Historias
Una nueva vida
En la mitología griega, el Fénix era un ave capaz de portar muchos años, que se regeneraba de los restos de su predecesor. El mismo moría mediante un espectáculo de llamas y combustión y era capaz de elevarse de las cenizas de su propia destrucción para vivir una nueva vida. En esta oportunidad, el Bury, el club inglés que supo ganar en dos oportunidades la FA Cup, puede verse reflejado en un Fénix y en este texto dedicado al club, veremos por qué.
Al Bury posiblemente lo hayan oído en el último tiempo ya que en varios medios se dio a conocer que el club había quebrado. Vayamos en orden, primero les explicaremos algo de la historia de este club y luego nos meteremos en los detalles de la muerte y la ¿resurrección? de los “Shakers”.
El Bury Football Club se fundó el 24 de abril de 1885, es decir que estamos hablando de un club que tiene más de 100 años, tras dos reuniones entre los equipos de la iglesia Bury Wesleyans y Bury Unitarians. Las mismas se dieron para crear un club que fuera profesional, ya que la FA había legitimado el profesionalismo, pero todavía no estaba bien visto. En ese mismo año, el club arrendó un terreno de la propiedad del Conde de Derby, en el cual se ubicaría uno de los estadios más antiguos del mundo, el Gigg Lane.
Para tomar dimensión de lo importante que ha sido este club en la historia del fútbol inglés, fueron fundadores de la Lancashire League y campeones de la Lancashire Cup, la misma involucra actualmente a clubes de la Premier, pero se anotan con sus reservas. Los Shakers, cuya traducción significa los agitadores, ganaron esta copa once veces y por última vez en 2018. Dicho apodo surgió en esta mismo trofeo. En 1892 previo a un partido contra el Everton, JT Ingham, el presidente del club, inspiró a los jugadores al grito de: «¡Los sacudiremos! somos los Shakers». Sus palabras fueron popularizadas por los medios y posteriormente el club adoptó el término como su apodo oficial.
Su etapa dorada fue en los años 1900 y 1903, donde alzaron la FA Cup, el trofeo más antiguo del mundo de este deporte. En la primera vencieron al Southampton por 4-0 y en la segunda final rompieron un récord que aún sigue vigente. La victoria de Bury por 6-0 ante el Derby County, equipo que actualmente dirige Wayne Rooney, estableció un récord en la final de la FA Cup por la mayor goleada. Bury siguió siendo el único poseedor del mismo hasta la final de 2019 en la que el Manchester City derrotó al Watford por el mismo resultado.
Tras esta etapa de gloria el equipo descendió y en épocas de guerra se le hizo todo cuesta arriba, ya que no tenían dinero, aunque un gesto del Conde de Derby, Edward Stanley, los ayudó. Les cedió el dominio absoluto de Gigg Lane. El equipo regresó a la Primera División por un período de cinco temporadas en 1924 y logró su mejor posición histórica, la cuarta.
A pesar de esto, en 1929 el club descendió y nunca más participó en la máxima división. A esto se le suma el hecho de que se venía la Segunda Guerra Mundial, por lo cual el Bury participaba de ligas regionales. Pasada la guerra el club bajó a la Tercera División y se mantuvo varios años entre la segunda y tercera competición de Inglaterra, hasta que en 1971, el descenso llevó a Bury a la Cuarta División por primera vez. En la década de los 90’ los Shakers fueron participes de un cambio de regla, es que para 1997 ascendieron a tercera y para la temporada siguiente a segunda, pero recién el último día de la temporada, porque estaban empatados en la tabla de posiciones con Port Vale, pero la diferencia de goles de Bury era mayor, entonces la liga estableció la diferencia de goles como criterio de desempate para la temporada siguiente.
Ya vimos que el club rompió un récord, bueno, a falta de uno tiene dos, es que en mayo de 2005, Bury se convirtió en el primer, y hasta la fecha el único, equipo en marcar mil goles en cada uno de los cuatro niveles principales de la liga de fútbol inglesa. El problema es que tras esto, el club fue sancionado por la FA por fichajes de jugadores e inscripciones mal hechas. En diciembre de 2006, Bury fue expulsado de la FA Cup después de que se descubriera que había incluido mal a un jugador en una repetición de la segunda ronda contra Chester City.
En 2012, Bury fue puesto bajo embargo después de caer en dificultades financieras como resultado de las bajas cifras de asistencia. El inversionista inmobiliario Stewart Day se convirtió en presidente del club en mayo de 2013 y más tarde ese año señaló que se habían invertido £ 1,5 millones en el club, principalmente para pagar la deuda. El problema fue que para fines de 2017 el equipo se encontraba en la cuarta división.
Como no había solución a los problemas, en junio de 2018, el club contrató a Lee Dykes como el primer director deportivo del club. El equipo tuvo una buena temporada en la League Two y estuvo 14 partidos consecutivos invicto antes de subir a la League One. Parecía que el club iba en ascenso, pero todo lo que sube en algún momento tiene que bajar, la caída fue temprana y dura.
Esta etapa comenzó cuando Steve Dale le compró el club por una cantidad cercana al millón de libras a Stewart Day. Dale llegó, principalmente, para arreglar las deudas del equipo. A su vez los jugadores y empleados del club tenían retrasos en sus pagos. El nuevo dueño asumió que los problemas financieros del club eran «muy superiores» a lo que creía y colocó al club en el mercado, ya que se necesitaban alrededor de 1,6 millones de libras esterlinas para pagar salarios y las deudas hasta finales de mayo de 2019, y solo se esperaban ingresos de 180.000 durante ese período.
Dale llevó al equipo a un «Acuerdo Voluntario de la Compañía» (CVA, por sus siglas en inglés), lo que permite liquidar las deudas pagando solo una parte de ellas. Un paso adelante en lo económico, pero varios atrás en lo deportivo, porque esta maniobra provocó que la EFL, Liga de Fútbol Inglesa, sancionara al Bury con una quita de doce puntos al inicio de la siguiente campaña.
Además de arrancar la liga en -12 puntos, la EFL comunicó que, ante la falta de pruebas que aseguraran que el club podría hacerse cargo de los pagos de las deudas, sus primeros cinco encuentros fueron suspendidos y además fueron eliminados de la Copa de la Liga. La única opción viable que quedaba para solucionar la situación, era la de vender. Acabar con el mandato de Dale en Bury y entregar el equipo a otra persona que fuera capaz de solucionar lo que el «exitoso empresario» no logró e incluso, empeoró. La fecha límite previa a una liquidación quedó declarada como el 23 de agosto.
Para el 12 de ese mes, todos en el club afirmaron que había llegado una buena oferta, pero el magnate la rechazó con el argumento de que iba a llegar una mejor. Mientras los hinchas consiguieron más de 7.000 firmas pidiéndole a Dale que vendiera el club urgentemente. Muchos mensajes decían que querían que el club siguiera en pie más allá de quien lo manejara y que él podría quedar como un héroe porque no sea el dueño, pero todavía no lo convencían. Finalmente, la EFL anunció que se había retirado la membresía de la liga de Bury. La Asociación de Profesionales de la Insolvencia dijo que investigaría el CVA del club por las acusaciones de que Dale había tratado de diseñar un pago a una empresa recién formada, RCR Holdings, dirigida por el socio de su hija.
Como dijimos al comienzo, al recordar al glorioso Fénix, un grupo de fanáticos creó un nuevo club llamado Bury AFC y solicitó unirse a la Liga de fútbol de los condados del noroeste. Además, por su parte, un consorcio y también un emprendedor buscaban resucitar al club original. Aunque 12 meses después de la expulsión de la EFL, Bury FC aún existía. No tenía jugadores, ni empleados, ni una liga para disputar, era la firma que quedaba en un papel y los hinchas aguantaban con su alma para que la misma no se borrara. Bury tenía un futuro incierto y el peligro de la liquidación estaba latente. Por su parte, uno de los villanos de la historia, Dale, comenzó a hacer declaraciones en el sitio web del club, calificando al Bury AFC, como «falso».
Para diciembre de 2020, Steve Dale colocó al club en administración, esto se hace en el Reino Unido cuando un club no es capaz de saldar sus deudas, la misma coloca un nuevo “dueño” con contadores para tratar de regular la situación. En mayo de 2021, el administrador puso a la venta el terreno de Gigg Lane. Las ofertas para comprar el club llegaban continuamente, la más razonable era una respaldada por los fanáticos.
Un benefactor anónimo estaba dispuesto a financiar un club dirigido por hinchas. Al mismo se le había dado la exclusividad para comprar tanto el club como Gigg Lane. El comprador era un hombre de negocios nacido en Inglaterra pero con sede en California, Peter Alexander, un fanático de los Shakers de toda la vida que también quería reconciliar cualquier diferencia con el club que había surgido como Bury AFC.
Para principios de este año, el grupo de fanáticos llamado Est.1885 se adjudicó la compra del estadio: “Estamos encantados de anunciar que hoy cerramos la compra de Gigg Lane al Administrador, y ahora es un activo comunitario, libre de deudas o pasivos.” Además no quieren tener ningún inconveniente con el Bury AFC, de hecho, piensan tirar hacia el mismo lado: “Seguimos totalmente comprometidos a encontrar un camino consensuado con Bury AFC”. El 21 de febrero se confirmó que el propietario de Gigg Lane, y del nombre comercial de Bury FC, es la empresa recién nacida, Gigg Lane Stadium Limited, cuyos miembros son Gigg Lane Propco Limited y Bury Football Club Supporters. Mientras tanto, el antiguo club surgido en 1885, The Bury Football Club Company Ltd, permanece en administración bajo la propiedad de Steve Dale.
Pocas son las noticias buenas en esta historia, es que cuando parece que va por buen camino, algo lo desvía. Una declaración de Bury FC Supporters Society decía que la solicitud del club para unirse a la Northern Premier League había sido rechazada. Si bien la FA y Bury MBC estaban a favor de una fusión con Bury AFC, se reconoció que había lealtades en conflicto ya que muchos seguidores del Bury AFC estaban emocionalmente involucrados en el equipo y disfrutando del éxito. Pero también había un número significativo de seguidores que no eligieron este camino y sus sentimientos deben ser considerados. Además hubo restricciones de la FA sobre el uso del nombre Bury FC ya que no se le había pagado a los acreedores de fútbol del antiguo régimen. Por su parte, Bury AFC preguntó sobre el alquiler de Gigg Lane, pero la solicitud fue rechazada como «no factible» por la Bury FC Supporters Society, que citó riesgos comerciales y desequilibrios que podrían poner en peligro una futura fusión con Bury AFC.
En el último mes, la Sociedad de aficionados del Bury FC firmó un memorando de entendimiento sobre el futuro del club donde estableció objetivos que incluyen traer el fútbol profesional de regreso a Bury para unir y hacer crecer la base de fanáticos. Actualmente Bury es una incógnita, se sabe que está de regreso, con un hermano incluso, aunque no muy querido. Una parte de sus hinchas decidió crear un nuevo club y la otra ha recuperado el viejo Bury FC junto a su estadio. ¿Habrá una fusión entre los dos? Lo único claro es que el club tiene una nueva oportunidad de hacer feliz a los hinchas, tiene una nueva vida.
- AUTOR
- Sebastián Baccarelli
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