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Un recambio necesario
Estos párrafos bien podrían haber sido escritos hace uno o dos meses. La caótica actualidad del fútbol argentino no los afectan; ni esta AFA infantil, ni la renuncia explosiva y desprolija de Lionel Messi (que como dijo Oscar Ruggeri, se le debería haber aconsejado no declarar en ese momento), ni los rumores sobre Gerardo Martino.
El plantel que compitió en el Mundial de Brasil 2014 tenía 28 años de promedio de edad. Quizás, algo mayor al ideal para este tipo de competencia, tan agotadora, tan apretada en calendario. Ahora bien, una vez designado el Tata (respondiendo al pedido popular, vacío e hipócrita de un “proyecto”), dejó en claro su intención de juego y para eso empezó a hacer cambios sobre el plantel heredado. Lógico e inevitable.
El motivo de este texto, entonces, es encender una alerta sobre la edad de los jugadores. El promedio de la del plantel que disputó la reciente Copa América Centenario es de 28 años. Claro, la misma que la del último mundial. El ex DT de Newell’s descartó jugadores de Alejandro Sabella y llamó a “nuevos”, pero de categorías similares a los salientes. Sólo Matías Kranevitter, Ramiro Funes Mori y Erik Lamela tienen 25 años o menos. Sería injusto no considerar la proximidad de los JJ.OO. que, como dijo el entrenador, es una oportunidad de probar y evaluar jugadores más chicos.
Los mundiales son torneos únicos: un mes, siete partidos, suplementarios, traslados, nervios, lesiones. A la hora de la convocatoria definitiva es primordial elegir una base pequeña en un rango entre los 28 y 31 años, algún que otro de más de 31, un puñado de juveniles y luego, lo central: jugadores mayores a 22 y menores a 28. Parece algo matemático, y quizás lo sea, pero de ninguna forma es un detalle: se trata de una cuestión CENTRAL.
La cirugía mayor será, inevitablemente, del mediocampo hacia adelante: Javier Mascherano (32), Lucas Biglia (30), Augusto Fernández (30), Ever Banega (28), Ángel Di María (28), Ezequiel Lavezzi (31), Messi (29), Nicolás Gaitán (28), Sergio Agüero (28), Gonzalo Higuaín (28). Más tarde o más temprano, el entrenador deberá elegir. El asunto no es dramático -o no debería serlo- porque, de todos modos, jugadores de esta calidad y experiencia más de una vez se colan en la lista mundialista a último momento, como Claudio Caniggia en 2002 o Martín Demichelis en 2014. Quizás lo más difícil sea romper el grupo humano tan cercano a Messi.
A dos años de Rusia 2018 parece impostergable comenzar el RECAMBIO; hacerlo sobre la hora es una aventura innecesaria.
En el plantel de los JJ.OO. Río 2016 hay apellidos más que interesantes. Algunos, con potencial para muy pronto ser claves en la selección mayor (Mateo Musacchio, Ángel Correa, Paulo Dybala, Agustín Calleri, Lucas Alario); otros, luchando por demostrar que dan la talla (Emanuel Mammana, Jonathan Silva, Gastón Gil Romero, Lucas Ocampos, Franco Cervi, Giovani Lo Celso, Manuel Lanzini, Bruno Zuculini, Agustín Allione, Iván Rossi, Leandro Paredes, Luciano Vietto, Mauro Icardi).
El desafío no es fácil, hay cientos de cuestiones que se entrometen, desde asuntos futbolísticos a comerciales o afectivos. Como se dijo, no es fácil. Pero es urgente e imprescindible.
Por Diego Kohan
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