Calcio
Ternana: La clase obrera al poder
A lo largo y a lo ancho del mundo hay equipos chicos que generan simpatía en un público de distintos países. Esto no suele deberse a los resultados, sino que los futboleros pueden sentirlos cercanos por las ideas políticas que representan, por los colores de su camiseta, por algún jugador en particular o, simplemente, por alguna campaña histórica en la que ganaron un campeonato contra todo pronóstico. En el primer grupo se puede ubicar a Ternana Calcio, que regresó a la Serie B italiana batiendo récords en la pasada temporada de la Serie C.
De la ciudad industrial de Terni -en la región de Umbría en el centro de la península-, este club de clase trabajadora fue fundado en 1925 por la fusión de Terni Football Club y Unione Sportiva Ternana. En la 1972/1973 se convirtió en el primer equipo de Umbría en jugar en Serie A y en la 1974/1975 jugó por segunda y última vez en la máxima división. En 1993 una bancarrota lo obligó a refundarse y en los últimos veinticinco años siempre alternó entre la B y la C.
En un primer momento, el club giraba en torno a la fábrica metalúrgica de Terni. Obreros de todo el país se mudaban para trabajar allí, la masa societaria de Ternana aumentaba y los dirigentes les regalaban las entradas para poder ir a la cancha los fines de semana. De hecho, el antiguo estadio Viale Brin -demolido en 1969- estaba pegado a la fábrica.
Aunque ya pasó mucho tiempo, sus hinchas más característicos nunca olvidaron sus orígenes y llevan consigo los valores históricos de la institución. Ellos son los Freak Brothers, quienes no se consideran barras bravas y son reconocidos en Italia por sus famosas coreografías para alentar a su equipo. Ocupan la Curva Este del actual estadio Libero Liberati y llegaron a principios de los ’80 para reemplazar a los violentos Ultras 74. Los Freak Brothers siempre estuvieron alineados con una ideología de extrema izquierda y en sus inicios fueron víctimas de represión policial en las canchas italianas. Esto los llevó a crear el movimiento Resistenza Ultras con otras hinchadas de izquierda como las de Livorno, Cosenza y Casertana, que buscan ponerle un freno a la violencia institucional, al racismo, al fascismo y al apoliticismo en el fútbol italiano. Dentro del país, también tienen una buena relación con los seguidores de Atalanta y Sampdoria, mientras que en el exterior son amigos de los hinchas de Celtic, Standard Lieja, NEC Nimega y St Pauli. Entre sus rivales están Perugia -al que enfrenta en el Derby dell’Umbria- y los relacionados a la extrema derecha Lazio, Hellas Verona, Ascoli, Reggina y Brescia.
El Libero Liberati fue inaugurado en 1969 y lleva el nombre de un campeón italiano de motociclismo nacido en Terni y fallecido en un accidente mientras entrenaba siete años antes de la apertura. En las paredes del estadio aún se conservan los murales pintados por la Brigada Pablo Neruda, un grupo de chilenos que se exiliaron en Umbría tras el Golpe de Estado de 1973. Luego del fallecimiento del poeta, quien compartía ideales con los seguidores de Ternana, los miembros de la Brigada utilizaron el arte para compartir la tristeza por la situación del país.
En un partido contra Livorno por Serie B en 2014, los futbolistas de los Fere (bestias en el dialecto de Umbría) salieron a la cancha con cascos amarillos en solidaridad con los obreros de la siderúrgica AST, quienes estaban en huelga por los despidos masivos. Los hinchas de Livorno los aplaudieron y los veintidós jugadores posaron con una bandera mostrando su apoyo.
A principios de abril, Ternana se consagró en la Serie C y en el Millerntor los hinchas de St Pauli colgaron una bandera para felicitarlos. No fue la primera vez que lo hicieron, ya que es muy común ver trapos de ambos clubes en sus respectivos estadios. Cuando en agosto de 2016 un terremoto sacudió la región de Umbría, St Pauli presentó una pancarta con el lema Forza Umbria escrito en rojo y verde, los colores de Ternana. Un lujo que se pueden dar los Freak Brothers es que una bufanda suya es el único objeto de otro club que se puede observar en el Jolly Roger, el pub que es un templo de St Pauli.
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Un ídolo fere es Riccardo Zampagna, hijo pródigo de Terni. A pesar de haber jugado solo en la temporada 2003/2004 (21 goles en 41 partidos), siempre manifestó su amor por el club. Identificado también con Atalanta, en 2011 anunció su retiro y ambas hinchadas se unieron para organizar un partido homenaje en el Liberati. El estadio se llenó y todo lo recaudado fue para distintas organizaciones sin ánimo de lucro de Terni. Atalanta de 2007 enfrentó a Ternana de 2004 y el homenajeado jugó un tiempo para cada uno. Al terminar el partido, Zampagna -con la camiseta de la Dea– se fue a la Curva Este a flamear la bandera verde y roja y a cantar canciones de Ternana con los Freak Brothers, con quienes conserva una gran amistad.
Desde junio de 2017, el club es propiedad de Stefano Bandecchi, presidente y fundador de la Università degli Studi Niccolò Cusano. La UNICUSANO es una universidad privada de Roma y el primer gesto de Bandecchi fue poner su nombre arriba de Ternana en el escudo. Esto no cayó nada bien en los hinchas y, para colmo, en la primera temporada con la nueva administración los Fere bajaron a Serie C. Tras recibir insultos y ser exigida su renuncia, el dueño accedió a retirar el nombre de la universidad del logo y recuperar el histórico escudo. Allí figuran el nombre, el 1925 y un guiverno, un dragón mitológico muy popular en la heráldica. Las disculpas de Bandecchi, quien lleva poco tiempo en el mundo del fútbol, fueron aceptadas por la Curva Este.
El club cumplió un rol social fundamental en una de las regiones más afectadas por el coronavirus, brindándoles comida y ropa a los sectores menos beneficiados. En tiempos en los que se juegan partidos a puertas cerradas, Ternana rompió sus vínculos con las cableoperadoras que trasmiten el fútbol y pasa sus encuentros de forma gratuita para todo el territorio italiano a través de su web oficial.
Entrenados por Cristiano Lucarelli, un ídolo de Livorno, Ternana fue el mejor equipo de la Serie C. Terminó puntero del Grupo C con 90 puntos, veintidós más que sus escoltas Catanzaro y Avellino. Fue precisamente una goleada 4-1 sobre Avellino la que le dio el título a los verdirrojos, cuando aún faltaban cuatro fechas por disputarse. Este ascenso un mes antes de la finalización de la temporada regular es un récord desde que la categoría tiene el actual formato. Como si esto fuera poco, después venció por 3-0 a Como y 1-0 a Perugia en las finales entre los campeones de grupo. En total, fueron treinta triunfos en treinta y ocho partidos, con seis empates y apenas dos derrotas. De los noventa y nueve goles anotados, diecisiete fueron de sus goleadores Anthony Partipilo y el uruguayo César Falletti, mientras que otros doce fueron anotados por el experimentado Daniele Vantaggiato.
Quedan cuatro años para su centenario y desde el club manifestaron que el objetivo para la próxima temporada es mantenerse en Serie B, mientras que a medio plazo buscarán ser protagonistas y pelear por un ascenso a Primera antes de 2025. Si juegan como lo hicieron en la última campaña, donde fueron el último equipo en perder el invicto sumando todas las categorías profesionales de las cinco grandes ligas europeas, en Terni pueden ilusionarse con un futuro promisorio.
- AUTOR
- Guido Antonelli
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