A partir de la segunda década del siglo XXI, Uruguay ha vuelto a codearse con las grandes selecciones en mundiales y, también, se sumó a Argentina y Brasil para pelearles la corona del fútbol sudamericano. La Celeste se ganó el mote de candidato por ser la más ganadora de la Copa América con 15 títulos, pero volvió a recuperar terreno luego de gritar campeón en suelo argentino hace ocho años. Para esta nueva edición del torneo continental, llega con artillería completa, la ilusión de siempre y una columna vertebral que impone respeto, garra y mucho fútbol.

La base es la misma que Oscar Washington Tabárez viene repitiendo en las grandes convocatorias. El Maestro, con 72 años y mucha fuerza de voluntad, estará nuevamente en el banco de su Selección, luego de corregir los grandes errores de la Copa América 2016 – eliminado en fase de grupos – y de haber vuelto a confiar en Rusia 2018, Mundial en el que la Celeste hizo una primera ronda perfecta, derrotó a Portugal en octavos de final y cayó en cuartos ante la poderosa selección de Francia.

Uruguay se ilusiona a partir de sus jóvenes y los históricos

Para ese proceso de superación antes de la última Copa del Mundo y el renacimiento futbolístico, Tabárez se rodeó de figuras planetarias y fue incorporando nuevas caras. El pueblo uruguayo será representado por los pilares de siempre: Fernando Muslera, Martín Cáceres, Diego Godín, José María Giménez, Matías Vecino, Edinson Cavani y Luis Suárez. A esos nombres indiscutibles, que empezaron a forjar una revolución hace casi una década a nivel selecciones, se le sumó la nueva camada de jerarquía con la que Uruguay se supo alimentar. Fue así que Diego Laxalt, Nahitan Nández, Lucas Torreira, Rodrigo Bentancur y Giorgian De Arrascaeta, todos jóvenes titulares en clubes grandes de América y Europa, se convirtieron en el complemento ideal para los históricos. Suárez, luego del 3-0 ante Panamá el viernes pasado, destacó la importancia de asumir el rol de líder experimentado y apoyar a “los más nuevos”.

Claro que del amistoso de despedida en el Centenario hay que decir, primero, que se trató de un rival liviano al que a Uruguay no le costó avasallar. Pero también fue interesante la alternativa ante la ausencia de Suárez y Cavani, quienes ingresaron en el segundo tiempo. Sin los dos puntas como referencia, el equipo igualmente fue una topadora. En la primera etapa, las jugadas terminaban con seis o siete hombres en ataque, luego de que los volantes rompieran líneas y se filtren desbordando a la defensa de Panamá. Fueron muy importantes las subidas de Nández y Nicolás Lodeiro, que llegaban desde atrás sin marca, y la movilidad de Maximiliano Gómez, autor del primer gol. Hubo 45 minutos de intensidad, en los que los laterales y Vecino también aventuraban en ofensiva.

Tabárez acumula 13 años desde que asumió por segunda vez en el combinado uruguayo

La segunda etapa fue para florearse. Entraron, al mismo tiempo, Suárez y Cavani, el de Barcelona y el de PSG; el “Pistolero” y el “Matador”. Dos futbolistas top que cualquier seleccionado desearía. Fue el 9, ya recuperado de la operación de menisco que le realizaron a principios de mayo, quien estiró la ventaja con un tiro libre potente e inatajable para el pobre Luis Mejía, que se golpeó con el vertical derecho tras la inútil volada hacia el ángulo. Suárez despejó cualquier tipo de duda respecto a su nivel y despertó a un Centenario que estaba apagado por el frío y el clima de amistoso. Ya no se jugaba con tanto vértigo y hubo ratos largos de tenencia contra un combinado que casi no ofrecía resistencia. El tercer grito fue de otro de los jóvenes charrúas en el final. Federico Valverde, de 20 años, no dejó picar la pelota y la clavó al segundo palo, con una volea desde afuera del área.

En el post partido, Suárez no tuvo problema en decir que Uruguay es un serio candidato en la Copa América, donde debutará el 16 de junio ante Ecuador. Si bien 14 de los 15 títulos a nivel americano los consiguió en el siglo pasado, la Celeste actual se erige como una fuerte competidora contra la renovada Argentina de Lionel Messi y un Brasil preocupado que perdió hace pocos días a Neymar.

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Plantel

ARQUEROS: Fernando MUSLERA (Galatasaray, Turquía), Martín CAMPAÑA (Independiente, Argentina), Martín SILVA (Libertad, Paraguay)

DEFENSORES: Diego GODÍN (sin club), José María GIMÉNEZ (Atlético Madrid, España), Marcelo SARACCHI (RB Leipzig, Alemania), Sebastián COATES (Sporting Clube, Portugal), Giovanni GONZÁLEZ (Peñarol), Martín CÁCERES (Juventus, Italia)

MEDIOCAMPISTAS: Nahitán NÁNDEZ (Boca, Argentina), Matías VECINO (Inter, Italia), Nicolás LODEIRO (Seattle Sounders, Estados Unidos), Giorgian DE ARRASCAETA (Flamengo, Brasil), Rodrigo BENTANCUR (Juventus, Italia), Lucas TORREIRA (Arsenal, Inglaterra), Gastón PEREIRO (PSV Eindhoven, Holanda), Federico VALVERDE (Real Madrid, España), Diego LAXALT (Milan, Italia)

DELANTEROS: Edinson CAVANI (Paris Saint-Germain, Francia), Luis SUÁREZ (Barcelona, España), Maximiliano GÓMEZ (Celta de Vigo, España), Jonathan Rodríguez (Cruz Azul, México), Cristian STUANI (Girona, España)