América
Reinaldo Rueda, el liderazgo a flor de piel
A Reinaldo Rueda la capacidad de liderar lo atrapó desde muy joven. Jugaba en el equipo del barrio y, en paralelo, asumía funciones de entrenador, por expreso pedido de un pariente que era directivo. También tomó el mando de un equipo del colegio en el que estudiaba su hermana, y organizaba campeonatos en el suyo con el rigor de uno profesional, mediante inscripciones y uniformes adecuados. El actual director técnico de Chile conoció desde sus primeros tiempos la formas de gestionar un grupo y, más allá de no poder dedicarse al fútbol desde la línea de cal para adentro, sí lo hizo desde los límites hacia afuera. Absorbió fútbol desde su infancia en el Valle del Cauca y su participación en conjuntos regionales, hasta los días que corren.
Sumaba 10 años de trabajo en el fútbol amateur colombiano cuando le llegó una oportunidad que no quiso desperdiciar, la de conocer los lineamientos del fútbol europeo. Hizo una especie de pasantía en España, donde visitó los centros de entrenamiento de Real Madrid y Atlético Madrid. Observaba los trabajos de la primera del club merengue, con John Benjamin Toshack, y luego se quedaba viendo a la Reserva que dirigía Vicente del Bosque y los juveniles. Una estadía completa. Incluso, cambiaba de rumbo pero no salía de la capital española, cuando se hacía presente en los entrenamientos de los Colchoneros que comandaba Javier Clemente.
Una vez cumplida la etapa madrileña, llegó a Alemania para ingresar a la Deutsche Sportshochschule, la Escuela Superior de Deportes de Alemania. Durante seis meses, había estudiado cada noche el idioma, requisito indispensable para poder incorporarse. Los germanos vivían la plena efervescencia del título mundial logrado en 1990, y allí Rueda se adentró en lineamientos que hasta el momento desconocía. “Había una gran organización en la formación de entrenadores y la metodología de entrenamiento, lo que me permitió complementar la experiencia que yo había adquirido en Colombia. Me dio una mayor dimensión de lo que son los entrenamientos y dio forma a mi perfil como técnico”, señaló el vallecaucano, en entrevista con The Tactical Room. Tras dos años en lares teutones, estaba preparado para regresar a su tierra y comenzar a trabajar.
El hombre nacido en Cali siempre ha tenido un perfil renovador, proveniente de sus incipientes pasos en el fútbol como DT. A partir de su inserción al profesionalismo cafetero y la posibilidad de liderar, su pasión desde joven, en un fútbol más estructurado, le ha dado mucha valía a los jugadores surgidos de divisiones inferiores. Desde que comenzó su carrera, tres décadas atrás, a los días que corren, usualmente priorizó que tengan lugar los chicos que piden pista desde categorías menores. Lo hizo en los clubes y también en selecciones; consagró a las juveniles colombianas en el tradicional torneo Esperanzas de Toulon -al año siguiente fue subcampeón- y alcanzó un tercer puesto en el Mundial Sub 20 de Emiratos Árabes Unidos 2003. En tierras domésticas, Cortuluá significó su primer mojón, además de la selección regional del Valle, y luego atravesó períodos por Cali y Medellín.
Allí, en su esencia de ampliar el catálogo de una generación, se engloba su real objetivo como entrenador de la selección trasandina. La posibilidad de que una generación histórica vaya sumando nuevos valores. Su primera tarea, desde que asumiera a principios de 2018, fue realizar un diagnóstico. Intentó encontrar una respuesta a porqué el bicampeón continental no había podido clasificarse a la gran cita mundialista de Rusia. Se reunió con los jugadores y buscó conocer de primera mano sus opiniones. Luego, en los amistosos de la Fecha FIFA de mediados de año, brindó un descanso para los experimentados y se encargó de probar a muchos jóvenes.
“Estamos en un momento de transición, porque algunos jugadores ya se han hecho mayores. Nadie se quiere ir de la selección, pero hay que evaluar con su profesionalismo, madurez, experiencia y ese carácter ganador que tienen quienes se mantienen y se encargan de transmitir ese gen a los jóvenes que vienen empujando. El desafío más importante es mantener el status tan importante que el fútbol chileno ganó en estos años”, expresó en TTR. Actualmente, futbolistas como Igor Lichnovsky, Guillermo Maripán y Erick Pulgar han ido conquistando su lugar, y otros como Claudio Bravo o Marcelo Díaz no están en la competencia de Brasil 2019.
Rueda siempre ha alternado su labor entre clubes y selecciones. Sucedió a Francisco Maturana en la mayor colombiana, a posteriori de los grandes frutos cosechados en los combinados menores. Devolvió a Honduras a un Mundial tras 28 años (Sudáfrica 2010), y fue llevado en andas en el estadio de Tegucigalpa. Clasificó a Ecuador a la Copa del Mundo de Brasil 2014, y luego conquistó América con Atlético Nacional. Una vez recibió la llamada de la federación chilena, abandonó Flamengo. Pese a que no dio el salto hacia el fútbol europeo, ha recorrido los altos estratos del sudamericano. El entrenador que convence desde sus primeros días, un estudioso del fútbol que nunca ha vivido desligado a él. Reinaldo está ante el gran desafío de regenerar las expectativas chilenas.
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- AUTOR
- Nicolás Galliari
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