#Rusia2018xCR
Sentencia penal
La previa lo señalaba como uno de los encuentros más interesantes de los octavos de final. Dos equipos que con su potencial podían, teniendo en cuenta el cuadro y jerarquía, aspirar a meterse en la pelea, por lo menos, por el podio. Por un lado Inglaterra, con Harry Kane como arma letal, y Colombia y esa sangre latinoamericana que hace algunos años invita a soñar. Pero por desgracia, solo había lugar para uno. Y así como Alemania fue el verdugo de José Pekerman, los Tres Leones ganaron por penales y sacaron pasajes para los cuartos de final.
Está claro que lejos estuvo de ser un partido con todas las luces, incluso se vio mucho temor por parte de los sudamericanos a la hora generar un juego fluido para lastimar a su rival. Quizás la ausencia de James Rodríguez fue el factor principal de esta carencia o solo «el miedo escénico», porque además de la ineficacia en ataque, la parte defensiva tuvo varios desajustes y errores infantiles. Salvo Yerry Mina, quien fue de lo mejor durante Rusia 2018, la defensa no mostró esa seguridad que necesitan los seleccionados que quieren pelear por el título.
Mientras los de Pekerman se resguardaban algunos metros, los anglosajones buscaron lastimar con las subidas de Kieran Trippier y las mañas de Harry Kane, quien busca mostrarle al mundo que es uno de los mejores en su puesto. Pero analizar un duelo que se definió con penales, gracias al cabezazo salvador de Mina sobre la hora, es incoherente. Los penales, esa cuestión que desde hace un tiempo dejó de ser «solo suerte» para transformarse en una materia con especialistas.
Más allá del gol del zaguero de Barcelona, y esa salvada impresionante, con una imagen de gigantografía, de Jordan Pickford, los británicos nunca sintieron que el resultado se les podía escapar de las manos, o por lo menos durante varios minutos. Pero en la lotería de penales todo podía pasar, sobre todo para un elenco que encontró en la serie desde los doce pasos una racha negra de veintidós años. Cuando David Ospina se quedó con el disparo de Jordan Henderson, los ingleses se veían sumergidos en la decepción. Si bien es una realidad que desde suelo inglés toman este Mundial como el puntapié inicial de esta generación, el anhelo de volver a los cuartos de final como en Corea – Japón 2002 era más fuerte que esos «sueños a futuro». Primero Mateus Uribe y después Pickford atajándole su penal a Carlos Bacca, le devolvieron el alma al cuerpo a Gareth Southgate & cía.
⚽️ La increíble atajada de Jordan Pickford, en el cierre del partido de Inglaterra vs Colombia. #Rusia2018xCR. pic.twitter.com/uP88bmtBDi
— Cultura Redonda (@CulturaRedonda) July 3, 2018
Más allá del triunfo, y la nota pintoresca de regresar a posicionarse entre los ocho mejores, el fin del maleficios en penales es otra de las notas de color que entrelaza a Inglaterra con Colombia. Con su triunfo ante la Tricolor, los europeos cortaron con 22 años sin ganar un partido por penales, siendo éste el primero por mundiales. La racha adversa comenzó en Italia ’90 cuando Alemania lo dejó afuera, donde nació la frase de Gary Lineker: «El fútbol es un deporte que juegan 11 contra 11 y siempre gana Alemania». En el medio cayó contra los teutones, Portugal e Italia por diferentes ediciones de la Eurocopa, y Argentina y nuevamente los lusos, en Francia ’98 y Alemania ’06 respectivamente. Así como hace dos décadas el Pibe Valderrama se despedía de su selección, el martes 3 de julio del 2018 fue el fin de la sequía desde el punto de penal.
En el horizonte aparece Suecia y la esperanza de situarse en semifinales, y quién dice, soñar con alzar la segunda Copa Mundial para una nación que ya tiene programado, gracias a la buena proyección en juveniles, «comerse al mundo».
Relacionado
- AUTOR
- Claudio González
Comentarios