Roque Gastón Máspoli nació el 12 de Octubre de 1917. En 1950 se convertiría en el héroe (en Brasil tal vez no) del Maracanazo. Al menos uno de tantos. Pero lo haría desde la posición más cruel de todas, más aún cuando se enfrentaría a la poderosa Brasil en el Maracaná en la “final” de un Mundial. Pasó de víctima segura a leyenda en su país para la eternidad.

Roque Gastón inició su carrera profesional como juvenil en Nacional de Uruguay, equipo del que formó parte desde los 16 años hasta los 22. A esa edad daría un paso intermedio por el Liverpool uruguayo. Perteneció al equipo por tan solo una temporada antes de pasar al club del que también es héroe y leyenda. El archirrival de su primer club: Peñarol.

Este porterazo permaneció en el Carbonero durante 15 temporadas. En ese tiempo, Máspoli ganó 6 ligas de su país, fue parte del plantel de 1949 bautizado como La Máquina, después de esos 15 exitosos años dejaría el fútbol como jugador. Pero claro está, a pesar de todos estos éxitos en su club, lo que más se le recuerda es por ser el arquero uruguayo que formó parte del Maracanazo.

«La Máquina», uno de los grandes equipos en la historia de Peñarol

Roque recibió un gol en ese partido que pese a no ser una final de campeonato Mundial como las que tenemos ahora, valía casi para lo mismo. A Brasil le bastaba con un empate para ser campeón, pero se llevaron el que puede que sea el golpe más sorprendente de una selección en un Mundial. Ese día, Uruguay inició abajo en el marcador, pero lograron darle la vuelta al partido.

Claramente, Máspoli recordaba detalles hermosos (siempre que no seas brasileño) de ese día. «Mi compañero Gambetta tocó el balón con las manos dentro de nuestra área y todo el campo clamó por el penalti. Pero lo que el árbitro acababa de pitar era el término del encuentro. Ya éramos los campeones. Nos pusimos a correr como locos gritando ‘¡Uruguay, Uruguay!’. El público enmudeció» así describía el momento cumbre de su carrera.

Pero no queda ahí, lo sorprendente del resultado creó un caos aquel día que nadie tenía claro que hacer. La fiesta estaba montada y preparada para que la celebración fuera de un país entero. Probablemente la celebración igual fue de un país entero, solo que no el que se esperaba. El equipo uruguayo no tuvo una ceremonia hermosa para recibir la Copa, que fue recibida casi a escondidas por el capitán de la selección. Máspoli lo contaba clarito. «Esperamos y esperamos en la cancha y nadie nos la daba pero, con ella o sin ella, nos sentíamos igual de felices».

Roque Gastón Máspoli jugó 38 partidos con su selección, siendo el primero el 24 de Enero de 1945 y el último el 30 de Marzo de 1955 (el año de su retiro como profesional con 38 años). Es muy probable que en ese tiempo haya tenido muchísimos buenos partidos, pero siempre será recordado por uno solo.

Después de retirado como jugador, Roque continuó ligado al fútbol como entrenador. Fue DT de Peñarol, con el que también se consagró campeón en 5 torneos de liga. Además de esto ganó una Copa Libertadores en 1966, así como la Copa Intercontinental ese mismo año. Incluso fue entrenador de la Selección uruguaya, con la que conquistó el Mundialito en 1981. En 1997 volvió a dirigir La Celeste para intentar clasificar a la misma para el Mundial de Francia 1998, pero este objetivo se le escaparía.

Máspoli festejando uno de los tantos títulos con Peñarol como DT

Roque era conocido no solo como un gran arquero, sino como una gran persona. El paraguayo Juan Vicente Lezcano (compañero suyo en Peñarol) los describía así: “¡Qué persona extraordinaria! Te hablaba como un padre, te hacía sentir el cariño. Mantenía la alegría en el vestuario”.

Roque Gastón Máspoli fue grande, de los grandes de verdad y no solo por el Maracanazo.