#Rusia2018xCR
Un equipo bipolar
Atrás quedó la gloriosa victoria ante Alemania, el trabajado triunfo ante Corea. Hoy figuraba en el horizonte la complicada Suecia ¿Se le podía ganar? Claro, porque los antecedentes invitaban a ilusionarse. Golpe brutal de realidad para El Tri. Otra vez las sombras, las angustias y la desazón.
El partido que cerraba el grupo F y que definiría los clasificados a octavos era quizás el grupo más abierto de la Copa del Mundo, con todos los participantes aún con vida y un México que aún no podía certificar su clasificación a octavos pese a su par de victorias. Lo que aconteció en la Arena Ekaterimburgo no lo esperaba ni el más pesimista, así como el mexicano más positivo tampoco se ilusionaba demasiado en el partido ante los teutones.
Y es que los verdes se toparon con un equipo sólido, práctico, coherente. Suecia, consciente de que están lejos de un fútbol preciosista, cobraron el más alto rédito a sus oportunidades. El Tri nunca encontró la brújula ante los europeos, y se marcha hoy con el sentimiento de que lo previamente bien hecho se desinfló cual globo de helio.
Estoy convencido de que las principales carencias del equipo azteca no pasan por lo táctico ni por lo técnico, sino por lo mental. Pasan de lo espectacular a lo penoso con una facilidad pasmosa; incluso en un mismo partido. No se puede ser tan blanco ni tan negro dicen, pero este México lo es. Pareciera que Suecia abrió la herida que, pensábamos era cicatríz en la escuadra mexicana, esa herida que representa quedarse cortos ante los grandes escenarios, como en la Copa América Centenario o la más reciente Copa Oro en donde fue apeado en semifinales ante Jamaica, esto bajo el mandato de Juan Carlos Osorio. Y más atrás ya sea con Miguel Herrera ante Holanda, Javier Aguirre en 2010 y 2002 o Ricardo La Volpe en 2006, siempre esa misma falencia, ese algo que no sabemos bien qué es ni cómo se consigue, pero que invariablemente nos sitúa en el mismo lugar una y otra vez.
Ahora aparece Brasil en el horizonte, y lo hace lleno de luces, de filigrana, de gambetas; con un Coutinho en plan grande, con un Neymar que mete miedo. Pero sabes: éste es el escenario que México más disfruta ¿Se le puede ganar a Brasil? Claro que sí, todo depende de qué cara veamos de ésta tan bipolar selección mexicana.
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- AUTOR
- Abda Barroso
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