América
Toda una vida color de lila…
Dentro de todo este homogéneo mundo de la redonda, entra un club del ascenso de Argentina. Otro más que se suma a la galería de quienes pegaron el salto cuantitativo y cualitativo para aparecer en la esfera mediática, a fuerza de conquistas y entrañables situaciones. Sacachispas, cuadro de origen curioso por sí mismo, aparece en el foco de los amantes del deporte argento por su humorística forma de sentir este deporte, por su categórica manera de jugarlo y por las historias de vida que acarrean inmersos en divisionales poco gratas para profesionales.
Antes del show y el salto al estrellato por fotografías de tonalidades cómicas, el elenco de Villa Soldati mantuvo su cronología en el anonimato absoluto. Motivada su creación por un par de jóvenes que incursionaron en los viejos “Torneos Evita”, su etimología nació inspirada en los relatos de ficción ideados por la pluma de Ricardo Lorenzo, más conocido como “Borocotó”, que publicaba sus crónicas en la revista “El Gráfico” bajo el título de «Apiladas». Fue entonces en el año 1948, que el grupo de benjamines se alistó para la competencia tocaya de Eva Duarte, esposa en ese entonces del Presidente de la Nación, Juan Domingo Perón. El nivel demostrado por estos chicos fue notorio, tanto así que llegaron a las semifinales del certamen, disputadas en el Antonio Vespucio Liberti bajo la atenta mirada del ex Jefe de Estado, emocionado por el despliegue y el entusiasmo que mostraron aquellos soñadores con cancha de pavimento, debido a que su recinto para despuntar su vicio era la calle.
Cuatro años más tarde, y con un proceso de crecimiento a contrarreloj, levantaron su primer estadio, con ubicación en la intersección de las calles Lacarra y Corrales, en terrenos cedidos por el municipio luego de una gestión de la Secretaría de la Presidencia de la Nación. Veinticuatro meses después, consiguieron la afiliación a la Asociación del Fútbol Argentino, en donde Sacachispas debutó con un ascenso de categoría derrotando a Deportivo Morón.
Ya de por sí, el nacimiento, denominación y la ligazón política que sostiene a esta institución serían condimentos para cualquier tipo de crónica. Sin embargo, la actualidad es el motor que nos impulsa a escribir estas líneas sobre el Lila, sin olvidarnos del génesis de este proceso que corresponde al ascenso a la Primera C en la temporada 2003/2004, pero con punto clave de inflexión que corresponde a la contratación del “padre de la criatura”: Norberto D´Angelo.
D´Angelo, entrenador de basto recorrido por las categorías en donde los jugadores poseen otros trabajos, recaló en el año 2015 en el Villero, luego de pasos por la divisional con equipos como Talleres de Remedios de Escalada, Liniers y Defensores Unidos de Zárate. Es ahí cuando nace la comunión de estos dos personajes, con énfasis en factores fundamentales que lo llevaron a tomar la decisión de recalar allí, tal como el mismo DT explica a Cultura Redonda: “Me vinieron a proponer trabajo y acepté. El desafío es que había un proyecto detrás y la idea era mantenerlo. Eso me motivó”.
Apenas meses más tarde, encontraron su lugar en los puestos de vanguardia, con un principal argumento basado en el poder de fuego en ataque que lo convierte en el equipo más goleador de todas las divisionales argentinas, con un total de 63 tantos a favor en la temporada, relegando a Boca Juniors –líder en soledad en la élite- a escalones más abajo. Una representatividad de la agresividad que tiene la oncena en cancha. Se apoyan, claro, en tres estandartes claves para tamaña estadística. Eduardo Dos Santos y Maximiliano Quinteros, o Edu y Pichu como son conocidos en la intimidad del plantel, son quienes aportan la mayor cuota goleadora, repartiéndose 16 conquistas cada uno. Por su parte, Raúl Pérez –Dudy para los amigos- es la representación corporal de un volante con llegada, ya que ligó el balón con la red en once oportunidades.
“En 32 partidos tenemos 63 conquistas. Somos muy atacantes y no solamente eso. Fuimos el primer equipo clasificado para la Copa Argentina, el que más ganó de visitante, el más goleador y el único de la C que le gana a uno de la A. Son muchos objetivos que venimos cumpliendo, batiendo récords”, comenta el técnico, con el semblante del orgullo como bandera y con justa razón, ya que los números y hechos hablan por sí solos. Lideran la tabla de Primera C y, tras eliminar a Arsenal desde el punto penal, avanzaron a dieciseisavos de la copa doméstica.
Uno de las elementos diferenciales de este plantel es la variante en edades. La heterogeneidad y vivencias disímiles que ofrecen los dirigidos son una llave de diversificación ya que, por ejemplo, posee entre sus filas a Alejandro Ayala, artillero de 42 años y con título del más veterano, por un lado, o a players tales como Gonzalo Viedma, categoría ’98, que con 19 abriles hace historia con sus compañeros.
“Este es un equipo que trata de jugar bien, mantener la pelota pegada al piso y ser muy ofensivo durante los noventa minutos”, así define el cráneo de Saca la intención que mantiene para con sus soldados, sosteniéndose en el fútbol que impone su estratega Dudy; con Bryan Mendoza y Gonzalo Minguillón como estandartes en la zona medular, una línea de tres gladiadores en el fondo compuesta por Carlos Arancibia, Darío Carpintero y Leandro Domínguez, y el condimento extra que le otorgan los dos puntas bien picantes.
D´Angelo no escapa a los elogios, entiende que concretaron un papel preponderante en el seno del ambiente y explica qué le provoca la repercusión que tomaron con su labor: “Nos genera satisfacción, porque reconocen el trabajo que hacemos y ven cómo juegan los chicos. Somos reconocidos por lo que hacemos y, quizá, todo lo que hacen aparte del juego, que tiene que ver con el cotillón que le agregan y que llama mucho la atención”.
Pese a subrayar las formas de juego como principal virtud, no podemos dejar de lado las apariciones en el field, haciendo partícipes a los 18 jugadores que están en el verde rectángulo con un mensaje de concientización e iconografía en una simple pose. En tiempos de violencia desmedida y en donde el supuesto protector es esclavo de un sistema perverso y de aire viciado, por iniciativa de Dos Santos salen con máscaras de superhéroes y buscan hacer llegar un mensaje que desdramatice, genere conciencia y dé a entender que todo esto es un juego: “Ellos creen que saliendo de esta manera dan alegría, quieren ser felices dentro del campo. Todo es consensuado con los compañeros y, en principio, conmigo. Yo les pregunté por qué iban a salir con eso y me dieron la explicación que me dejó bien. Yo les decía que acá podemos ganar, perder o empatar, pero que nadie se jugaba la vida, entonces buscan poder transmitir todo esto”.
La recta final arranca y el sueño de una primera participación en la B Metropolitana es más que tangible para este grupo. La institución motivo de burla durante mucho tiempo, con la típica frase de “este no puede jugar ni en Sacachispas”, y que tuvo un breve acercamiento con el Mercado Central, propuesto por Guillermo Moreno en aquel entonces, buscará acercarse lo más posible a la gloria en las últimas jornadas, con el aliento y el objetivo a corto plazo que el deté nos confió: “Faltan seis fechas, llevamos doce puntos y queremos culminar el campeonato con el ascenso”.
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- AUTOR
- Julián Barral
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