#TipsDeLosLunes
Trece, ¿qué te parece?
Ver fotos, fichas y cualquier cosa que refiera a Alemania 2006 es abrir las compuertas para que me inunde la nostalgia. El primer Mundial que uno atraviesa de forma consciente, es un tatuaje en la biografía de los amantes del fútbol. En mi caso, viví la Copa del Mundo celebrada en suelo germano con 9 años. De Francia ’98 no tenía ni retazos, y del dolor del 2002, tan solo alguna imagen extraviada. Pero de la Selección de José Pekerman claro que tenía una vivencia clara de que estábamos atravesando algo que, cada cuatro años, reinventa por completo la rutina. De aquellos tiempos, desde el rostro de Oliver Kahn en el debut de Alemania –al haber quedado relegado por nuestro futuro verdugo, Jens Lehmann-, hasta las caderas de Shakira al ritmo de Hips Don’t Lie, son material invaluable en la profundidad de mis memorias.
El término “one-term president” se emplea para etiquetar a los presidentes que ejercieron el ejecutivo durante un solo período, usualmente haciendo referencia a los que buscaron una relección y fracasaron. Empleado asiduamente en el campo de la política estadounidense, Jimmy Cartes y Geroge H. Bush (sí, el enemigo de Homero Simpson) son los ejemplos más recientes. En definitiva, es un buen adjetivo para describir a quien arribó a un sitio cumpliendo una expectativa principal, pero lejos estuvo de completar su objetivo.
Permitiéndome la similitud comparativa, la Selección Argentina del Mundial 2006 es una selección one-term. Lejos quedó de arribar a la ansiada copa, y su estructura rápidamente se descompuso, con la ida de Pekerman como puntapié inicial. Sin embargo, se trata de un equipo que dibujó en nuestras retinas momentos sencillamente inolvidables, siendo algunos los puntos más altos o más cargados de fervor hasta hoy, con la excepción del 2014. El magistral paseo a Serbia y Montenegro –con el gol de Esteban Cambiasso con multiplicidad de toques-, el golazo de Maxi Rodríguez a México, la victoria temporal ante Alemania, Juan Román Riquelme, Lionel Messi y Carlos Tévez compartiendo plantel, fueron los greatest hits de aquel equipo que, tras cinco cotejos, abandonó el más importante de los torneos. La participación del 2006 parece ser una de las más exitosas selecciones one-term.
Casi una década y media pasó de aquella aventura. Lo que sobrevive de aquel seleccionado no son mucho más que videos y memorias. Los jugadores que integraron aquel team, o están retirados, o encontraron su plenitud en la celeste y blanca con otro técnico. Quizás las únicas excepciones a este último ítem sean Juan Pablo Sorín y Javier Saviola. El primero, capitán durante la era JP, no retornaría al seleccionado tras el certamen. El Conejito, apuesta del técnico, rindió muy bien en la competición, pero lograría dicho nivel con la celeste y blanca a posteriori.
Más de la mitad de los convocados hoy se encuentran fuera de las canchas. Algunos incluso son entrenadores con reconocibles trayectorias: Gabriel Heinze, Pablo Aimar, Hernán Crespo, el técnico de la selección Lionel Scaloni (podemos debatir el concepto de reconocible aquí) y Gabriel Milito, encabezan este lote. Pero lo cierto es que por dicha suerte también camina Leo Franco en el ascenso español, Leandro Cufré comanda al Atlas mexicano, Roberto Abbondanzieri como par de Martín Palermo, y Roberto Ayala como parte del cuerpo técnico del combinado nacional. Nicolás Burdisso optó por la dirección deportiva en Boca Juniors, Juan Román Riquelme reaparece de vez en cuando en programa futbolísticos, Julio Cruz naufragó como candidato PRO en Lomas de Zamora, Saviola rearmó su vida vinculándose al fútbol de Andorra y Sorín oscila entre el periodismo y el activismo.
En actividad continúan los que en aquel entonces peinaban la edad de primeros veinte, y hoy deambulan más próximos a la conclusión que al clímax de sus trayectorias. Oscar Ustari sigue intentando hacerle frente a una racha de lesiones que lo ha atormentado durante su carrera, entrenando por su cuenta y buscando club. Fabricio Coloccini es uno de los referentes de San Lorenzo, club al que volvió tras años y años en Europa. Carlos Tévez rota entre titularidad y suplencia en Boca Juniors. Javier Mascherano quema sus últimos cartuchos en China. Rodrigo Palacio haría las valijas en cualquier momento para regresar a la Argentina tras más de una década en Italia. Maxi Rodríguez disfruta de una tercera etapa en su Newell’s. Y Lucho González forma parte del Athletico Paranaense brasileño.
Imposible obviar la presencia de Lionel Messi, quien por lejos mejor presente posee de los involucrados en el plantel argentino en Alemania 2006. Bien se recuerda que finalizó enemistado con José Pekerman, el DT cuyas tácticas implicó que el del Barcelona vea, rezagado, la eliminación argentina desde el suelo del banco de suplentes. El técnico, que hoy pisa los 70 culminó el último año un altamente próspero ciclo al frente de la Selección Colombia.
Pero, ¿a qué se debe esta rememoración a sucesos que tomaron lugar tanto tiempo atrás? A la sorpresiva novedad que invadió los medios en la última semana, cuando de cara a los Juegos Panamericanos, se estipuló que el entrenador de la Sub-23, Fernando Batista, optaría por tres mencionados anteriormente para componer a los over-23 que integrarán la nómina: Coloccini, Mascherano y Maxi Rodríguez. Tres integrantes de aquel plantel que hace trece años cruzó en el camino a Costa de Marfil, SyM, Holanda, México y Alemania.
Si bien es cierto que tanto JM como MR coincidieron posteriormente en torneos de selección (con Brasil 2014 como punto máximo), que el lateral del Ciclón también integre esta especulación hace rememorar a los tiempos en que ambos compartían rutina hace trece años en Herzogenaurach, sitio donde concentró el equipo durante la Copa del Mundo. Cruzaron en aquellos pasillos también tanto al entrenador de la mayor, Scaloni, como al del Sub 17, Pablo Aimar. El círculo cierra.
¿Hay resto para llamar a Ustari, González o Tévez? Lo dudamos. En una selección que apeló a un sinfín de tácticas, planes, místicas, desarrollos y proyectos para volver a acariciar un título, las despedidas al parecer nunca son definitivas, así como el éxito es constantemente esquivo. El mundo cambió mucho a como era en 2006. Así como lo era en 1996, o como lo vivimos en 2016. Lo transversal fue una selección a la cual arribar al título se le hizo, sencillamente, materia imposible.
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- AUTOR
- Esteban Chiacchio
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