Copas selecciones
Un Mundial sin el Reino Unido
La historia de los mundiales está repleta de páginas de gloria y cierto aire de heroísmo. Sin embargo, algunos son recordados por grandes decepciones, sinsabores y disgustos. Y si hablamos de estos últimos, no podemos obviar la campaña rumbo a Estados Unidos 1994, la única Copa del Mundo que no contó con la participación de alguna de las cuatro selecciones británicas. A continuación, un repaso por aquella triste coincidencia para el fútbol de las islas.
Fracaso es la palabra que mejor le sienta a la campaña de Escocia rumbo a 1994, que interrumpió una seguidilla de cinco participaciones consecutivas en los mundiales. La selección dirigida por Andrew Roxburgh quedó cuarta en su grupo, detrás de Italia, Suiza y Portugal y solo por delante de Malta y Estonia. Tan flojo fue lo de los escoceses que los únicos rivales a los que venció fueron los dos últimos de la zona.
La ausencia de los azules en la máxima cita quizás pueda explicarse en el recambio: ya sin los principales referentes de la “vieja guardia” (como Alex McLeish, Roy Aitken y Richard Gough, por citar un puñado de ejemplos) y con varios exponentes jóvenes, no hubo forma de esquivar la frustración. Claro que de aquella decepcionante participación no salió indemne Roxburgh, quien debió abandonar su cargo.
Irlanda del Norte también finalizó en el cuarto lugar, pero del grupo 3. Allí, España e Irlanda sacaron boleto a tierra estadounidense mientras que Dinamarca (campeón en la Eurocopa 1992) sorpresivamente se quedó en el umbral. Lo que se dice un grupo para nada sencillo.
Es cierto que para el “Ejército Verdiblanco” fue un paso adelante después del catastrófico desempeño en la clasificación para Italia 1990, pero lo cierto es que ya nunca fue la misma de los ‘80, década en la cual participó de dos Copas del Mundo bajo las órdenes de Billy Bingham. Ya sin baluartes como Pat Jennings, Jimmy Nicholl, John O’Neill, Gerry Armstrong y Norman Whiteside, el seleccionado norirlandés se sumió en la intrascendencia de la cual recién hoy parece querer empezar a escapar.
Bajo el mando del reconocido Terry Yorath, Gales soñaba con meterse en el segundo Mundial de su historia (la única participación había sido en Suecia 1958). Con él al mando, los Dragones lograron incluso su mejor posición en el ránking FIFA, pero ni eso fue suficiente. Gales terminó siendo otra selección británica que finalizó en el cuarto escalón de las eliminatorias, aunque a escasos tres puntos del segundo lugar. La poderosa Rumania fue primera y Bélgica resultó escolta. La extinta Checoslovaquia, en tanto, también se quedó afuera. Como tantas otras veces, la frustración invadió a los galeses en 1993.
El caso de Gales difiere al de los escoceses e ingleses y se asemeja al de los norirlandeses: lo peor llegó después de quedarse afuera del Mundial, con el seleccionado perdiendo varios escalones en el escenario global hasta llegar al nuevo milenio.
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Si lo de Escocia había sido fracaso, ni que hablar del caso de Inglaterra. Es cierto que “Los Tres Leones” habían protagonizado una fuerte decepción ya en la Eurocopa 1992, pero de ahí a perderse el Mundial… Los dirigidos por Graham Taylor fueron terceros en su zona por detrás de Noruega y Holanda. No fueron malas las eliminatorias de los ingleses, pero en los resultados directos ante la Naranja estuvo su condena: un empate en Londres y una derrota en Rotterdam lo dejaron sin boleto a la tierra del Tío Sam.
Catástrofe fue la palabra más utilizada por los diarios londinenses para titular semejante fracaso. Sin embargo, lo cierto es que los ’90 en sí fueron traumáticos para los ingleses, que tuvieron cuatro entrenadores en 10 años. Ya para 1998 llegó una nueva camada de jugadores que enderezó el rumbo, no faltó en Francia y arribó hasta los octavos de final.
El futuro deparó escenarios bien distintos para las “Home Nations”. Mientras Inglaterra logró volver a decir presente en la siguiente Copa del Mundo, para Gales e Irlanda del Norte todo fue aún más difícil, con años realmente nefastos en el plano internacional. En el caso de Escocia, participó de Francia 1998 pero desde el nuevo milenio lo vio siempre desde afuera. Lo cierto es que 1994 resultó un año histórico, con las cuatro selecciones británicas mirando el Mundial por televisión. Una decepción realmente difícil de olvidar…
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- AUTOR
- Federico Leiva
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