Premier
Ross Barkley, ahora o nunca
Ross Barkley irrumpió con fuerza en el fútbol inglés, desde el inicio se vio todo el talento que tenía a su disposición. Era llamado a ser un gran jugador para el Everton, equipo del que formó parte desde los 11 años.
Llevamos ya mucho tiempo de haber escuchado su nombre por primera vez, y sin darnos cuenta pasó del Everton al Chelsea. Siempre vestido de azul, el traspaso se dio por la ¨módica¨ suma de 15 millones de libras, y durante su primera temporada en el club de Londres poco se supo de él. Hoy, después de ya varias temporadas en el máximo nivel, podríamos considerarlo todo un veterano de la Premier League; pero aunque no lo creamos, porque tenemos tanto tiempo de escucharlo, el chico de Merseyside aún es eso, un chico. Tiene apenas 24 años, la edad perfecta para empezar a consolidarse y buscar un espacio en el fútbol de su país y, más importante aún, en la selección de su país.
Sus primeros pasos por el Everton fueron bastante prometedores, de hecho estuvo en otras ocasiones vinculado a transferencias a grandes equipos del fútbol inglés. Aparte de que nunca nada se concretaba, su crecimiento además se veía constantemente cortado por constantes lesiones de diferentes naturalezas y duración. Cada vez que volvía de una lesión, volvía a ser importante para el Everton e incluso para ganarse llamados a la selección. Antes de su llegada al Chelsea, llegó a acumular 22 llamados al combinado inglés, marcando dos goles en el proceso, nada mal para una joven figura inglesa.
Al llegar al Chelsea, que había sido campeón la temporada anterior, Barkley cumplía con su objetivo de firmar con un equipo grande de su país, con la meta de luchar por un puesto para disputar el Mundial de Rusia 2018. Pero, lastimosamente para él, sucedió lo que siempre pareció acontecerle: cuando llegó su momento, una lesión le truncó todo su progreso. Después del problema físico, y dada la complicada situación deportiva que pasaba el Chelsea de Antonio Conte, Barkley se quedó básicamente sin la oportunidad de jugar en lo que restaba de la temporada una vez que se recuperó. Para nadie fue sorpresa que no entrara a la lista que disputaría el Mundial.
Pero Barkley no pierde el rumbo, sabe que está en el lugar idóneo para mostrarse ante Gareth Southgate y volver a la selección, un equipo que necesita el jugador que Barkley cree ser, un mediocampista ofensivo que pueda darle al equipo esa conexión que tanto parece faltarle para activar el gran talento que tiene en el frente de ataque.
Barkley sabe que tiene todo a su favor, juega en un club grande y además su nuevo entrenador le muestra algo más de confianza. El equipo ahora practica un juego que le ayudará a mostrarse más al mundo. Barkley igual no lo ha tenido fácil porque el puesto en el Chelsea hay que ganárselo a fuerza y a punta de demostraciones de capacidad. Sarri no regala nada. Pero aún así, y poco a poco, se ha ido haciendo con un espacio más y más seguido en el once del equipo Blue. Logró juntarse y entenderse con jugadores como Jorginho, Eden Hazard, Willian y otros que potencian aún más el talento del que se espera y esperaba tanto desde hace ya varios años. Es su momento, y debe buscar consolidarse y dejar de ser una promesa.
En lo que va de la temporada, ha participado en 16 encuentros, 11 de Premier (tres goles y tres asistencias), tres de Europa League (una asistencia), uno de Community Shield y uno de EFL Cup, para un total de 847 minutos jugados. Lo cual es un inicio espectacular, en especial si contamos con que en toda la temporada anterior solo sumó un total de 271 minutos en todas las competencias, además de no registrar goles ni asistencias.
Por el momento Southgate ya le ha devuelto a la selección para darle dos juegos más. Es ahora o nunca para Ross Barkley.
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- AUTOR
- Adrián Pacheco
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