La Liga
Zidane, Marcelo y la marca blanca del 5-3-2
El Real Madrid se presentaba en Pamplona ante el Osasuna, el colista de la liga española, con la alineación de moda en Europa, la del bloque de cinco defensas por delante del arquero. Quizás por la sospecha del 5-3-2 habitual osasunista y así generar superioridad con tres centrales ante los dos atacantes rivales -sobre todo sobre Sergio León-, igualar las fuerzas en el medio del campo y también generar una igualdad en los enfrentamientos en ambas bandas por los carrileros. Finalmente, el local no salió con el mismo esquema con el cual venía utilizando y el Real se encontró más incómodo de lo pensando previamente. De hecho, los mejores momentos del equipo madrileño se visualizaron tras la lesión de Danilo (no por esta fatalidad), al mutar el sistema de un 5-3-2 a un 4-2-2-2 en el minuto 57.
Aunque la sorpresa la encontramos al finalizar el encuentro en la conferencia de Zinedine Zidane, quien afirmó que su equipo había modificado su esquema, una vez sustituido Danilo.
«Tiene más equilibrio, la opción era de empezar el partido con tres atrás y jugando un poco más arriba con Marcelo y Danilo. Luego, con la lesión de Danilo había que cambiar y tener más equilibrio y hemos tenido (4-4-2, James e Isco de centrocampistas exteriores)».
Existieron diversos pasajes de la contienda donde el Real no ejecutó de forma clara la línea de cinco simétrica que se le atribuye a un conjunto sin balón. Nacho ocupó dos posiciones en reiteradas ocasiones, la de central izquierdo y también la de lateral ante las reincidentes ausencias de Marcelo, quien no sabemos si se tomó demasiadas libertades defensivas por decisión propia o del entrenador o no se trabajó ni se generaron los automatismos necesarios en los entrenos para con este sistema complejo. ¿No observó el técnico las siguientes imágenes de su equipo antes del cambio James-Danilo? ¿Se hizo cargo y no quiso criticar en público al lateral brasileño? ¿Marcelo no ejecutó como debía las instrucciones?
Cabe destacar que no es el primer compromiso en el que el líder de España utiliza esta estrategia ya que lo pudimos visualizar en Sevilla donde Marcelo tampoco fue el Marcelo desequilibrante que vemos de forma permanente. El brasileño no se puede proyectar con sorpresa, no tiene demasiados metros ni espacios por delante para atacar y por último no halla tantos compañeros con quien asociarse como cuando ocupa su posición habitual de lateral izquierdo. Cristiano Ronaldo ya no es el socio de antaño y menos en su ubicación actual, casi como delantero centro, por ello, Marcelo se ahoga entre centrales, laterales, interior y mediocentro rival. Su nueva posición no le beneficia y el Madrid pierde una pieza clave en el ataque y en las interacciones generales y colectivas.
El Madrid en iniciación con carrileros muy abiertos para dar amplitud.
El despliegue del 5-3-2 en 3-3-2-2, cabe distinguir que Casemiro (originalmente el mediocentro posicional) se aleja de la salida del balón, mientras los interiores Isco y Luka Modric se acercan debido a su superior técnica para continuar la salida en raso. Casemiro pasa de ser el vértice inferior del triángulo de la medular al superior mientras que los dos interiores forman una especie de doble pivote ofensivo o con labores de creación y no destrucción.
Ordenado en 5-1-2-2 sin balón, aún no se ven los desajustes en los primeros minutos del partido.
Marcelo comienza con su aventura particular, un alma libre por el campo.
Nacho ya no solo tiene que estar pendiente de auxiliar a Sergio Ramos con León, también debe actuar de forma urgente como lateral izquierdo ante Emmanuel Riviere y Jaime Romero. Comienza a acumularse el trabajo para Nacho mientras Marcelo observa la jugada. No sabemos si por una supuesta pasividad e incorporación al medio del campo por parte de su entrenador o por decisión propia del brasileño.
Marcelo vuelve a replegar de forma tardía y Casemiro tiene que hacerle la cobertura.
El ex Fluminense no ocupa su posición de carrilero ni de supuesto volante por izquierda. Nacho ya es prácticamente lateral izquierdo. Estas últimas dos imágenes son mucho antes del cambio famoso de Danilo, de ahí que no entendamos la explicación de Zidane.
Marcelo ya forma una especie de rombo en la medular, ejerciendo de interior simétrico de Modric, con Casemiro en el vértice inferior e Isco en el superior como mediapunta por detrás de los dos delanteros, Cristiano Ronaldo y Karim Benzema.
Ahora sí, ya sin Danilo y con la entrada de James, el elenco de Zizou muta del supuesto 5-3-2 a un 4-4-2 o 4-2-2-2.
Marcelo se establece como lateral izquierdo, Ramos y Varane permanecen en su ubicación y Nacho pasa a jugar como lateral derecho (tercera posición en defensa durante el partido). No podemos afirmar que haya sido una prueba de cara al partido ante Napoli por Champions League con Marcelo ejerciendo de comodín. Hay una obra maestra que es el funcionamiento del 5-3-2 del Chelsea de Antonio Conte. El resto y más con estos fallos que provocan un caos en la defensa y en ataque (Benzema y Ronaldo quedan aislados del juego y no participan del mismo en largos períodos del mismo), parecen copias insulsas. La marca blanca (o segunda marca) de la original. Veremos si el francés es capaz de perfeccionar el sistema o si por lo contrario se decanta por abandonar el ya más que famoso sistema en esta 2016-17.
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- AUTOR
- Nicolás Quiroga
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