«Diego, te amamos. ¿Y ahora qué hacemos sin vos?», rezaba uno de los tantos manuscritos pegados en el paredón de la tribuna de Boyacá en la cancha de Argentinos Juniors. Es que sí, cuando se fue Diego en aquel triste miércoles de noviembre realmente no sabíamos qué hacer. Y frente a la clásica dicotomía de creer o reventar, creo que muchos quisimos reventar. Pero claro, tampoco podíamos. ¿Y entonces qué? ¿Cómo creerlo? ¿A dónde ir a abrazarlo? ¿En dónde despedirlo?

Alguna vez me dijeron que el amor popular es espontáneo, que simplemente sucede. Sin hacer demasiadas preguntas, sin buscar demasiadas respuestas. Y si bien eso con Diego ya estaba probado desde sus primeras gambetas como cebollita, el cierre del turbulento año 2020 nos encontró más maradonianos y maradonianas que nunca; quizás en un intento mancomunado de que todo nos doliese un poco menos.

Bien sabemos que Diego recibió múltiples homenajes a lo largo y a lo ancho del globo, incluso en los lugares más recónditos. Ofrendas, pintadas, murales, banderas. Eternos minutos de silencio en los estadios del deporte mundial y horas, muchísimas horas de televisión. Sus goles y sus frases en loop coparon nuestras redes sociales, mientras recorríamos una y otra vez los hitos de la vida del 10. ¿Altibajos? De a montones. Pero siempre con ese orgullo de sentirse no una figura pública, sino una figura popular, tal como al propio Pelu le gustaba decir. Y fue gracias a esa admiración sin igual que la reacción del pueblo –pandemia mediante– se dio de forma automática.

Fotos: @jorgejunes y Prensa AAAJ

Las convocatorias en los lugares más representativos de la carrera de Diego Armando Maradona no se hicieron esperar y en tan solo un par de horas el barrio de La Paternal se convirtió en un punto neurálgico del país. El estadio, que lleva su nombre desde su reinauguración en diciembre de 2003, se llenó por fuera. Miles y miles se acercaron. Primero con flores, velas y rosarios; más tarde con camisetas, pelotas, botines y fotos. Y es curioso, porque en medio de un clima de despedida todo parecía volver a empezar. Allí, en donde el astro nació deportivamente, confirmamos lo redundante: Maradona se queda con nosotros para siempre.

Quienes hayan ido a visitar a Diego a la cancha del Bicho en los días posteriores al 25 de noviembre sabrán a lo que me refiero. Gente desfilando a toda hora… ¡incluso de madrugada! Y ahí, amontonadas en la vereda, las muestras de cariño más lindas y genuinas que recuerde. Hinchas de todos los clubes, los verdaderos hinchas del fútbol, dejando su regalo para el pibe de Fiorito. El santuario colectivo que se fue gestando sobre la Avenida Boyacá creció repentinamente y la Comisión Directiva de Argentinos puso manos a la obra, al asumir la responsabilidad de hacerse cargo de un verdadero tesoro que, como el Diego, nos pertenece un poco a cada uno.

El 7 de diciembre, en la antesala del encuentro frente a Estudiantes de La Plata por la Copa Diego Armando Maradona, el club inauguró en el bajo tribuna de su estadio un altar con todas aquellas ofrendas que en menos de dos semanas habían revestido por completo la fachada del DAM. Según contó el presidente de la institución de La Paternal, Cristian Malaspina, el espacio para los devotos y devotas del más grande de todos los tiempos se construyó de la noche a la mañana, en menos de 24 horas. El santuario de D10S cuenta, además, con un espectacular mural realizado por los artistas Maximiliano Bagnasco (Argentina) y Dreier Salamanca Vargas (Colombia), convocados por el propio presidente del Bicho.

Así es como el joven Pelusa nos sonríe al ingresar a su templo, con esa mueca tan suya, entre ingenua y pícara. La camiseta roja de sus primeras hazañas y la pelota inmaculada en sus manos. Y no, creo que nunca vamos a dejar de llorarlo. Pero lo más importante es que tampoco vamos a dejar de disfrutarlo. Porque Maradona se fue a lo Maradona: haciéndonos felices a su modo, en el tiempo de descuento de un año imposible para todos. Y hoy, que creemos en D10S más que nunca, podemos decir que gracias a D10S no reventamos. Diego, te amamos. Seguimos adelante por vos.

Días y horarios para visitar el santuario en el estadio Diego Armando Maradona:
Lunes a viernes de 9 a 16 hs. Sábados de 9 a 14 hs.

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