América
Una carga de 116 años
Es muy común ver, leer y escuchar en estos últimos tiempos que un equipo tiene la obligación de ganar un partido o un certamen. Ese es un error que cada vez acecha más al mundo del fútbol y que, sin lugar a dudas, influye en los futbolistas, hinchas y medios de comunicación. Este maravilloso deporte nos enseñó y nos sigue enseñando que no siempre gana el mejor, sino el que mejor hace las cosas en los 90 minutos. La paridad que se genera entre los equipos más allá de nombres, planteos, o cualquier otro factor, da la pauta de lo cuidadoso que hay que ser a la hora de señalar a un equipo como el obligado a ganar.
116 años han pasado desde la primera vez que rodó la pelota en un juego olímpico. Fue en el año 1900, en París, y es hasta el día de hoy que Brasil, una de las selecciones con más historia futbolística mundial, nunca se ha podido hacer con la medalla dorada. Se celebraron 25 Juegos Olímpicos en los cuales el fútbol masculino estuvo presente, y sin embargo el Scratch nunca pudo escalar hacia lo más alto del podio. Como caída del cielo, una enorme chance de cortar con esta racha negativa se asoma expectante. En pocos días, Rio de Janeiro acogerá a miles de deportistas de todo el mundo en una nueva cita olímpica, entre ellos, los 18 brasileños que harán lo imposible por inaugurar un nuevo palmarés. Ahora bien, ¿está obligada la verdeamarelha a hacerse con la presea dorada, sabiendo que juega con el público a su favor?
Lo cierto es que hay detalles muy importantes que afectan positiva y negativamente a los brasileños en estos Juegos. Comenzando por el reciente arribo del director técnico Tite, en reemplazo de Dunga, que renunció luego de la catastrófica eliminación en la fase de grupos de la Copa América Centenario. En su primera conferencia de prensa al mando de la selección, el ex entrenador de Corinthians “abrió el paraguas” y confesó que sus prioridades son las Eliminatorias a Rusia 2018, ya que su equipo no está bien ubicado en la tabla de posiciones, y dejó en segundo plano a los Juegos de Rio, que tendrá a Rogerio Micale en la dirección técnica.
Otro factor para analizar es el plantel que irá por el oro: con Neymar a la cabeza, ya se confirmaron los 18 jugadores elegidos por Micale que estarán presentes. Cabe destacar que 15 de estos 18 deben tener menos de 23 años para participar: paradójicamente, Fernando Prass, arquero de Palmeiras, es uno de los excedidos en edad, ya que tiene 38 años y debutará en un Juego Olímpico. Quien lo acompañará será Uilson, de 22 años y actualmente en Atlético Mineiro. Los defensores serán Luan de Vasco da Gama, Zeca de Santos, Douglas Santos de Atlético Mineiro, William de Inter de Porto Alegre y los últimos dos, las figuras más relevantes de la defensa, Rodrigo Caio, quien actualmente es dirigido por Edgardo Bauza en San Pablo, y Marquinhos, ya consagrado en el fútbol europeo, más precisamente en el PSG. Seis volantes eligió Micale para ir en búsqueda del primer oro: Rafinha Alcántara, un gran jugador con varias apariciones en el primer equipo del Barcelona; Walace, mediocampista defensivo de 21 años que con poquísima participación en Gremio viene a ocupar el lugar que dejó el experimentado Fred; Rodrigo Dourado, que con 22 años ya ha jugado más de 80 partidos oficiales para Inter de PA y además participó en Copa Libertadores; Thiago Maia de Santos, quien además de ser uno de los más jóvenes del plantel, integró el equipo ganador del Campeonato Paulista y fue elegido en el 11 inicial de este certamen; Felipe Anderson, otro de los destacados jugadores que militan en el fútbol del Viejo Continente (Lazio) a pesar de su temprana edad, 23; y por último, Renato Augusto, ya con 28 años, quien fue galardonado con un Balón de Oro del Brasileirao en 2015 cuando jugaba para Corinthians, pero que actualmente se encuentra en el multimillonario fútbol chino y estuvo en duda de integrar la nómina porque desde Asia lo querían retener.
Además, tres delanteros tendrán el arduo trabajo de acompañar al megacrack Neymar, carta fundamental para que Brasil se saque el estigma de más de un siglo. Aparecen Gabriel Gabigol Barbosa, atacante del Santos que con 19 años ya fue parte del equipo inicial en la Copa América pasada, y Gabriel Jesús de Palmeiras, que además de obtener la Copa de Brasil en 2015, fue elegido por la Cadena O Globo con el Premio al Crack del Brasileirao. Cierra la lista Luan, hoy vistiendo la camiseta de Gremio: logró el mismo premio que Gabriel Jesús, pero en 2014, y estuvo preseleccionado para la última Copa América celebrada en Estados Unidos. El gran ausente será Douglas Costa, extremo del Bayern Múnich, que se perderá los Juegos por una lesión en el muslo izquierdo.
Brasil se encuentra en el Grupo A, que lo comparte con Sudáfrica, Irak y Dinamarca. Debutará frente a los sudafricanos el 4 de agosto, un día antes de la ceremonia inaugural. Tres días después enfrentará a los iraquíes, y cerrará su participación en el grupo frente a los europeos el 10 de agosto.
El panorama para la verdeamarelha es más que alentador. Luego de caer en la final ante México en Londres 2012, podría redimirse como local. Deberá asumir la responsabilidad de cortar con esta mala racha con jugadores jóvenes pero la gran mayoría con mucha experiencia. Ya que el presente de esta selección no es para nada bueno, estos muchachos saben perfectamente que pueden cambiar el rumbo de Brasil en el fútbol. En agosto serán el presente para, si todo sale como lo planearon, convertirse en el futuro. Obligación de ganar no tienen, más allá de que varios piensen así, aunque sí es cierto que traen una mochila pesada en sus espaldas, una mochila de un siglo y algo más.
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- AUTOR
- Juan Podestá
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