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«Sos la joya del lugar»
La letra de la mítica banda “Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota”, en el tema “Blues de la artillería”, nos convoca al mundo de la redonda. Y no porque la canción perteneciente al disco “La mosca y la sopa” hable sobre fútbol, ni mucho menos. Sino porque, tal como aparece en el título, hablaremos de precoces talentos que riegan de potrero y atrevimiento este deporte en Argentina.
El común denominador, al menos por estos lares, indica que aquellos jóvenes proyectos de futbolistas que vislumbran a los aficionados de cada fin de semana a corta edad sean encasillados bajo el rótulo de “La Joya”. Con consolidados y un tanto más dubitativos representantes, el mote de “crack” parece haber quedado en el olvido para imponer el actual, apodo que supo y sabe llevar adelante, por ejemplo, Paulo Dybala, de escasa suerte en su natal Instituto –al no poder conquistar el ascenso a primera- pero pieza clave en la Juventus que viene de ser subcampeona en Europa.
Varios serían los ejemplos de benjamines que emigran al viejo continente con un puñado de cotejos en su haber –Santiago Ascacibar y Juan Foyth de Estudiantes, recientemente-, pero aquí hablaremos de lo que hay de este lado del Río de La Plata. Y es que, por más que otros decidan continuar su carrera buscando mejor suerte dentro la élite, las promesas afloran por doquier en Argentina.
Comenzamos por la zona defensiva. Lucas Martínez Quarta –hoy fuera de las canchas por doping- parece ser el estereotipo de buen central que se nos viene a la mente, y representa el último eslabón de una cadena que tuvo años atrás a Germán Pezzela, Emmanuel Mammana y Ramiro Funes Mori, en River Plate.
Con apenas 21 abriles en su haber, y un total de 26 encuentros con “La Banda”, demostró personalidad para sacar del primer equipo a Arturo Mina y compartir dupla con Jonathan Maidana. El juego aéreo, la posibilidad de encontrar cabezazos en las dos áreas y las salidas por abajo, prolijas, son sus mayores cualidades.
En el lateral derecho, dos nombres pican en punta: Gonzalo Montiel –dirigido también por Marcelo Gallardo- y Fabricio Bustos son los apellidos que aparecen primeramente en escena. Montiel, nacido en 1997, subió al primer equipo como central y cuenta apenas con 14 partidos con la casaca del Millonario, pero sus buenas actuaciones, convicciones y decisión para marcar y pasar al ataque hacen que varios hinchas opten por él antes que por Milton Casco.
Bustos, de Independiente, maneja la posibilidad de jugar tanto de “ocho” como lateral por el sector derecho. Velocidad, determinación y vehemencia, tanto para atacar como para defender, son los atributos de este juvenil que ya tuvo su primer llamado a la Selección en la voz de Jorge Sampaoli y, en teoría, sería uno de los apuntados a estar en la cita máxima en Rusia. Dos goles en su haber, la titularidad indiscutida y la entrega de este chico que estuvo a punto de abandonar en las formativas, llevan a que los hinchas del Rojo lo comparen con Néstor Clausen.
En la mitad de la cancha nos dividimos entre los creativos y los de marca. Aunque quizá los más líricos sean quienes se lleven más las miradas del público espectador. En esta materia, Fran y Alexis Mac Allister son dos productos de la cantera inagotable de Argentinos Juniors que, primero con Gabriel Heinze y ahora con Alfredo Berti, busca mantener una línea de juego. En el 4-3-3 del Bicho, los hermanos se sitúan en lo que hoy se denomina como “volante interno”, despegándose de la posición meramente estructural del “cinco” para obtener más libertades por los costados, soltándose y aprovechando el factor sorpresa para llegar. Uno que ya no está pero también es parte de esta camada es Esteban Rolón, hoy en Málaga de España tras ascender con el elenco de La Paternal.
Más arriba, Joaquín Torres (Newell`s), Matías Vargas (Vélez Sarsfield), Tomás Chancalay (Colón), y Matías Zaracho (Racing Club) podrían conformar y dar el factor desequilibrio a nuestro equipo ideal de juveniles.
Torres apareció en “La Lepra” este año, de la mano de Juan Manuel Llop, y conforme pasaron los partidos no perdió la titularidad. Con apenas 20 años se ganó el puesto de mediapunta/extremo por derecha, aprovechando su perfil zurdo para enganchar y meterse desde la banda hacia adentro, intercambiando posiciones habitualmente con el “enganche” que suele ser Brian Sarmiento.
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Vargas tuvo el apaño de Miguel Russo, que lo llevó a entrenar con la primera. Nacido en 1997, se desempeña como media punta o como mediocampista por la izquierda, buscando cerrarse con el balón y meterse por el callejón del medio para generar daño. Rápido, escurridizo y encarador, su principal función se basa en abastecer a Maximiliano Romero -de quien hablaremos más adelante- y de pisar con el factor sorpresivo el área para finalizar las jugadas.
Chancalay simboliza “el sueño del pibe”. Con apenas 18 abriles y tres choques en su haber, al segundo se ganó la titularidad y le dio la victoria a su Sabalero por uno a cero, ante Arsenal. Si bien se destaca su velocidad y gambeta, puede hacerlo partiendo desde unos metros más atrás de la zona de fuego, o como extremo puro.
En el último orden, Zaracho, canterano de “La Academia” que cuenta con apenas 19 vueltas al sol en su vida, fue ganando terreno en la consideración de Diego Cocca para la Superliga 2017/2018. Encasillado en el centro de la zona medular, su mejor versión se ve acompañado de Diego González y Egidio Árevalo Ríos, encontrando libertades para sumarse a la línea de ataque, pisar el área de enfrente y buscar el juego asociado a un toque.
Ya en la delantera, Ezequiel Barco –Independiente- Lautaro Martínez –Racing- y Maximiliano Romero –Vélez- podrían conformar el tridente de ataque, con mezcla de verticalidad, pivoteo, juego asociado por afuera y presencia dentro del área.
Barco ya es una realidad en la versión que pretende Ariel Holan. Los que saben dirán que se encuentra en una habitual meseta por la que atraviesan los más chicos, para luego encontrar el camino al despegue. Parte naturalmente desde el sector izquierdo, pero se mueve por todo el frente de ataque, pudiendo hacerlo también por el callejón central, alternando posiciones con Maximiliano Meza y Martín Benítez. Con apenas 18 años, cuenta ya 50 partidos en primera división, una citación trunca al mundial Sub-20 con la Selección Argentina y convocatorias habituales para ser sparring de la Mayor. Su nombre ya empezó a colarse en los medios del viejo continente.
Lautaro Martínez es, quizá, la gema más grande del mercado local. Con la oferta de 12 millones de euros que prepararía el Atlético de Madrid para llevárselo, migajas de un semestre apenas demostró y ya llamó la atención de varios clubes de afuera. Con disponibilidad para actuar como “nueve de área”, posee también la característica de tirarse a los costados o salir de la zona de fuego para sumarse al funcionamiento colectivo, más cuando juega con un hombre de las características de Enrique Triverio, no así con Lisandro López, cuando se turnan para escapar de los límites geográficos en donde gobierna el arquero.
El último caso de la revisión será para Romero, goleador neto que se ganó la confianza de Omar De Felippe. Conoce bien el manual del artillero. Su zona de confort es donde gobierna el arquero adversario, donde se mueve como pez dentro del agua. Posee una tentativa ida al fútbol inglés, más precisamente al Arsenal, a donde por una lesión no pudo viajar. Con la “19” en su espalda y un precoz debut a los 16 años, buscará inflar las redes opuestas a su Fortín, que con mucho piberío mantiene una idea y busca zafar del descenso.
- AUTOR
- Julián Barral
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