Sampdoria ha logrado ganar todos sus partidos en el estadio Luigi Ferraris, tanto los que jugó en condición de local como el Derby della Lanterna frente al Genoa. La consecución de resultados (ocho puntos de 18 como visitante) posibilitaron ascender peldaños en la Serie A y evidenciar sus cualidades colectivas. Los blucerchiati se mueven siempre como un bloque sólido, presionan con justeza y mucha pulcritud a diferentes alturas del campo y tienen talento para juntarse con el balón. En ese contexto, la figura del mediocentro Lucas Torreira ha crecido continuamente.

El uruguayo es una pieza fundamental de los dirigidos por Marco Giampaolo. Lleva varios partidos a gran nivel en la presente temporada, sosteniendo una evolución que data de la temporada pasada. De apenas 21 años, es su segundo año en la máxima división italiana y parece que llevara mucho tiempo en ella. Previamente a recalar en lares genoveses, había jugado y ascendido a primera con el Pescara, tras una prueba que pasó a los 17 años sin siquiera haber debutado en el fútbol de su tierra natal.

Torreira se especializa en el corte y la entrega rápida y simple de la pelota a un compañero. Hace del robo un arte, para posteriormente jugar con simpleza. Cubre el carril central con inteligencia, barre hacia los costados y, pese a no tener suma calidad en salida desde atrás, dispone de un fino primer pase y una buena visión. Así, organiza al equipo con pases cortos y seguros. También, cuenta con dos virtudes centrales: conoce los momentos exactos para saltar a campo rival como un perro de presa y recuperar cerca de la zona de fuego, y en repliegue puede robar incluso en inferioridad numérica.

Torreira es sinónimo de corte y juego simple

Pese a haber mantenido su rendimiento, aún no fue convocado por Oscar Tabárez para el seleccionado de Uruguay. De todos modos, teniendo en consideración la renovación de volantes que propicia el entrenador con nombres como Federico Valverde, Rodrigo Bentancur o Nahitan Nández, es de esperar que pronto el centrocampista de la Samp tenga su oportunidad. Sí había sido citado a la selección Sub 17 previamente a dar el salto a Europa, pero no logró mantener su lugar de cara al Mundial de la categoría disputado en 2013 (Uruguay cayó en la final ante Francia).

De contextura física pequeña, la que aprovecha para escabullirse entre adversarios para hacerse de la pelota con mayor facilidad, agrega otras virtudes como la llegada a posiciones ofensivas desde segunda línea o la pegada con su pierna derecha, tanto en jugadas en movimiento como en pelota parada. A Italia había llegado como delantero, aunque progresivamente lo fueron reconvirtiendo. Hoy en día, es un nombre que empieza a sonar para equipos más grandes del Viejo Continente.

El desafío de Sampdoria será mantener el nivel del presente curso, ubicado en los puestos de vanguardia por respetar su estilo y tener dos delanteros talentosos y amenazantes como Duván Zapata y el experimentado Fabio Quagliarella. Será turno de observar si la curva de rendimiento de Torreira sigue en forma ascendente, y si puede ganarse un lugar pronto con la camiseta celeste.