América
River: el Muñeco en su laberinto
Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonathan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Matías Kranevitter, Ariel Rojas; Leonardo Pisculichi; Teo Gutiérrez y Rodrigo Mora. La primera versión del equipo de Gallardo del post-2014 que asombraba a propios y extraños salía de memoria. Más allá de sofocones fuertes en la Libertadores 2015, de algún ingreso afortunado de otro futbolista, que luego perdió el puesto por lesión o decisión táctica (Éder Álvarez Balanta por Funes Mori o Sebastián Driussi por Rojas), el equipo base que llegó a semifinales de la Libertadores 2015 era el mismo sólo con el ingreso de Leonardo Ponzio por Pisculichi. Otra forma de juego, pero con una competitividad altísima.
Ya para las semifinales y final, River perdió a Teo Gutiérrez (muy bien reemplazado por Lucas Alario) y Rojas (que se lo intentó reemplazar por Nicolás Bertolo, Tabaré Viudez o Lucho González, como jugadores nuevos o Pity Martínez, Driussi o Camilo Mayada como jugadores que ya estaban en el club) y logró el título. Luego de la copa perdió también a Funes Mori y antes de ella había perdido a Germán Pezzella, otro gran baluarte defensivo. River no incorporó otro defensor central, pero si a Milton Casco como lateral por ambos costados. Ocuparon sus lugares Álvarez Balanta, Emanuel Mammana y eventualmente Leandro Vega.
Luego de la experiencia en Japón en el Mundial de Clubes y una profunda baja en el nivel del equipo desde agosto de 2015, Gallardo encaró el 2016 con más ausencias de ese equipo ideal suyo. Dos elementos claves dejaron el club: Kranevitter al Atlético Madrid, y Sánchez.
Sin embargo, hubo varias incorporaciones en el mediocampo: la vuelta de Nicolás Domingo y la apuesta de Joaquín Arzura. Adicionalmente, se sumó Ignacio Fernández de Gimnasia de La Plata, uno de los mejores jugadores del torneo de 2015. Y dos jugadores veteranos llegaron: Andrés D’Alessandro que regresaba al equipo de Núñez luego de 13 años afuera y el uruguayo de 36 años Iván Alonso, goleador de Nacional de Montevideo. Tampoco se incorporó nadie para la defensa.
Gallardo intentaría con estas variantes reconfigurar el equipo que ya no contaba con cinco jugadores fundamentales (Funes Mori, Sánchez, Kranevitter, Rojas y Teo Gutiérrez). Es decir, un escenario radicalmente diferente.
El plantel se configuró con escasez de recambio en defensa, abundancia de recambio en el mediocampo y un ataque con tres buenos delanteros y otros que podrían sumarse desde el medio, como mediapuntas. Gallardo preocupó rearmar el mediocampo donde tendría jugadores con buen manejo del balón (Lucho González, D’Alessandro, Pisculichi o Nacho Fernández) y jugadores con vértigo (Pity Martínez, Viudez, Driussi, Bertolo o Mayada). La ausencia de dos jugadores importantes como Sánchez y Kranevitter lo llevó a probar mucho con nombres, esquemas, ideas y demás en el medio. Mientras que la defensa (siempre y cuando estuvieran los titulares) salía de memoria o bien se suplía con lo que había.
En la primera fecha contra Quilmes, River comenzó con Bertolo, Ponzio, Nacho Fernández y Pity Martínez. La lesión de Álvarez Balanta a los 5 minutos mandó a Ponzio a jugar de 6 y le dio el lugar a Nico Domingo como volante central, puesto que no abandonaría hasta ahora. El partido siguiente en Córdoba contra Belgrano, Bertolo y Pity que habían dado su mejor partido en River perdieron su lugar para el ingreso de Lucho y D’Alessandro, en un esquema con menos vértigo, pero con más manejo. En la derrota con Godoy Cruz, recuperaron sus lugares Bertolo y Pity Martínez y rotó en la delantera (Alonso y Driussi). Contra Central, Bertolo perdió su lugar con Viudez y Ponzio volvió al mediocampo por Nacho Fernández, ingresando Mammana de 6 y la delantera habitual. Todas esas rotaciones sin que hubiera comenzado la Copa Libertadores. Algunas por lesión o cansancio, pero la gran mayoría en busca de esa alquimia del equipo ideal que buscaba Gallardo o bien para dar lugar a una rotación que dejara al equipo con buen rodaje.
Se empezó a utilizar el doble 5 contra Independiente (Ponzio-Arzura) y contra Boca (Ponzio-Domingo) mas Nacho Fernández y Driussi. Allí el equipo tuvo buen nivel aunque no pudo obtener la victoria. El mismo mediocampo se mantuvo en el empate de local ante Sao Paulo y ante The Strongest, más allá de la derrota por goleada ante Colón en el medio con D´Alessandro y Lucho González, de nuevo con Ponzio de 6 y con Pity Martínez en lugar de Driussi. Un equipo que trató de encontrarse.
Podríamos decir que esa búsqueda de la formación ideal se encontró contra The Strongest en el Monumental, en la mejor exhibición del equipo de Gallardo en al menos 9 meses. Era el decimotercer partido de la temporada, con el torneo local casi perdido. Con D’Alessandro en un nivel acorde a su talento, River se estructuró con un líder de equipo que parecería no haber encontrado desde la Libertadores 2015. Alrededor del 22 se plasmó el equipo con un Mayada de volante por derecha bien en posición de Sánchez, un Nacho Fernández jugando “de Rojas” y Nico Domingo ocupando el lugar de Kranevitter. Este mismo mediocampo se repitió en los últimos dos partidos del grupo. .
Analizando los minutos jugados en la Copa Libertadores 2016, se pueden observar quiénes son los grandes desplazados en el lugar de importancia: Lucho González (98) Viudez (94 minutos), Martínez (50), Bertolo (47). Precisamente los que tenían que pelear por el lugar de Rojas. Viudez y Martínez parecen haber caído varios escalones en la consideración del DT, mientras que Bertolo parece estar recuperando un poco del crédito. Luis González es talento puro, pero con un ritmo lejos de sus mejores épocas.
Más allá del mediocampo, hay que señalar que uno de los puntos más flojos de River fue la defensa, uno de sus baluartes tanto en 2014 como en 2015. En lo que va del año, sobre 17 partidos, en 8 a River le convirtieron más de un gol, con 4 empates y 4 derrotas. En 2014, en contraste, solamente dos veces había ocurrido eso en 29 partidos y en ambos casos el encuentro se había saldado con victoria (Estudiantes y Banfield). Una defensa pensada originalmente con Maidana y Balanta de titulares, terminó jugando en varios partidos con Ponzio de 6 y en algunas ocasiones con Mercado y Mammana de centrales, fundamentalmente por lesiones de los dos titulares a priori. Los laterales jugaron bastante, con Mercado en un muy buen nivel que lo llevó a ser titular en la Selección y Vangioni con un rendimiento menor. Se observó con esperanza la mejora notable de Milton Casco en los últimos partidos. Balanta es un central de grandes condiciones, se lo ve dubitativo, aunque en un mejor nivel al de 2015, pero debe mejorar notablemente para hacer olvidar a Ramiro Funes Mori. ¿Habrá quedado el equipo corto de centrales en la planificación de la temporada? Con el diario del lunes, suena fácil decirlo.
En cuanto a la delantera, Iván Alonso cumplió con creces. El veterano de 37 años rindió a muy buen nivel y jugó 14 de los 17 partidos de River, con 5 goles. Puede jugar con otro 9, como Alario o con un segunda punta como Mora o Driussi. Tanto Alario como Mora tuvieron buenos rendimientos, con 6 y 5 goles respectivamente, pero con algunos altibajos, en particular el uruguayo, capaz de lo mejor y lo peor, como lo reflejan su partido en La Paz contra The Strongest y su partido contra Banfield errando un penal.
¿Qué conclusiones se pueden extraer de este River? Que a diferencia del plantel con el que Gallardo encaró el 2015, tuvo que variar bastante el mediocampo. La ausencia de Kranevitter se suplió con Nicolás Domingo, quien sin desentonar, no tiene el nivel del hoy hombre del Atlético Madrid y que el resto del mediocampo se intentó reconvertir de alguna modo, pero sólo encontró su forma cuando D’Alessandro estuvo en condiciones de tomar la batuta del equipo. Como señaló Nicolás Galliari, resultará clave que River adopte un esquema de juego y una idea clara y sostenida en el tiempo y que no actúe reactivamente ante situaciones de máxima tensión, como los partidos ante The Strongest. Parece difícil que pueda lograrse sin la participación del ex jugador de Internacional. Otra cuestión clave pasará por recuperar el nivel de varios futbolistas, en particular, los que no llegaron a demostrar en River las razones que los hicieron llegar al equipo de Núñez. Pero primordialmente el restablecimiento de una defensa sólida parece crucial para poder mantener el título de Campeón de América.
- AUTOR
- Pablo Dragun
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