Premier
Un gato negro en desgracia
La Premier League se convirtió, en los últimos años, en la liga más atractiva a nivel competitivo. Calidad de futbolistas, ingresos igualitarios y decenas de cuestiones que atraen fanáticos de todo el mundo. Pero más allá del presente del certamen inglés, hay elencos que uno se acostumbra a mirar en la máxima categoría y, por diferentes aspectos, desaparecen del mapa. Notthingham Forest, Leeds United -supieron ser protagonistas a nivel internacional- o Blackburn Rovers sufrieron estos descensos catastróficos que los llevó a perderse de las primeras planas. El que se sumó a esta lista es el Sunderland, obviando y sin comparar la importancia con las instituciones anteriores. Después de diez años consecutivos en la élite inglesa, los de Tyne y Wear sufrieron dos traspiés consecutivos y hoy luchan en la League One.
Si bien el Sunderland lejos está de ser uno de los equipos más importantes de la liga inglesa, su historia lo remarca como una institución histórica. Seis títulos de First Division entre 1891 y 1936, además de cinco subcampeonatos, lo señalan como uno de los animadores en los primeros años del fútbol. Incluso, en 1938 metió triplete al obtener la liga, Community Shield y FA Cup (también la levantó en la edición 1972/73). Los laureles lo llevaron a ganarse el mote como «el mejor equipo del noreste». No obstante, su presente lejos está de ser igual al de un siglo atrás.
Para ahondar un poco en la historia de los «gatos negros», sin desempolvar las historias de más de cien años, la temporada 1998/99 fue clave. Los comandados por Peter Reid lograron un hito histórico: los 105 puntos significaron la mayor cantidad de puntos en un torneo inglés. Thomas Sorensen y el trío ofensivo Nial Quinn, Kevin Philips y Danny Dichio, que se asociaron para marcar 51 goles de los 91 que anotó durante el torneo, fueron las piezas fundamentales para regresar a la máxima categoría tras dos años en la First Division. En el retorno a la Premier League, los del noreste realizaron una gran campaña. Un séptimo puesto que, por diferencia de gol, no pudo otorgarle el acceso a la Copa Intertoto del 2000, y la gran performance de «Super Kev» Philips, que con sus 30 goles terminó como el máximo goleador, relegando a nombres de peso como Alan Shearer, Dwight Yorke, Andy Cole y Thierry Henry.
Después de salvarse del descenso en la temporada 2001/02, cuando finalizó cuatro puntos por encima de Ipswich Town (el último en sacar pasaje a segunda), logró una campaña de horror. Sólo 19 puntos, producto de cuatro triunfos y siete empates, fueron la muestra de la caótica exhibición del Sunderland, que estuvo las últimas 20 fechas sin ganar. Es más, durante aquel certamen consiguió dos récords negativos: las quince derrotas consecutivas y las catorce caídas en condición de local son las máximas rachas adversas en la historia de la Premier League. El descenso llevó a la salida de Tore André Flo, Kevin Phillips, Claudio Reyna y Kevin Kilbane, los nombres más resonantes del plantel.
Un año después de quedar a la puerta del ascenso en la 2003/04, donde cayó en los playoffs ante Crystal Palace, se quedó con el título de la First Division, lo que lo depositó nuevamente en la Premier. No obstante, el periplo en primera duró un año y otra vez con números negativos: igualó su propio récord de derrotas como local, de catorce partidos. Otra vez, a remarla.
El nuevo tropiezo trajo actores nuevos en la cúpula dirigencial. El club fue adquirido por el grupo empresarial «Drumaville Consortium», que tenía como cara visible a Niall Quinn, el histórico delantero que vistió la camiseta «black cat» en más de doscientos partidos. El irlandés llevó como entrenador a su compatriota Roy Keane, una gran apuesta teniendo en cuenta que el ex mediocampista del Manchester United hacía su debut como director técnico. La apuesta salió mejor de lo pensado, ya que la estadía duró solo un año y el Sunderland relegó al Birmingham y Derby County para quedarse con el título. Incluso, los de Tyne y Wear llegaron a estar 17 partidos sin perder, lo cual agiganta la mano de irlandés.
Después de años en «modo ascensor», el Sunderland logró asentarse en la máxima categoría durante diez años y, a pesar de no tener campañas sobresalientes, contó con grandes futbolistas entre sus filas. La mejor performance fue la temporada 2010/11, donde terminó en la décima posición. Durante aquel certamen, Steve Bruce contó con jugadores de la talla de Boudewijn Zenden, Steed Malbranque, Darren Brent, Asamoah Gyan y los ascendentes Jordan Henderson, Danny Welbeck y Lee Catermole. En cuanto a la mejor presentación en copas locales, fue en la edición 2013/14 de la Copa de Liga, cayendo en la final ante el poderoso Manchester City. Fabio Borini, a los diez minutos, había puesto en ventaja a los comandados por Gustavo Poyet. Pero la diferencia de jerarquía con los Ciudadanos era abismal y Jesús Navas, Javi García y Alvaro Negredo sellaron el 3-1 definitivo. Más allá de la gran participación en la Capital One Cup, el papel en liga fue malo y se salvó del descenso por cinco puntos.
La 2015/16 no sería muy diferente a los últimos años, y otra vez estuvo a un paso de retornar a la segunda categoría. Esta vez fue por tres unidades y, «beneficiado» por las pésimas campañas del Hull City, Burnley y Queens Park Rangers. Pero, como se dice, «la tercera es la vencida», el certamen 2017/18 fue el fin de una agonía que llevaba tres años. David Moyes no pudo enderezar un barco que venía naufragando y dimitió de su cargo una vez finalizada la temporada. Este descenso fue el comienzo del mal: otra pésima actuación a lo largo del año lo condenó a la tercera categoría, lugar al que retornó después de 30 años.
El debut en la League One fue el 4 de Agosto, en el Stadium of Light, con casi 32 mil personas que se acercaron a alentar a su equipo en un momento muy duro. Josh Maja, el goleador del equipo y la gran perla con la que cuenta Jack Ross, y Lynden Gooch fueron los responsables de iniciar con el pie derecho su permanencia. El tanto del estadounidense, a los 96 minutos, fue el desahogo de un club que convive con los laureles del pasado y las lágrimas de una actualidad que lo tiene en el fondo de su historia. Quizás es mejor tocar fondo para tomar impulso, lo único cierto es que el Sunderland está lejos de ser uno de los grandes, pero su lugar es la Premier League.
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- AUTOR
- Claudio González
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