Calcio
Serie A: el fin de una hegemonía
Proponemos adentrarnos a descubrir cuáles son los matices que llevaron, en los últimos años, al relegamiento de esta división como una de las de mayor brillo, atravesando la materia económica y los rendimientos profesionales de los últimos tiempos.
El calcio italiano, es una de las escuelas de gran relevancia dentro del mundo futbolístico. Un certamen que supo albergar a varios de los mejores jugadores del mundo en su momento: Zinedine Zidane, Alessandro Del Piero, Andrea Pirlo, Zlatan Ibrahimovic, entre otros.
Sin embargo, dentro del reciente período de tiempo, perdió el brillo que lo caracterizaba. Las incorporaciones rutilantes, con nombres de resonancia, el sostén de los grandes en lo más alto y la competitividad, son algunos de los factores que fueron esfumándose y que llevaron a este presente. Pero no son los únicos. Apenas son algunos de los conceptos que salen a la luz, a la hora de tener que descubrir una madeja de fenómenos, que atañen a esta cuestión.
Enumerando una de las variables que ya mencionamos, podemos identificar que, la presencia de figuras por doquier, ya no es uno de los condimentos que llaman a seguir esta competición año tras año. Dentro de este umbral, quien mayor cantidad de apellidos de envergadura tiene es la Juventus, equipo con un desarrollo económico importante, durante los últimos años, que junto con la obtención de varios títulos, se da el tupé de ser casi el único que incorpora y hace escándalo durante los mercados de pases. Paul Pogba, Gonzalo Higuaín, Dani Álves, son algunos de los hombres que en el último tiempo que pasaron por sus filas.
Un escalón más abajo, encontraremos a conjuntos con vasta trayectoria y rica historia, pero que no se hicieron con grandes figuras para disputar las distintas competencias. A.C Milan y el Inter, de la misma ciudad, son dos entidades que decidieron una reconstrucción en materia monetaria, resignando las grandes incorporaciones. Con jugadores de menor peso, deambulan en una competencia que tiene siempre al mismo protagonista, con el riesgo de queda fuera de las grandes copas a nivel continental. Tan es así, que ninguno de estos dos equipos logró clasificar a la Champions League en la corriente temporada.
A este fenómeno se incorpora la contratación de futbolistas con una pesadez correspondiente a su edad. La longevidad de los artífices de este juego, es uno de los problemas a resolver, en donde quienes están por acabar su carrera, eligen la bota itálica para poder irradiar sus últimos destellos junto al balón. Por otra parte, los jóvenes talentos, salvo algunas excepciones, buscan protagonismo en ligas que obtuvieron mayor impronta, como la española o la inglesa, por citar algunas.
Y como consecuencia, no se confía en los jóvenes. Eso lleva a muchos grandes a fichar a jugadores de medio pelo en vez de apostar por sus perlas de la cantera
“Los clubes no confían en la gente joven, eso es un problema básico. Y el origen de esto es que el fútbol italiano siempre ha sido resultadista. Cómo hay que jugar para ganar no importa. Y como consecuencia, no se confía en los jóvenes. Eso lleva a muchos grandes a fichar a jugadores de medio pelo en vez de apostar por sus perlas de la cantera”, sostiene Gaby Ruiz, periodista de aquel país, en diálogo con el medio “El Confidencial”.
A la escasa tenencia de grandes valores, se suma también una monotonía entre quienes pelean por el campeonato. La Vecchia Signora, que ostenta el título de campeón, irá en esta temporada por la sexta corona consecutiva, variable que hace que los aficionados y espectadores de este torneo pierdan el interés y recurran a ligas con mayor competitividad.
Pero no es el único caso. La ciclotimia es un factor que suele darse seguido en esta competición. Desde el 2005 para acá, el Inter y la Juventus, ostentan el mismo récord al haberse quedado con cinco galardones de manera consecutiva, desplazando a los demás equipos y recurriendo a una invariabilidad que se hace tediosa para el espectador.
La gran consecuencia de esta uniformidad del vencedor, se traduce en la baja de espectadores que hay en los estadios. Resultado de flojas campañas o el predecible final que tendrá la liga, notando la diferencia que hay entre un conjunto con el resto, estas cuestiones llevaron a una diserción en los campos de juego, en donde la cantidad de público cayó, fenómeno que se arrastra hace ya algunos años.
Matteo Pinci, de La Repubblica, apunta que en los últimos cinco años el fútbol italiano ha perdido 9 por ciento de su público en las tribunas. La temporada 2008-2009 tuvo una media de 25.779 espectadores, mientras que la de 2013-2014 sólo 23.481, una deserción de 2.300 personas. Mientras tanto, el Milan prescindió de 8.000 abonados en un solo año.
En la concatenación de todo este fenómeno, encontramos situaciones similares en el plano continental. Años atrás, Italia ocupaba posiciones de mayor escala a la hora de la clasificación de las copas de Europa. Sin embargo, para la Liga de Campeones de este año, se ubica en el cuarto lugar, a punto de ser superada por Portugal. Cuenta hoy con dos plazas fijas para el campeón y el segundo y un tercer cupo para los play-offs.
Esto se une también, a la cantidad de trofeos que obtuvo en las recientes ediciones de esta competición. Para encontrar a un conjunto de esta nacionalidad que haya obtenido el título de campeón, hay que remontarse a la temporada 2009-2010 con el Inter derrotando al Bayern Múnich. Después de ahí, apenas una final para estos elencos, cuando en el 2015 la Juve cayó a manos del Barcelona.
Esta cuestión implica una comparativa con el resto de las grandes instituciones del mundo. Para conocer esta devaluación, alejándonos de los términos futboleros y pasando al mundo económico, Forbes elabora año a año el ránking con los equipos más caros del mundo. Si buscamos una institución italiana en este escalafón, hay que encontrarla recién en la décima posición con la Juventus, que posee un valor de 323.9 millones de euros. A ella, se suman tres equipos más de esta liga, dentro de los primeros 20 peldaños.
Pero no todo es liga y cuestiones de clubes. La selección tampoco atraviesa su mejor momento a nivel futbolístico y las dudas crecen en la medida en que los mundiales y diversas competiciones pasan. La azzurra absoluta que consiguió cuatro Copas del Mundo, una menos que la verdeamarella, con cinco títulos de esta índole, viene de fracaso tras fracaso en las últimas competiciones mundiales.
Si bien en el año 2006 consiguió el trofeo, tras derrotar a Francia en la final, por penales, los últimos dos mundiales representaron dolores de cabeza más que alegría. Tanto en Sudáfrica 2010, como en Brasil 2014, fueron eliminados en fase de grupos, cuestión que denota un golpe duro futbolístico y en donde tendrá que buscar revancha en la próxima competencia, a desarrollarse en Rusia 2018.
El calcio tiene lo malo de Italia como país
Gaby Ruiz, analista de esta situación, buscando encontrar alguna explicación a toda esta problemática, confiesa: “Es una suma de pequeñas cosas. Y una de esas pequeñas cosas es que el calcio tiene lo malo de Italia como país. Es un país bastante estancado. Hace muchos años que vive en una crisis permanente. Todo está un poco abandonado. Y el fútbol está un poco así, empobrecido, abandonado”.
La debacle de las instituciones de vanguardia, el sostén de una sola entidad con dirección como la Juventus, el mal pasar a nivel continental y las flojas actuaciones del seleccionado, son algunas de las vertientes que llevan a una oxidación del Calcio como una de las ligas de élite y que llaman e invitan a una reflexión, de parte de toda Italia.
- AUTOR
- Julián Barral
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