Fóbal
Una doctrina de directores técnicos
Con el correr del tiempo, los admiradores del fútbol, en especial aquellos que pusieron sus ojos en aquel elenco blaugrana dirigido por el holandés, comenzaron a divisar los matices del nuevo Barcelona que reinaría desde la década del noventa hasta la actualidad. Con variables en cada uno de sus integrantes, varios de aquel once histórico dedicaron su vida a la dirección técnica luego de colgar los botines. Rememoraremos qué cargo ostentó cada uno de ellos y a dónde llegaron desde afuera de la línea de cal.
La década de los noventa no fue una más. No al menos para fanáticos, directivos e integrantes del Fútbol Club Barcelona, que depositaron su confianza en Johan Cruyff para que comande los destinos futbolísticos de una institución que vivió, en gran parte de la historia, a la sombra de su eterno rival: el Real Madrid.
Con la intención de reducir el juego defensivo, el oriundo de los Países Bajos, decidió conformar una plantilla que basara su funcionamiento en la circulación y posesión del balón. Rodeando a un joven Pep Guardiola con jugadores de la talla de Eusebio Sacristán, Michael Laudrup, Hristo Stoichkov o José Bakero ideó un funcionamiento que se transformó en escuela para las futuras generaciones de este deporte. Ángel Cappa, sentenció aquel momento futbolístico de Cruyff, alegando que “decidió pararse en una etapa en la que todos corrían”.
Pero aquí, no nos ocuparemos de desentrañar las lógicas que lograron conformar aquel gran equipo que entregó, por ejemplo, la primera Copa de Europa a la institución. Por el contrario, buscaremos adentrarnos en la historia de estos ex futbolistas, luego de que tomaron la determinación de cerrar su etapa dentro del verde césped.
Si hablamos de la entidad catalana, uno de los primeros nombres que se nos vienen a la mente es el de Guardiola. Quizá el del trabajo más palpable en el último tiempo, por potenciar aquel estilo de Cruyff, luego de Frank Rijkaard, y llevarlo a niveles estratosféricos definido, casi sin ninguna duda, como el mejor Barca de todos, conformado por Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Lionel Messi y demás piezas canteranas, acopladas con incorporaciones que lograron que funcione ese engranaje.
El 2008 fue el año que saltó al banquillo principal de la institución, luego de su experiencia con ascenso incluido en el filial. El resultado, está a la vista de todos, con títulos por doquier, logrando en cuatro años, nada más y nada menos que 14 conquistas, con tres Champions League y dos Mundiales de Clubes entre ellos.
Luego, llegó su desembarco a la liga alemana, en donde el Bayern Múnich, lo esperaba con los brazos abiertos para que riegue el Alianz Arena con su doctrina. Y aunque le quedó la espina de no volver a proclamarse campeón de Europa, potenció al elenco bávaro llevando siete nuevos trofeos a su vitrina y sentenciando aún más su estilo como entrenador. Ahora, Inglaterra lo espera, en donde el Manchester City lo acobijará esperando llegar a los primeros planos en el continente y volver a ser campeón doméstico. Allí lo espera un exjugador culé, Txiki Begiristain.
Pero Guardiola no fue el único en dedicarse al ordenamiento táctico de los equipos. Tan grande fue la escuela de Cruyff, que sus enseñanzas y estilo de juego comenzaron a propagarse una vez terminada la etapa de aquel Dream Team.
Por ejemplo, Andoni Zubizarreta, portero de aquel equipo, comenzó a dar sus primeros pasos, luego del retiro, como director general deportivo del Athletic Club durante tres temporadas, en el tiempo comprendido entre 2001 y 2004. En julio de 2010, con la llegada de Sandro Rosell a la presidencia de la entidad blaugrana, fue nombrado director deportivo, en sustitución de Begiristain. Su trabajo se basó en el seguimiento y contratación de jugadores, haciendo hincapié en jóvenes talentos que pueden ser los nombres del mañana como Denis Suárez o Alen Halilović.
Albert Ferrer, uno de los componentes defensivos, continuó su camino como entrenador, dando los primeros pasos en el Vitesse Arnhem. Pese a no haber torcido en gran medida el rumbo que tenían sus dirigidos, logró la permanencia en la Primera división de Holanda, lo que le valió una oportunidad en el Córdoba C.F. En el 2014, el elenco marchaba en la Segunda División. Con esfuerzo, clasificó a los playoff para el ascenso, logrando un ascenso histórico ante Las Palmas. Su última experiencia fue en el RCD Mallorca donde fue destituido.
Ronald Koeman, aquel central designado por el Flaco para solventar el aspecto defensivo de su equipo, tuvo una larga trayectoria como DT hasta la fecha. Sus inicios se dieron en el Ajax, en donde ganó dos ligas, una Súpercopa y otra Copa de los Países Bajos. Pese a que estuvo cerca de entrenar al Barcelona en el 2003, no llegó a un acuerdo y en el 2005 recaló en el Benfica, en donde obtuvo una Supercopa. En el 2006 regresó a Holanda, para entrenar al PSV Eindhoven, lugar donde conquistó otra liga, convirtiéndose en el segundo técnico en lograr ese galardón con dos clubes distintos. Luego de experiencias en el Valencia (campeón de Copa) o el AZ Alkmaar, repuntó en Feyenoord y Southampton, en donde logró un subcampeonato primero en Eredivisie y dejó al elenco inglés como cuarto mejor equipo en la primera rueda del torneo. Ahora, buscará llevar a lo más alto al Everton de Inglaterra.
La historia no se detiene allí y alcanza a Michael Laudrup. El Rey, como es apodado, y destacado como uno de los mejores jugadores de su época, comenzó como conductor en su equipo de toda la vida, el Brøndby IF, de Dinamarca, con el que logró un campeonato local y dos copas en cuatro temporadas, hasta que dejó el banco en el año 2006.
Su marcha, continuó en gran forma, marcando un gran momento en el Getafe tras la marcha de Bernd Schuster. Consiguió que el club llegara por segunda vez en su historia a una final de la Copa del Rey y que alcanzara los cuartos de final de la Copa de la UEFA, donde fue eliminado por el Bayern Múnich de forma dramática. En 2012, llegó Swansea City, lugar en el cual dejó su último gran destello. Con el modesto conjunto galés logró, la Copa de la Liga de Inglaterra, al imponerse en la final por 5-0 al Bradford City, obteniendo el único título en su historia.
Sin estar en menor medida, y aunque no se dedicó a dar indicaciones en el corralito del banco de suplentes, Txiki Begiristain, también mantuvo una carrera ligada al fútbol luego de que dejase de acariciar la pelota. Su modelo deportivo consistía en crear un círculo virtuoso mediante la combinación de fichajes de jugadores mundialmente conocidos y la integración en el primer equipo de jugadores de la cantera. Otro de los objetivos era que el plantel estuviera formado por jóvenes que tuviesen la ambición de lograr nuevas conquistas.
Bajo su dirección técnica -y con asesoramiento del mismísimo Cruyff- designó como entrenador a Rijkaard y contrató estrellas como Ronaldinho, Deco o Samuel Eto’o, quienes volvieron a situar al club en la élite del fútbol. El 14 de mayo de 2005, obtuvieron el título de campeón de la Liga, primer galardón del club en seis años. Además, en la 2008/2009 y con Pep ya en el banco de suplentes, lograron el “sextete” tan ansiado por los culés. Luego de las elecciones y que la comisión directiva que lo llamó como director deportivo tuviera que marcharse, decidió dejar su cargo en el 2010. Dos años más tarde, fue contratado por el Manchester City para plasmar lo hecho en el elenco anteriormente, ahora en el ciudadano, donde volverá a encontrarse con un viejo conocido: Guardiola.
Títulos, logros y un nombre dentro del ambiente del fútbol fue lo que dejaron, dejan y dejarán estos amantes del balompié. Pero hay algo más, una cuestión más profunda que es la del mantenimiento de una doctrina de juego, basada en el funcionamiento colectivo, la posesión, presión y ataque poblado que supieron llevar adelante y perpetuarlo en el tiempo. Tras la muerte del creador de este modelo, Cruyff, toca el momento de continuar admirando esta tradición futbolística y comenzar a cuestionarse cómo harán para agregarle más condimentos que la hagan perfeccionarse. Una cosa es segura, y haciendo eco de las palabras del mismo Guardiola, podemos afirmar que, “el legado de Cruyff es infinito”.
- AUTOR
- Julián Barral
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