Opinión
Reinventar, la insignia de Guardiola
La llegada de Pep Guardiola al Manchester City ha tenido todos los condimentos necesarios para que sea motivo de un análisis profundo. Solo los grandes entrenadores pueden generar tanto revuelo en tan poco tiempo, desde polémicas en la inclusión y exclusión de jugadores del primer equipo hasta las modificaciones tácticas que él cree necesarias para el funcionamiento correcto de sus dirigidos.
Cuando un profesional tan prestigioso como el español decide cambiar de aire para pasar a otra liga con un fútbol totalmente diferente al de la anterior provoca un nuevo desafío para aquellos que deben seguirle sus pasos y, lastimosamente, entender sólo una pequeña porción de todo lo que circula en la mente de este entrenador. Porque si hay algo que no se puede negar, es que Guardiola reinventa y se reinventa siempre. Día tras día, temporada tras temporada y plantel tras plantel, Pep tiene la capacidad de destruir cualquier paradigma para luego generar otro y así conseguir más y más adeptos.
Lo cierto es que en su llegada a Manchester, el catalán hizo y deshizo a placer. Retumbó en las paredes del Etihad la noticia de la salida de Joe Hart del once titular. Aunque fue arquero indiscutido en la era Manuel Pellegrini y titular de la selección inglesa, el excéntrico Guardiola se decidió por el argentino Wilfredo Caballero para que fuera titular en sus dos primeras presentaciones oficiales ante el Sunderland por la Premier League y el Steaua Bucarest por la fase previa de Champions.
Además, incorporó a su plantilla a cinco jugadores para afrontar la doble competencia, cada uno de ellos ocupando distintos roles. Ellos son el central inglés John Stones, quien es catalogado como una de las promesas inglesas y llegó desde el Everton, Ilkay Gundogan, el férreo mediocampista alemán proveniente del Dortmund; Nolito, extremo izquierdo ex Celta de Vigo y también pretendido por Barcelona (entre otros); Leroy Sané, la joya alemana de tan sólo 22 años que ya deslumbró en la delantera del Schalke 04; y por último el mediocampista Oleksandr Zinchenko, una joven promesa ucraniana de 19 años.
Desmenuzar cada aspecto táctico de Pep es un desafío emocionante y a la vez muy complicado. La ubicación de cada jugador en la cancha depende del contrincante, el resultado, la posesión de la pelota, la zona del campo donde se gesta la posesión y cómo se ubican los jugadores dependiendo de si están atacando o defendiendo. En el primer partido oficial por Liga, el barcelonés paró un once titular que luego retocó para el partido por Champions, aunque la esencia fue similar en ambos partidos.
Caballero fue el elegido por Guardiola para ocupar el arco de los Citizens. Su titularidad generó un manto de sospechas, ya que no se caracteriza por tener un buen pie, elemento vital para un equipo de Pep, y además viene con poca continuidad, porque en todo el ciclo Pellegrini -salvo casos especiales- el arquero fue Hart. La defensa a priori parece lo menos importante para analizar ya que casi todas las acciones de juego transcurren en el área contraria, sin embargo esto no es para nada cierto. El nacido en Sampedor cambió a tres de los cuatro defensores de un partido a otro, aunque en ambos los movimientos con y sin pelota fueron muy parecidos.
Frente a Sunderland fueron titulares Bacary Sagna, Stones, Aleksandar Kolarov y Gaël Clichy, mientras que frente a Steaua jugaron Pablo Zabaleta, Nicolás Otamendi, Stones y Kolarov. La tarea de los centrales no varía mucho de la generalidad, están para hacerse cargo de la marca de los delanteros contrarios y en ataque no tienen casi participación salvo para hacer transiciones de derecha a izquierda y/o viceversa para “descansar” con la pelota y esperar los movimientos del resto. En cambio, los laterales sí tienen labores bien definidas y diferentes a lo común, ya que cuando el City tiene la pelota en ataque, ocupan las posiciones de interiores en el mediocampo, acompañando a Fernandinho, el 5 elegido por Pep para ser bastión de la mitad.
A la hora de replegarse para defender, recuperan la posición inicial para impedir el juego del adversario por las bandas. No es común ver a Clichy y Sagná, o a Kolarov y Zabaleta ocupando la posición de extremos en ataque como sí lo es en la gran mayoría de los equipos (por ejemplo Barcelona), porque esa posición va a estar bien custodiada por Raheem Sterling -por derecha- y Nolito -por izquierda-. Por el centro del campo, se ubican Kevin de Bruyne y David Silva, quienes se encargan de crear juego y asistir al solitario Sergio Agüero en la delantera. Pero cabe destacar que también tienen la función de terminar las jugadas como delanteros centrales, como sucedió en varios de los goles en el 5-0 del City al Steaua.
Tanto el belga como el español son esenciales en el movimiento de pelota de un lado al otro para que intervengan Nolito y Sterling, y además romper líneas para que el Kun haga su magia en la terminación de las jugadas. Si hay algo que se le pueda recriminar al 4-1-4-1 de Guardiola (aunque en estos casos los números de teléfono no sirven de mucho), es que si la pelota se pierde rápidamente en el medio, Fernandinho queda expuesto ante el aluvión del contragolpe, por ello es que todavía debe trabajar para que los laterales automaticen los movimientos de izquierda y derecha hacia el centro, para no sufrir contratiempos en caso de perder la posesión de manera repentina. Si se establece una comparación con el City de Pellegrini; de Bruyne, Silva y Sterling cambiaron rotundamente sus posiciones en el medio, buscando una mejor funcionalidad para todos y dejando libre la posición de extremo izquierdo para Nolito, flamante incorporación.
Si bien sólo van dos partidos de la era Guardiola en el Manchester City, ya se puede notar la ausencia de varios estandartes del equipo. A la lista que encabeza Joe Hart se le suman el marfileño Yayá Touré, el francés Samir Nasri y el brasileño Fernando. Definitivamente Pep ya ha comenzado a mover piezas para transformar a su equipo y hacerlo jugar de la manera que él pretende. En Premier, deberá afrontar varios escollos, como por ejemplo bajar al último campeón, el Leicester de Claudio Ranieri, enfrentar al nuevo Chelsea de Antonio Conte y sin dudas el mayor y más esperado de los retos, verse las caras con el clásico rival José Mourinho, quien dirige nada menos que a los vecinos del United.
La Premier ya puso primera una semana antes al resto de las ligas europeas más importantes y aún quedan 37 fechas por recorrer. Hace mucho tiempo no compartían torneo tantos entrenadores de primera clase, lo que hace de esta liga una de las más vistosas en cuanto a lo futbolístico y como siempre acompañado de la emoción que provocan los campeonatos ingleses. Josep Guardiola pareciera estar listo para ganar, sus ideas irán fluyendo partido tras partido y lo que hoy se puede ver en el City quizás mañana se haya transformado en otra cosa. Porque así es Guardiola, reinventa y se reinventa.
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- AUTOR
- Juan Podestá
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