Pasó un nuevo fin de semana y con él, una nueva derrota del Lille de Marcelo Bielsa. La sexta en 10 partidos, que deja al conjunto dirigido por el DT argentino en el 19° puesto de la Ligue 1. El equipo del Loco suma nueve juegos sin ganar y recibió goles en ocho de esos encuentros. Estadísticas. Números irrebatibles.

Sin embargo, el análisis debe ser más profundo que las frías matemáticas. Y es en ese análisis que la caída en casa por 1-0 del domingo deja ver alguna luz de esperanza para este joven plantel que formó el DT en su regreso a la dirección técnica. Es cierto que otra vez le convirtieron y también es verdad que nuevamente el gol rival llega por una grosera distracción defensiva, casi que infantil, con los 11 jugadores defendiendo un tiro libre en la puerta del área. La pasividad de esos 11 le permitió a Morgan Sanson acomodar la pelota en el segundo palo casi sin mayor esfuerzo para el 0-1.

La ineficacia es uno de los grandes problemas del Lille

Alguien podrá pensar que con esa desventaja, los dirigidos por Bielsa se desesperaron, desordenaron y estuvieron más cerca de ser goleados que de empatar el partido. Nada más lejos de la realidad. “Los Dogos” reaccionaron casi de inmediato y tomaron las riendas del encuentro con inusitada autoridad. Anwar El Ghazi probó dos veces a Steve Mandanda, que respondió brillantemente en ambas. Luego, nadie llegó a soplar una pelota en el segundo palo hacia un gol seguro. Minutos después, otra doble demostración del ‘1’ de Marsella, primero ante Nicolas Pépé y luego ante Ibrahim Amadou.

El Ghazi es uno de los grandes talentos del equipo

Si hasta allí la derrota era inentendible, mucho más lo fue en el segundo tiempo. Otra vez lo tuvieron El Ghazi, Amadou y Thiago Mendes, pero ninguno resolvió de la mejor manera y siempre se toparon con una pierna rival o con las manos salvadoras de Mandanda. Fue todo del Lille. La posesión y las chances de gol. “Los Dogos” fueron dueños de 85 minutos de juego en los cuales merecieron algo que, por impericia propia y virtud ajena, nunca encontraron. Lo tuvo de pelota parada, con remates de media distancia, con un desvío en la barrera de un tiro libre, con un desborde y centro atrás… y nada. Cero gol, cero puntos.

La cara de los jugadores en el piso tras el pitazo final lo decía todo. Mucho esfuerzo y sudor en una búsqueda que a fin de cuentas puede parecer inútil, pero que en realidad no lo es. Hoy, por primera vez en varias fechas, parece haber esperanza para este Lille que se hunde en la tabla.

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A pesar de la desventaja tempranera le jugó con autoridad a un equipo top de la liga, lo controló y lo puso contra las cuerdas. Por izquierda parece estar lo mejorcito del equipo de Bielsa, con las proyecciones de Fode Ballo y la frescura y potencia que pueda aportar El Ghazi. Si consigue mantener todo lo bueno que realizó ayer en su cancha y mejorar aunque sea algo la efectividad adelante, quizás el Loco consiga finalmente cambiar la desesperanza por ilusión.