Será una temporada imposible de olvidar para José Leonardo Ulloa. El delantero nacido en Río Negro hizo historia en Inglaterra al coronarse campeón con Leicester City en su segundo año con los Foxes.

Perseverancia. Esa podría ser la palabra que mejor defina al argentino, casi que una condición básica para jugar en este equipo que hace dos primaveras estaba en Segunda División y hoy es portada de todos los diarios del mundo.

Porque si bien hoy este atacante de 29 años le dará su nombre a una calle de la ciudad de Leicester, su relación con la redonda no siempre fue fructífera. Iniciado en la CAI de Comodoro Rivadavia también pasó por San Lorenzo, Arsenal y Olimpo (con el cual descendió) en Argentina. Sin protagonismo ni demasiadas oportunidades, terminó cruzando el océano en 2008 al Castellón de la Segunda División de España.

San Lorenzo fue uno de los cuatro clubes argentinos dónde jugó Ulloa.

Allí jugó dos temporadas en las que se encontró con su mejor nivel, dando a su carrera el salto que hacía rato venía buscando. Sus goles no bastaron para que su equipo mantenga la categoría, pero los 30 tantos en 78 partidos sí llamaron la atención de otros clubes de la LFP, como la Unión Deportiva Almería. En ese lugar, tras un primer año marcado por el descenso a Segunda División, redondeó una segunda temporada fantástica en la cual convirtió 29 goles (28 en liga y uno en Copa del Rey).

Almería, un paso clave en la carrera de Leonardo Ulloa.

Para comienzos de 2013 aterrizó en Brighton & Hove Albion, de la división Championship de Inglaterra. A pesar de no conseguir en su año y medio el ascenso con las Gaviotas marcó 26 goles en 58 encuentros, dos de ellos ante Leicester City, campeón de la categoría en 2013/2014. Nigel Pearson tomó nota y no dudó en sumarlo a sus filas para el desafío que suponía la Premier League, para lo cual los Foxes desembolsaron diez millones de euros (cifra récord para el club) por el pase del delantero.

Su arranque no pudo haber sido mejor: cinco goles en las primeras cinco fechas fueron su carta de presentación ante sus nuevos hinchas. En su primer año en la máxima categoría del fútbol inglés, el delantero fue una pieza clave en el conjunto que logró evitar el descenso hacia el final del campeonato marcando 11 goles.

Es cierto que con la llegada de Claudio Ranieri el nacido en General Roca perdió terreno. El italiano optó por Shinji Okazaki en su once de memoria junto a Jamie Vardy, pero aún así el argentino encontró el premio a tanto esfuerzo: marcó el empate agónico ante West Ham United y, con Vardy suspendido, contribuyó con dos tantos en la goleada sobre Swansea City, que significó el paso definitivo hacia el título.

A los goles (fueron seis esta temporada), el atacante le suma una buena dosis de solidaridad y entrega, características innatas de este sorpresivo y merecido campeón de la Premier League. A su potencia física le suma velocidad y tiene facilidad para bajar y participar del armado de juego y también para alternarse con Vardy el centro y los costados del ataque, aunque su puesto ideal sea en el centro del área.

La historia de Leonardo Ulloa bien puede servir de enseñanza para muchos chicos (y no tanto) de nuestro país. Su camino fue inverso al de la mayoría: mientras abundan los casos de jugadores que se destacan en el fútbol argentino para terminar en la intrascendencia del fútbol europeo, el suyo es un ejemplo a la perseverancia y a la creencia en uno mismo. De la desilusión al éxtasis. De la frustración a la alegría. Del silencio al desgarrador grito de campeón.

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