que a los 26′ Podolski desbordó y metió un buscapié que encontró a Bastian Schweinsteiger, quien anticipó a los centrales turcos y definió con el borde externo del pie derecho para poner todo como en el principio.
A pesar del cansancio, Turquía siguió dominando el trámite en el segundo tiempo. Le costaba generar peligro, pero por el carril derecho Kazim era imparable para Philipp Lahm. No obstante, a los 36 minutos Klose aprovechó una mala salida de Rüstü tras un centro del lateral de Bayern Múnich que no parecía llevar demasiado peligro y Alemania dio vuelta el cotejo.
Si algo había demostrado Turquía a lo largo de esta edición de la Eurocopa era que iba a luchar todos los partidos hasta el final. Cuando Klose metió el gol, muchos creyeron que la semifinal ya estaba definida. Pero debían tener en cuenta que en frente también había un goleador en estado de gracia, y ese era Semih Sentürk. El 9 de Fenerbahçe anticipó a Jens Lehmann y a Per Mertesacker en el primer poste para culminar una magnífica acción del lateral derecho Sabri Sarioglu, quien había hecho pasar de largo a Lahm.
Por más que haya jugado uno de los peores cotejos de su carrera internacional, el alemán es uno de los mejores laterales de este siglo. Al igual que en el Mundial 2006, en esta Euro jugó siempre a pierna cambiada. Y así fue como a los 45 minutos del segundo tiempo agarró la pelota en tres cuartos de cancha, tocó para Thomas Hitzlsperger y picó hacia el área, el volante se la devolvió, se acomodó para la derecha y le dio una victoria agónica a “Die Mannschaft”.
Solo tres llegadas necesitaron los dirigidos por Joachim Löw para ganar el partido. Aún con un once armado a las apuradas, Turquía fue superior y mereció mejor suerte. De todos modos, se fueron ovacionados del St. Jakob-Park de Basilea y fueron recibidos como héroes cuando regresaron a su país.
En la otra semifinal, rusos y españoles volvieron a verse las caras en Austria. Al igual que en el debut, la “Roja” venció por tres tantos de diferencia. Xavi, Daniel Güiza y David Silva convirtieron los goles en un segundo tiempo en el que España rozó la perfección.
A excepción de dos llegadas aisladas de Pavlyuchenko en la primera parte, Rusia no inquietó a España en ningún momento. Los dirigidos por Luis Aragonés mostraron el nivel de fútbol colectivo más alto de toda la Eurocopa e, incluso, el 3-0 que indicó el resultado final se quedó corto. Llegaron a una final después de veinticuatro años y lo ofrecido esa jornada los ponía como candidatos al título.
Final
Al principio del partido, a España le costó tener la pelota. En los primeros 20 minutos, fueron los teutones quienes se hicieron del control del encuentro y avisaron con un remate de media distancia de Hitzlsperger. Rápidamente reaccionó la Roja con un centro de Iniesta desde la izquierda, que se desvió en Metzelder y Lehmann evitó el gol en contra. A partir de esa acción, todo fue español. Un cabezazo de Torres dio en el palo y, en la jugada siguiente, el mismo centrodelantero -asistido por Xavi- le ganó la carrera a Lahm y definió ante la salida del arquero alemán para adelantar a los de la Península.
Ya en el complemento, Alemania tuvo un derechazo de Ballack que pasó cerca del palo derecho de Casillas; aunque España respondió con un cabezazo de Sergio Ramos que Lehmann mandó al tiro de esquina y, de ese mismo córner, pudo haberlo liquidado con un tiro de Iniesta que fue rechazado por Frings en la línea. La Roja terminó la final moviendo la pelota de un lado al otro del Ernst-Happel vienés ante la impotencia alemana.
Desde que el campeonato europeo comenzó a jugarse con 16 selecciones en 1996 -desde hace cuatro años juegan 24-, España fue el primer campeón que ganó sus seis partidos. Además, dio inicio a una racha de dos Eurocopas seguidas con un título Mundial entre medio. El recordado Luis Aragonés cambió la mentalidad de un país. Habituados a caer antes del final de los torneos, los españoles se dieron cuenta de que el triunfo también podía quedar de su lado, jugando muy bien al fútbol.
- AUTOR
- Guido Antonelli
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