La vida tiene vueltas extrañas, raras o locas. Te pueden dejar siempre en la misma latitud o dar vueltas al mundo, cosa que quizás te dejen jugando contra tu ex selección en un Mundial. Claro una especie de ley del ex, pero a nivel selecciones. ¿Loco? Así es la historia de Yunus Musah, eje de un Estados Unidos que da pelea y que tiene muchas caras jóvenes.

El pibe nació en USA, se crió en Italia, jugó para Inglaterra pero podría haberlo hecho para Ghana, aunque finalmente se quedó con su nacionalidad de nacimiento. En unas líneas les resumimos la vida de este volante de 19 años que hoy pertenece al Valencia de España, sin embargo tiene un pasado en el Arsenal, donde hasta se habla de un «nuevo caso Serge Gnabry».

Pero vayamos en orden cronológico para ser más claros. Sus padres, de origen ghanes (de ahí la chance de jugar para aquel país), lo concibieron en New York, pero por falta de trabajo se mudaron a la tierra de la pasta cuando tenía 9 años. Allí volvieron a armar las valijas y terminaron en Londres, donde el pequeño Yunus se unió a la cantera de los Gunners. Llamó la atención de los seleccionadores juveniles ingleses y fue citado para usar la camiseta de los Tres Leones.

Su crecimiento era constante y por esa razón Musah pensó que los dirigentes del equipo de Londres le iban a ofrecer un buen contrato. Las charlas sucedieron pero no hubo acuerdo. Por esa razón aceptó la oferta del Valencia y volvió a cruzar otra frontera. «Mi decisión de irme fue porque sentí que el Valencia tenía un gran plan para mí», confesó más tarde.

Y así como no se sintió especial en los Pistoleros, lo mismo le sucedió en el seleccionado inglés y por eso se decidió a defender la casaca yanqui. «Disfruté mi tiempo con Inglaterra, los entrenadores y los jugadores, fue increíble, pero llegó un momento en el que estaba jugando en el primer equipo de Valencia y los entrenadores de EE. UU. me hablaban mucho sobre los proyectos que tenían y yo sentí que jugaría un papel en ello», contó.

El destino hizo que en Qatar 2022 se enfrentara a lo que fue su ex selección y hasta alguno de sus ex compañeros de seleccionado. Como por ejemplo Bukayo Saka. Fue empate 0-0. Vaya uno a saber qué sentimientos cruzaron por su cuerpo. Sin dudas es al menos extraña la situación.

Ahora se habla de un posible pase al Inter o a la Juventus. Por lo visto le espera un futuro prometedor a este joven que en el partido contra Irán, donde se juega la clasificación a la próxima ronda del Mundial, cumplirá 20 años.