América
Saprissa y el título de invierno en Costa Rica
Empecemos hablando del último partido del torneo, que es lo más fresco que tenemos. Para que tenga sentido démosle algo de contexto. A pesar de que el encuentro se consideró una final, esto no es del todo acertado. Saprissa y Herediano se enfrentaron en el último juego de la cuadrangular final del torneo. En la fase regular, Sapri fue líder general, lo que le aseguraba llegar a la instancia definitoria en el caso de no ganar la zona final. Con este escenario, los dirigidos por Carlos Watson recibían a los comandados por Hernán Medford (segundo lugar general) con la necesidad de una victoria. En caso de empate o triunfo del visitante se tendría que realizar una definición a doble partido entre estos dos conjuntos.
El encuentro ya venía cargado con algo de polémica, entre otras cosas porque en el partido en que visitó a Herediano, el cual terminó 2-1 en favor de los locales, Saprissa se vio envuelto en una controversia cuando minutos antes de la conclusión del partido, desaparecieron pelotas, por lo que ante cada balón que salía del terreno de juego se perdía mucho tiempo, un factor que claramente colaboraba para evitar un posible empate visitante.
El cotejo inició con Herediano esperando un poco al Saprissa, conocedor de que un empate le aseguraba una final. Pero esto tuvo que cambiar rápidamente ante un error del defensor William Quirós, que al dar un mal pase al portero dejó solo al uruguayo Fabrizio Ronchetti, y este no perdonó. Saprissa asumía la ventaja en el partido y obligaba al rival a arriesgar un poco más. Este es un escenario en el que durante el torneo Saprissa se ha sentido cómodo, en ciertos momentos del partido no tiene problema con ceder la iniciativa al rival para luego ajusticiar de contragolpe. Aún ante este escenario, Saprissa dominaba la pelota con comodidad, Herediano aún no presionaba demasiado la salida del local, lo que le permitía salir cómodamente desde atrás y armar con paciencia sus ataques.
No se puede hablar de este encuentro sin mencionar las polémicas arbitrales que existieron. A pesar de que Herediano no generaba mucho juego y en general tampoco muchas llegadas, en el primer tiempo logró incomodar a la defensa morada mediante pelotazo, aprovechando el juego aéreo de Yendrick Ruiz y Jonathan Hansen. Con dos de estas jugadas, y en el desorden de los rebotes, se dieron dos posibles penales a favor del visitante. El primero pareció ser un penal claro, el atacante florense recibe una patada cuando un defensor morado intenta despejar; el árbitro tenía buena visibilidad pero no cobró nada. La segunda jugada polémica se dio cuando, ante un disparo florense, el balón dio en la mano de un defensor local, de nuevo dentro del área. Aquí, el juez acertó al no sancionar, el zaguero llevaba sus brazos bien pegados al cuerpo y, ante el movimiento de una barrida, separa un poco el brazo izquierdo frente a un remate a pocos metros de él. Al finalizar el medio tiempo todo el equipo y cuerpo técnico de Herediano corrió a encarar al árbitro sintiéndose sumamente perjudicados.
Sería eso básicamente lo último que se supo del visitante, más concentrado en discutir decisiones arbitrales que en jugar al fútbol. En el segundo tiempo no generó acciones de peligro real a un Saprissa que mezclaba cederle la iniciativa al rival y posesiones largas que desesperaban a los jugadores florenses. En una de estas posesiones, le llegó un balón a Marvin Angulo quien, cabe destacar, jugó uno de los mejores partidos que se le han visto con Saprissa. Angulo recibió a un costado del área grande y cuando todos creyeron que enviaría un centro, sorprendió con un remate con curva al segundo palo que resultó imposible para el arquero, un golazo de esos que no se olvidan.
Herediano, ya impotente dado que quedaban poco más de 10 minutos para el final del partido, empezó a defender y atacar a la desesperada, con lo que recibió dos tarjetas rojas y no generó ni una llegada de peligro. El desenlace era ya inevitable y Saprissa, cuando tenía posesión, sólo hacía correr el balón para que los minutos hicieran lo mismo.
Al final del partido hubo locura total en el estadio, invasión de aficionados a la cancha. Por suerte, sin agresiones a los jugadores visitantes, la celebración fue ordenada y sencilla y Saprissa se coronó campeón sin la necesidad de tener que disputar la final que ya tenía asegurada.
Hablemos ahora del semestre que tuvo el conjunto morado. Durante estos seis meses el Deportivo Saprissa ha disputado dos torneos, el nacional y además la Liga de Campeones de Concacaf. Ya mencionamos que ganó el torneo doméstico y que acabó siendo líder general en la fase regular, cabe destacar además que fue el equipo más goleador y menos goleado del torneo. Obtuvo su título nacional número 33, con esto Saprissa se mantiene como el equipo más ganador a nivel local en la Concacaf y, en la lista de equipos con más campeonatos ligueros, se encuentra en el puesto número 14.
En el torneo de clubes del área de la Concacaf, clasificó a cuartos de final, superando su grupo ante el equipo salvadoreño Dragón y los Timbers de Portland, Estados Unidos. La siguiente ronda de este torneo se disputará el próximo año, con Pachuca de México como rival de los ticos.
En cuanto a juego, Saprissa lleva ya varios torneos dándole suma importancia a la salida del balón y al juego por las bandas. Con la llegada este torneo de dos centros delanteros muy capaces aunque muy distintos, ha sabido sacarle provecho a todo el caudal que generó por los costados. Aún con esto, el equipo tuvo partidos en los que padecía de poca tensión competitiva. Parecían sentirse seguros de que la victoria llegaría con poco esfuerzo, lo que hizo perder puntos que a pesar de que no le costaron caro, pudieron haberlo complicado bastante.
El equipo deberá mejorar su circulación de balón ante defensas cerradas y probablemente tendrá que buscar cómo sustituir a varios jugadores que se rumorea darán un salto al fútbol internacional. Estos serán los puntos claves para el equipo en el próximo torneo y, más importante aún, para competir en el torneo de Concacaf ante los más fuertes equipos mexicanos.
Es necesario hacer mención especial a la fuerza mental del equipo. La mañana antes del primer partido de la cuadrangular final, el equipo y el país entero se enteraba consternado de la muerte del exjugador y excapitán del conjunto Gabriel Badilla, que se había retirado hace menos de seis meses del fútbol. Después de haber superado una operación a corazón abierto en 2013 y volver a la competencia de alto nivel, falleció a los 32 años mientras competía en una carrera de atletismo, cuando se desvaneció a escasos metros de la meta. Esta situación retrasó algunos partidos del campeonato por motivos obvios. A pesar de eso, sus excompañeros y amigos supieron reponerse para ganar el título. Esta estrella va para él, el Gladiador.
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- AUTOR
- Adrián Pacheco
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