“Todo lo que sube tiene que bajar”, reza una célebre frase de la historia de la ciencia. Pero a nadie se le ocurre que exista un camino tan directo desde el cielo hacia el infierno. Sin embargo, ese recorrido es el que parece estar transitando el SC Paderborn 07. Una autopista sin peaje desde el sueño de la máxima categoría hacia la pesadilla de las divisiones de ascenso.

El primer paso hacia el glorioso momento de la temporada 2014/2015 se dio allá por 2005. Tras décadas deambulando por la tercera y cuarta categoría, Paderborn pisó la segunda división (o 2. Bundesliga, como se la conoce). La década siguiente no fue fácil: un corto presupuesto, un plantel escasamente competitivo y la inestabilidad del banco de suplentes le impidieron pensar en algo más que en mantener la categoría (algo que incluso no pudo lograr en 2008, cuando volvió a tercera por apenas un año).

Jugadores de Paderborn 07 festejan el 11 de mayo de 2014 el ascenso a la Bundesliga.

Eso cambió con la llegada de André Breitenreiter a mediados de 2013. El ex delantero/mediocampista de Hannover 96, Hamburgo y Wolfsburgo, entre otros, armó un equipo ofensivo que lo llevó a pelear el campeonato. El 11 de mayo de 2014, ante su gente en el pequeño Benteler Arena (para 15.000 personas), Paderborn consumó el “milagro” y selló el ascenso a la máxima categoría por primera vez en su historia. Diarios y revistas en Alemania expresaban la incredulidad reinante al ver al pequeño club de North Rhine-Westphalia tocar el cielo con las manos.

La experiencia en la Bundesliga comenzó de la mejor manera: tras un excelente arranque consiguió llegar a las fiestas de fin de año en mitad de tabla, nada mal para la cenicienta del torneo. Sin embargo, la horrorosa segunda mitad de temporada rompió la burbuja de la felicidad: 11 derrotas en 17 partidos llevaron al equipo de Breitenreiter de regreso a segunda.

El esloveno Slatko Dedic es el actual goleador del SC Paderborn 07.

Tras el final del cuento de hadas, llegaba el tiempo de pensar en volver a dar el salto. No obstante, los que esperaban vivir un nuevo “milagro” chocaron con una dura realidad: al cambio de entrenador se le sumó la partida de más de una decena de jugadores, muchos de los cuales habían sido claves en los pasados dos años, y la limitación económica para incorporar futbolistas. Ni Markus Gellhaus ni Stefan Effenberg (sucesores de Breitenreiter) pudieron construir una base sólida de equipo y Paderborn 07 terminó la temporada con apenas 6 triunfos y un boleto hacia la tercera división del fútbol alemán.

La caída del pequeño club no parece detenerse. Hoy, Paderborn comienza el 2017 a cuatro puntos de la zona de descenso a la cuarta división, cumplida la primera mitad de la 2016/2017. El “milagro” de 2014 parece haber quedado en el olvido, como el sueño antes de la pesadilla. Una pesadilla que aún no tiene final.