Historias
¿Un club, Real?
Cuando a uno le nombran el ascenso del Fútbol Argentino, la mayoría de las veces, se imagina estadios en localidades recónditas del país, estructuras a medio hacer o a las que el tiempo les pasó por encima, despintadas, tablones de madera, canchas con más tierra que pasto, clubes que sufren por la economía, jugadores que tienen otro trabajo porque del fútbol no pueden vivir e hinchas que sin recibir nada a cambio, van a alentar o incluso a contribuir con algo de dinero por amor hacia el club, ese que aman. Pero en la C (cuarta división) hay uno que es diferente a todos estos, es que es literalmente, todo lo contrario, y se llama Real Pilar.
La última temporada de esta división semiprofesional, se disputó de la siguiente manera: El calendario se dividió en dos torneos, Apertura y Clausura, cada uno de una rueda todos contra todos. Los ganadores de cada torneo clasificaron a una final a dos partidos, donde se consagró al campeón, equipo que directamente obtuvo el boleto para jugar en la B Metropolitana (Dock Sud). El segundo ascenso se definió en un torneo reducido por eliminación directa, del cual participaron los seis mejores puestos de la tabla general (la suma de puntos entre ambos torneos), donde no se tuvieron en cuenta los puntos de los clasificados a la final, y el perdedor de la misma.
Ya explicado el sistema de competición, avancemos a lo que vinimos. A falta de dos fechas para el final del Clausura, aún restaban definir los puestos en la clasificación al Reducido, donde se pondría en juego el segundo ascenso a la Primera B. Real Pilar venció 2-1 a Excursionistas y se metía de manera momentánea en zona de clasificación, aunque finalmente, el «Monarca», no logró acceder al reducido porque no sumó en la última fecha, ¿pero cómo es posible que un club que cinco años atrás no existía, pelee el ascenso a la tercera categoría del Fútbol Argentino?
Cuando hablamos del ascenso de Argentina se suele entender que compiten clubes modestos, con estadios pequeños, campos de juego en malas condiciones y una cantidad de hinchas ínfima o reducida (aunque existan excepciones), pero que son los más fieles de todos. Bueno, Real Pilar es la excepción a todo esto y es porque es el equipo del ascenso que nació en 2017, en lo que se suele denominar en “cuna de oro” (se le dice así a quienes nacen con una vida ya resuelta en cuanto a lo económico), y se convirtió en la primera institución en afiliarse a la Asociación del Fútbol Argentino después de 40 años.
¿Quién fue su fundador y por qué logró de un día para el otro pertenecer a la AFA? En Argentina tuvo que pasar muchísimo tiempo para que un club pudiera afiliarse de manera directa a la AFA. Uno de los últimos, allá por 1977, fue Defensa y Justicia, con una actualidad sobresaliente tanto en el plano local como en el plano internacional, pero algún día ya nos pondremos a escribir sobre sus dirigentes también… Sin embargo, la racha se cortó en 2017 y levantó más de una sospecha. Es que Real Pilar fue fundado el 17 de febrero de ese año, misma fecha en la que se inició su proceso de afiliación a la entidad que comanda el fútbol argentino y se resolvió que los encuentros de local se jugarían en el Estadio Municipal Carlos Barraza, en la localidad de Pilar, en la zona norte de Buenos Aires.
El 30 de mayo del 2017, apenas tres meses después de su fundación, la Asamblea General Extraordinaria aprobó su afiliación y el equipo comenzó a competir en la Primera D a partir de septiembre. Obviamente, los vínculos de su presidente César Mansilla, dieron pie a las suspicacias. Pese a esto, el propio Mansilla desmintió las acusaciones y justificó: “Nosotros cumplimos con todas las normativas que exige AFA para afiliarse directamente. Tenemos un estadio propio para 10.000 personas y estamos dentro del radio de los 50 kilómetros de Capital”.
El equipo se formó gracias al consenso de más de 20 clubes de la zona y el apoyo de una gran cantidad de vecinos de clase alta, pero la figura principal detrás de este proyecto deportivo es César Mansilla, ¿Quién es él?
Bueno, es un viejo conocido de la política argentina y con grandes amistades en el poder, no solo de la política, sino de la AFA también (Bueno ya sabemos que política y deporte suelen ir de la mano). Mansilla es un empresario que en 1995 fundó una consultora de comunicación con la cual, por ejemplo, ayudó en la campaña para presidente de Boca en las elecciones de aquel mismo año a Carlos Heller, rival que cayó en las urnas con el ex – presidente de la Nación, Mauricio Macri. A pesar de haber ido con otro candidato a presidente del Xeneize, Mansilla manejó la imagen de Macri cuando se postuló a Jefe de Gobierno en la ciudad de Buenos Aires. Además, es dueño del restaurante “Tinto y Soda”, ubicado en Pilar.
Supo ser gerenciador del club Fénix y lo llevó a competir en la B Metropolitana, la tercera categoría de Argentina y también del Rocha de Uruguay, con el cual logró el campeonato del 2006. Además de su relación con Macri, son de público conocimiento sus vínculos con Daniel Angelici, ex – presidente de Boca y Claudio “Chiqui” Tapia, actual Pope de la AFA.
Por su parte, uno de los principales aportantes, como también uno de los primeros en ser socio del Real Pilar fue, el por entonces el intendente de la ciudad, Nicolás Ducoté (integrante de Cambiemos, partido político del país, el cual en su momento lideraba el propio Macri), quien en este año fue procesado por supuesta administración fraudulenta de fondos nacionales en el municipio.
Mansilla en una ocasión, ante tanto revuelo por la afiliación del club a la AFA no se mostró conforme con las críticas hacia su querido club: “Nuestra afiliación no tiene nada de raro, fuimos admitidos porque es un proyecto serio que se ajusta al reglamento. Parece que cuando se hacen cosas ordenadas, correctas, presentando todo en regla, hay que tener alguna cosa rara”.
El presupuesto del club para su primera temporada fue de 200 mil pesos, bastante por encima de la media para un club de la D para aquel entonces (aunque el equipo fue bienvenido por sus pares de la categoría). Sus primeros jugadores surgieron de la Liga Escobarense y los torneos de intercountryes.
Como curiosidad, la primera pretemporada, bajo la conducción del entrenador Roberto Romano, se realizó en el exclusivo Country Mapuche, siempre recuerden que estamos hablando de un club de la última división de Argentina, en la cual los jugadores no pueden vivir solo del fútbol y necesitan otro trabajo. Lo más raro es que durante el primer mes, la masa societaria de Real Pilar había superado las 1.000 personas.
En ese primer año, el periodista, ex jugador y actual entrenador, Rodolfo de Paoli, dirigió al primer equipo en un corto lapso de tiempo. Hoy, es el técnico de Barracas Central, otro club muy criticado por sus polémicas a favor en cada encuentro disputado durante el año y que la próxima temporada disputará la Liga Profesional (Máxima división del fútbol argentino), que hoy la preside “Chiqui” Tapia, ex – presidente de Barracas…(Si, señores, todo da lugar a cualquier tipo de suspicacia).
Mejor, volvamos a Pilar. En 2019, el Monarca marcó tres hechos para la historia: victoria ante Vélez en Copa Argentina (primer equipo de la D en alcanzar los 16avos de final), luego eliminó a Belgrano de Córdoba y, además, entre ambos hechos, logró el ascenso a la C con tan solo dos años de vida.
No todo son buenas noticias para este club, es que este año hubo recambio de autoridades y su nuevo presidente es Daniel Amoroso. Algunos socios fundadores denunciaron irregularidades y señalaron la asunción de la nueva Comisión Directiva como «ilegítima» y afirman que los dueños tienen que ser los socios: “Si alguien se quiere apoderar del club pretendiendo manejarlo como si fuera una mal llamada sociedad anónima, hablamos de una maniobra para quedarse con el club”, acusó Gustavo Fontana, uno de los primeros socios. Fontana también denunció que Amoroso colonizó el club con amigos, e hizo una maniobra donde se dio de baja a gran parte de los socios fundadores con el argumento de que no tenían la cuota al día. La gestión anterior no conformó formalmente una secretaría, lo que generó que muchos de los socios no pudieran estar al día, y fue la excusa perfecta para que los nuevos administradores tomaran el mando del club.
Real Pilar, un club que genera más debate e internas políticas que fútbol, que nació a partir del poderío económico y es reacio a la tradición del fútbol en general, donde los clubes comienzan en el barrio y en el barro, donde buscan emprender un camino desde la nada hacia la gloria, y lo más importante, donde los hinchas son genuinos, leales, que no alientan por dinero, sino que son capaces de no tener un techo, pero de gastar lo poco que tienen con tal de ir a ver a su equipo. Real Pilar y todos los clubes que apoyen las sociedades anónimas y similares a ellas, ya que en Argentina no están permitidas en el fútbol, pero se camuflan, siempre serán los villanos y siempre estarán en contra de este deporte.
- AUTOR
- Sebastián Baccarelli
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