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The Brian Clough way: Parte I
Primero lo primero, Clough fue un grandísimo delantero. Algo que sacaba a relucir orgullosamente durante los entrenamientos. Sus goles, de sus asistencias, de su habilidad en el fútbol. Sus inicios infantiles fueron en el Billingham Synthonia F.C. donde fue encontrado por el Middlesbrough. En el «Boro», pasó casi toda su carrera juvenil hasta que fue llamado a hacer el servicio militar obligatorio para la Royal Air Force. Una vez terminado esto, volvió al equipo de su ciudad donde se convirtió en figura y goleador. Logró 204 goles en 222 partidos. Una cantidad bestial, tal así que llamó la atención de otros clubes.
Fue en ese entonces cuando en el año 1961, Clough fue traspasado al Sunderland. Los «Black Cats» contrataron el servicio del delantero por £42.000, lo que era una gran cantidad de dinero para la época. Era el mejor momento de Brian Clough como futbolista y se frustró su carrera. El Boxing Day de 1962 fue el día donde se terminó la trayectoria del Clough jugador. Una lesión sufrida ante el Bury F.C. cuando chocó su rodilla con el hombro del arquero rival, le produjo una rotura de ligamento cruzado anterior. Hoy día, esa lesión son seis u ocho meses de recuperación, pero en ese entonces, era el retiro o una rehabilitación muy larga.
El Sunderland notó mucho la falta de su estrella. Perdió el ascenso esa temporada, pero la siguiente (1963-1964) consiguió ascender a la máxima categoría del fútbol inglés. Y esa temporada, se iba a producir el debut de Brian Clough en Primera División. Un año y medio después de su lesión, el que a futuro fue conocido como The Big Old ‘Ead, pisó otra vez un campo de juego. Pero sólo pudo jugar tres partidos, con un gol. Tras eso se retiró. Esa temporada estuvo el partido despedida en Roker Park, el antiguo estadio del Sunderland demolido en 1997. Más de 30.000 personas fueron a despedir al gran goleador.
Y en ese preciso momento, nació la leyenda de los bancos ingleses. George Hardwick, técnico del Sunderland por aquel entonces, le ofreció a Clough ser técnico de las divisiones inferiores de los Gatos Negros. Sería un mundo nuevo para el ex-delantero estrella. A los 29 años, Clough empezó este camino. El primer año en las inferiores del Sunderland le fue bien, le sirvió de experiencia y a fin de esa temporada consiguió el título de técnico de la Football Association. Y con esa pequeña experiencia con sólo 30 años, el Hartlepools United (luego cambió su nombre al actual, Hartlepool United) lo contrató como técnico para el equipo. El aceptó y pidió por su gran amigo y compañero de aventuras de siempre: Peter Taylor.
Taylor estaba de técnico en el Burton Albion y no dudó ni un segundo en seguir a su amigo en esta aventura. El Hartlepools era un equipo de Cuarta División, que siempre luchaba por la permanencia (venía de salir en los últimos puestos cinco veces en seis temporadas) y la economía del club no era buena. Tal así que Clough iba a los pubs de la localidad en busca de ayuda de los ciudadanos para mantener el club a flote. Incluso aprendió a manejar para poder llevar a sus jugadores a los partidos de visitante. Así de compenetrado estaba en su primera experiencia como técnico.
La segunda temporada de Clough -1966-1967- en el Hartlepools fue muy buena. Aunque sufrieron el despido por parte de Ernest Ord, que luego fue echado por la comisión directiva del club y Clough fue renombrado técnico del equipo. Terminó octavo y llamó la atención del Derby County que hacía años intentaba sin éxito el ascenso a Primera. El dúo Clough – Taylor se marchó al Derby. El equipo llevaba diez años en Segunda División y había quedado afuera de la pelea los últimos cinco, antes de la llegada de Brian Clough. La primera temporada de Clough fue «mala» si se entiende que el Derby County terminó un puesto más abajo que la temporada anterior a su llegada.
Pero la segunda sería el momento clave. Sólo dejó a cuatro jugadores del plantel anterior: Kevin Hector, Alan Durban, Ron Webster y Collin Boulton (todos jugadores históricos del Derby County hoy día). Y echó a mucha gente en el club, entre ellos: la secretaría del club, el canchero y el ojeador jefe. Incluso despidió a dos mujeres que se rieron de él tras una derrota. Sus fichajes fueron de gran agrado para todos. John McGovern, a quién terminaría llevando a todos los clubes en los que fue técnico, John O’Hare y Les Green (luego se sumaría Dave Mackay, mundialista con Escocía en Suecia ’58) hicieron de un Derby County imparable.
Esa temporada, el Derby County fue campeón de la Segunda División con una racha de 22 partidos invictos. Y ahora llegaba la parte importante para «Mr. Clough» como se hacía llamar por sus jugadores. La máxima división. Y no defraudó para nada. El Derby County terminó cuarto la primera temporada, el mejor resultado en más de 20 años pero por los problemas financieros no pudo jugar en Europa y le dieron una multa de £10.000. La temporada siguiente, terminó noveno el equipo. Le faltaba algo, Clough y Taylor se rompieron la cabeza, y el chanchito, para encontrar a ese jugador que faltaba. En febrero de 1971, Brian Clough declaró a la prensa: «No podemos afrontar el costo de Colin Todd»…y lo terminó fichando ese mismo mes. Así era Clough. Un personaje, alguien que definitivamente deja a la sombra al actual José Mourinho y sus «mind games», como se los conoce en Inglaterra.
Y la temporada 1971-1972, Clough peleó el título con su humilde Derby ante potencias como Liverpool y Leeds United. También estaba el Manchester City, sin los petrodólares claro, en la pelea ese año. Derby County lideró con un punto de diferencia tras la última fecha que venció 1-0 al Liverpool. Ahora quedaba en Liverpool y Leeds el ganar su último partido, postergado por el calendario ajustado de ambos, una semana después del partido del Derby. Pero Leeds perdió con el Wolverhampton y Liverpool empató con el Arsenal y esto lo convirtió en campeón al Derby County por primera vez en sus 88 años de historia. Definitivamente, era la gloria para Brian Clough. El asentarse totalmente como un técnico diferente.
Y ahí empezó el agrande, y el personaje que todos conocen, de Clough como técnico. Se negó a ir a la pretemporada del Derby County de la temporada siguiente por Holanda y Alemania Occidental. Terminó yendo Peter Taylor. Mientras que no fue a la Charity Shield (hoy, Community Shield). Eso era Clough en su máxima expresión. Sam Longson, presidente del Derby, cada vez soportaba menos a Clough pero que podía decir o hacer con él. La relación entre la dupla Clough – Taylor y la directiva del club era tensa. David Nish llegó al Derby County desde el Leicester City por £225.000, una transferencia récord en ese momento, y la directiva ni siquiera lo había tenido en cuenta por su costo.
Clough saltó sobre ellos y lo fichó él por decisión propia. Y también comenzó el show de las frases del técnico inglés. Tras este fichaje, se quejó de la hinchada del Derby. «Ellos sólo cantan cuando está por terminar el partido y sí vamos ganando. Yo los quiero escuchar cuando estamos perdiendo. Dan vergüenza»; esta declaración de Clough forzó a Longson a salir a aclarar las cosas y dejar en claro que él no estaba de acuerdo con estos dichos. A pesar de esto, el Derby terminó séptimo en liga y llegó a la semifinal de la Copa de Campeones de Europa. Fue contra la Juventus y perdió por 3-1. A la salida del vestuario declaró: «No voy a hablar sobre tramposos», en clara referencia al partido que perdió previo a este con el Leeds United de Don Revie, donde Billy Bremner y compañía lesionaron a varios jugadores claves del Derby.
Tras esto empezó la peor parte para Brian Clough al cargo del Derby. Artículos en los diarios con su firma donde criticaba al fútbol inglés en general, historias que se empezaron a dar la luz como cuando Clough y Taylor fueron hasta Upton Park y ofertaron £400.000 por Bobby Moore y Trevor Brooking. Claro, sin el consentimiento de Longson y la comisión directiva. Estos pases nunca se dieron pero esto recién se enteró Longson años después hablando con el director deportivo de ese momento del West Ham, Eddie Chapman.
Todo esto llevó a Brian Clough a poner en decisión de la directiva su renuncia y la de Peter Taylor, sin conocimiento de este último. Longson y compañía que ya estaban cansados de Clough y sus acciones que saltaban sobre ellos, aceptaron. Y Brian Clough pasó a ser un técnico sin club. De la gloria al ocaso, de ser el mejor de Inglaterra a irse por su soberbia. Eso era Clough. Si hoy día para algunos José Mourinho es un habilidoso ante las cámaras y medios, Clough fue el predecesor.
- AUTOR
- Cultura Redonda
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